Alfa Romeo 147 5p 1.9 JTD (2001) | Sobresale por suavidad, no por fuerza

17/08/2001 |Juan Manuel Pichardo

Lo que se ve en nuestras mediciones coincide con lo que se ve en la carretera: las prestaciones de coches como el 147 JTD, el Xsara HDI 110, el Focus TDCi o el León TDI 110 son muy semejantes. Tanto es así, que en algunos casos habrá más diferencias entre dos unidades distintas del mismo modelo, que entre dos modelos distintos. Atendiendo solamente a la capacidad de adelantamiento, incluso otros modelos como el Almera 2.2 Di o incluso el Mégane dCi son casi tan rápidos como el 147 JTD.

En recuperación, en cambio, el 147 es de los más rápidos, sólo superado por el Focus TDCi. Los modelos del Grupo Volkswagen con el motor TDI de 130 ó 150 CV que hemos probado tienen caja de cambios de seis marchas; a igualdad de marcha, también son más rápidos que el 147. Si se toman las dos últimas (cuarta y quinta en un caso, quinta y sexta en el otro), sólo el Golf lo es.

Teóricamente, el desarrollo de la quinta velocidad es demasiado corto, porque el coche da la velocidad máxima muy por encima del régimen de potencia máxima. Según cifras que declara Alfa Romeo, el coche debería poder llegar casi a 4.500 rpm en quinta; en llano y con el lanzamiento habitual, nuestra unidad de pruebas no pasaba de 4.250 rpm. En una aceleración normal o normalmente fuerte, basta apurar el motor hasta ese mismo régimen, 4.250 rpm. El motor llega bien hasta 4.500, pero la diferencia de apurarlo hasta ahí es tan pequeña, que solo interesa en caso de necesitar la máxima aceleración posible.

Si bien la quinta velocidad es corta con relación a la velocidad máxima, resulta muy aprovechable a una velocidad más o menos normal. Con el desarrollo que tiene en 5ª y la elasticidad del motor, la quinta da una buena aceleración en un margen muy amplio de velocidad. Uno de los recorridos que he hecho ha sido por una carretera de sentido único con frecuentes y a veces fuertes desniveles; para hacer una media real (descontado el error del cuenta kilómetros) de 150 km/h, en ningún momento ha sido preciso ni pisar a fondo el acelerador ni reducir a cuarta. El consumo en ese recorrido, en el que el tráfico era fluido pero la carretera no estaba completamente despejada, ha sido 7,7 l/100 km.

Con una conducción no igual de suave, más tráfico, una velocidad de crucero cercana a la máxima y la intención de alcanzar esa velocidad cuanto antes cada vez que había una retención (frecuentes aceleraciones a fondo), la velocidad media real solo ha subido hasta 160 km/h, pero el consumo lo ha hecho hasta 10,4. No es un consumo alto comparado con el de otros Diesel; el León TDI, en circunstancias semejantes, gasta alrededor de 10 l.

El consumo máximo que he tenido con el 147, por recorridos rápidos en carreteras lentas ha sido 11,4 l/100 km. Pasar de ahí en un tramo largo sería difícil. En uso normal por ciudad y alrededores, en función del tráfico y la forma de conducir, puede gastar entre 8 y 8,5 l/100 km.

Aunque en prestaciones y consumo es bueno, en lo que sobresale este motor es en suavidad de marcha. Por un lado es de los más silenciosos y de los que menos vibran; no llega al nivel del HDI, pero tampoco la diferencia es muy grande. Por otro, es el motor de funcionamiento más progresivo; incluso si se acelera a fondo, da un empuje muy uniforme y sin ningún tirón fuerte. Esto no quiere decir que no tenga fuerza a bajo y medio régimen; tiene mucha, como se puede ver en la recuperación.