Audi A3 3p y Sportback (2008) | Impresiones de conducción
El Audi A3 es un coche muy satisfactorio por sus cualidades dinámicas. Reacciona bien en muchas circunstancias, transmite confianza al conductor y resulta seguro porque responde bien en condiciones adversas.
Nos gusta mucho el tacto de su dirección y, aunque no es especialmente ágil (este comentario no va referido al S3), deja sentir bien el contacto con la carretera (algo importante para conducir con confianza). No tiene un tacto tan deportivo como el BMW Serie 1, pero la ventaja a favor del A3 es que es más fácil de conducir porque reacciona con más suavidad.
En carretera rápida es especialmente silencioso. En este sentido consideramos que el A3 tiene una ventaja más o menos importante respecto a otros coches mucho más económicos, como un Renault Mégane o un Ford Focus. La diferencia es mucho menor respecto a un Volkswagen Golf. No obstante, en algunas versiones del A3 -como en la 1.4 TFSI- hemos detectado un cierto ruido de rodadura a media y baja velocidad que puede chocar con la suavidad general del A3.
Hemos conducido muchos kilómetros un A3 1.4 TFSI de 125 CV con ruedas de 17", neumáticos Pirelli PZero Rosso de medidas 225/45 R17 y suspensión de serie. Lo hemos hecho tanto con cambio manual como con el automático «S tronic». En ambos casos, el resultado es muy bueno.
Con esta combinación, el A3 es muy satisfactorio. A pesar de la gran adherencia que dan las ruedas y el escaso perfil de los neumáticos, el A3 no tiene ni falta de agilidad (a veces ocurre que los coches con neumáticos exagerados no redondean las curvas, pero no es el caso del A3), ni en absoluto es incómodo de suspensión.
Por ello, en este caso la opción de ruedas grandes no nos parece desaconsejable, salvo por el precio de su reposición.
El A3 se puede elegir con tres suspensiones de dureza fija: la de serie, la deportiva de las versiones «Ambition» y la más dura de todas («S line»). Además, existe la posibilidad de elegir una suspensión de dureza variable («Magnetic Ride»), similar a la que tiene el Audi TT.
Es un elemento interesante porque es posible tener con sólo pulsar un botón un ajuste suave o uno más duro, según convenga. En la presentación internacional probamos esta suspensión en un A3 2.0 TDI 170 CV y el resultado nos pareció convincente porque se puede tener una suspensión blanda o una dura, claramente diferenciadas.
Todavía no hemos probado el nuevo A3 con tracción a las cuatro ruedas. En el anterior modelo, y al menos en seco, la única diferencia que aporta este sistema es que permite acelerar antes y con mayor intensidad a las salida de las curvas muy lentas. Es decir, sobre asfalto muy deslizante la tracción total sí puede tener alguna ventaja definitiva, por ejemplo al arrancar sobre una pendiente helada o nevada, pero eso no quiere decir que un A3 con tracción total pueda pasar más rápidamente por una curva (en una curva, la inercia afecta por igual independientemente del sistema de tracción).
Si no se circula por carreteras muy deslizantes, puede ser más interesante invertir lo que cuesta la tracción total en otros elementos de equipamiento, como el cambio de marchas automático «S tronic» («DSG» en Volkswagen).
A3 1.4 TFSI S tronic
De la gama de motores, destaca el 1.4 TFSI de 125 CV. El A3 con este motor es superior a todos los coches similares que hemos conducido con motor de gasolina y una potencia semejante (salvo los coches del Grupo Volkswagen que llevan el mismo motor, como el Volkswagen Golf o el SEAT León).
Lo que lo distingue es la fuerza que tiene (propia de los motores turboalimentados) y su capacidad de aceleración. Según nuestras mediciones, éste coche ha acelerado casi lo mismo que un Honda Civic 1.8 de 140 CV y más que casi todos los coches de gasolina de su potencia; en algunos casos las diferencias son muy grandes (comparativa de prestaciones).
También resulta satisfactorio en ciudad o cuando se conduce en marchas largas, ya que tiene fuerza en casi todo momento; ésta llega de manera progresiva (no tiene el empujón fuerte a medio régimen que pueden tener otros motores turbo). Por su agrado de conducción y prestaciones, éste motor es muy superior al 1.4 T-Jet que tiene el Fiat Bravo.
Con el cambio S tronic de siete velocidades, el A3 1.4 TFSI de 125 CV tiene una aceleración máxima similar a la de la versión con cambio manual. La capacidad de recuperación es claramente mejor, fundamentalmente porque los desarrollos del cambio de la versión DSG son más cortos (comparativa). Acelera algo menos y recupera algo peor que el Golf de nuestra prueba de larga duración, que lleva el mismo motor y la misma caja de cambios (comparativa).
Dado lo bien que funciona, nos parece preferible al cambio manual para todo tipo de uso (sube o baja de marcha mucho mejor que un conductor normal, es muy rápido y la aceleración es uniforme incluso durante el paso de una relación a otra).
Tiene tres modos de funcionamiento: normal, deportivo («sport») y manual. En el modo normal, lleva el motor en la marcha más larga posible en cada momento, es decir, va a un régimen bajo. En estas circunstancias, la capacidad de reducción es limitada. Por ello, es recomendable ir en este modo cuando estamos realizando una conducción tranquila y suave.
No obstante, en caso de que sea necesario, si pisamos a fondo el acelerador reduce rápidamente hasta la marcha más corta posible. Además, tanto en modo normal como deportivo se pueden usar las levas del volante para cambiar de marcha manualmente.
En modo «sport», el resultado es excelente. En conducción rápida por carreteras con muchas curvas, mantiene el motor en dos o tres marchas inferiores a la que iría en modo normal (generalmente por encima de 3.500-4.000 rpm, en función de lo que estemos pisando el pedal del acelerador). También es capaz de llevar el motor en una marcha larga si estamos realizando una conducción tranquila por carretera o autovía.
El consumo que hemos obtenido ha sido moderado pero no muy bajo. En el recorrido de referencia de José B. Blázquez (260 km por una autovía, con algunos desniveles y poco tráfico, intentando realizar una conducción suave y a una velocidad media real de 121 km/h), gastó 7,8 l/100 km, según el ordenador de viaje, que es muy exacto. En el mismo recorrido y condiciones, un Golf V 1.4 TSI 122 CV gastó 7,8 l/100 km y un Golf Plus, 8,1 l/100 km (en ambos casos, versiones con cambio manual).
En una utilización normal por carretera abierta, ciudad y vías de circunvalación a ritmo suave e intentado consumir poco, hemos obtenido un consumo en torno a 7,0-7,5 l/100 km. En ciudad (con tráfico intenso y paradas diversas) y en carretera con adelantamientos frecuentes, el consumo fue cercano a 12 l/100 km.
A3 1.4 TFSI con cambio manual
El A3 1.4 TFSI con cambio manual tiene un funcionamiento sobresaliente. La sexta marcha tiene un desarrollo muy largo. A pesar de ello, el A3 no suele perder velocidad en pendientes largas de autopista; si es muy pronunciada y se afronta a poca velocidad, sí puede hacer falta reducir a quinta.
También es un motor muy interesante porque tiene un consumo bajo. No nos parece una alternativa a un Diesel, al menos desde la perspectiva del consumo en litros. Sí gasta menos que casi todos los coches con motor de gasolina que llegan a su nivel de prestaciones, e incluso también gasta menos que muchos de los que son más lentos.
Según nuestras mediciones, la versión sin el dispositivo de parada y arranque automáticos del motor, ha consumido 7,5 l/100 km para hacer una media de 122 km/h en una autopista (en un recorrido de ida y vuelta, con un puerto entre medias).
En el recorrido de referencia de Enrique Calle, gastó 7,2 l/100 km, que es un consumo bajo, aunque el recorrido es poco exigente. Si se hacen recorridos de circunvalación de una gran ciudad, con poco tráfico, es frecuente bajar de 7,0 l/100 km.
Todos los datos de consumo mencionados anteriormente están hechos conduciendo con mucha suavidad, pero al ritmo del resto del tráfico. Si se conduce descuidadamente el consumo sube de forma importante; nosotros hemos medido hasta unos 17,5 l/100 km.
Otros motores de gasolina
El A3 2.0 TFSI de 200 CV tiene un consumo mucho más bajo y unas prestaciones muy buenas (ficha comparativa). Por el momento, no hemos conducido el A3 con este motor.
El cambio automático «S tronic» puede ser de seis marchas o de siete (en función del motor). La variante de este cambio de siete marchas la estrenó el Volkswagen Golf, y tiene alguna diferencia de construcción respecto a la versión de seis marchas (más información).