Audi A4 (2008) | Impresiones de conducción

26/06/2008 |Redacción km77.com

Hasta el momento, hemos conducido tres versiones del A4. Dos de ellas tenían tracción delantera, la suspensión de serie y ruedas opcionales de 225/50 R17" (1.8 TFSI 160 CV con cambio multitronic y 2.0 TDI 143 CV con cambio manual).

La otra era un 3.2 FSI quattro con neumáticos de 255/35 R19", dirección y suspensión variables. Esta versión tiene de serie una suspensión deportiva que es opción para los A4 menos potentes.

El A4 no tiene la calidad de amortiguación de un Mercedes-Benz Clase C (que para nosotros sigue siendo la referencia en este aspecto) y quizá no reaccione tan bien en condiciones exigentes a alta velocidad (por ejemplo, si se da una frenada en plena curva). Tampoco tiene la agilidad de un BMW Serie 3. Lo que tiene el A4 es un muy buen punto intermedio entre comodidad y agilidad.

Como ocurre en el Clase C, quizás en distinta medida, el confort de suspensión se consigue sin que la carrocería se mueva excesivamente ni resulte torpe en las curvas. Además, ambos lo logran sin que el conductor se sienta aislado de lo que ocurre entre las ruedas y el asfalto.


La eventual diferencia de agilidad que tiene respecto a un Serie 3 se percibe en carreteras lentas si se circula rápidamente. En carreteras rápidas, a cualquier ritmo, el Audi A4 me parece muy satisfactorio en todas las variantes que hemos conducido.

Además del confort de suspensión y una muy buena estabilidad lineal (apenas le afectan las irregularidades de la carretera), tiene una aislamiento acústico efectivo, pero que no le distingue de otros coches más baratos (por ejemplo, un Renault Lagunano es más ruidoso a 140 km/h por autopista).

Todo ello combinado, da al A4 tacto de un coche más grande de lo que realmente es.

Opcionalmente puede llevar un sistema de suspensión activa de dureza variable («Amortiguación regulable» o «damper control»)y otro de dirección activa «Dirección Dinámica», un sistema que varía automáticamente la desmultiplicación de la dirección (mas información)). Ambos elementosdan un resultado muy bueno; en conjunto, consiguen mejorar la entrada en curva y facilitar la trazada. Estos dos sistemas están disponibles para todos los A4, salvo para el 1.8 T FSI de 120 CV.

Con la suspensión activa el conductor puede escoger entre dos ajustes («Comfort» y «Dynamic»), o bien dejar que el sistema actúe automáticamente. Si alguien tiene intención de circular rápidamente por una carretera de montaña con este coche, tiene sentido que seleccione el modo deportivo; en cualquier otro caso, el modo automático funciona sobradamente bien.

Tanto la dirección variable como la suspensión son opciones independientes pero, para montar cualquiera de ellas (o las dos), hay que encargar también la opción «Active Select» (a su vez, este sistema implica montar el navegador). Con la opción «Active Select», el conductor puede modificar también la respuesta del motor al acelerador y, si lo lleva, del cambio automático.

Nos ha parecido que entre las opciones de dirección activa y suspensión activa, la que tiene mejor relación entre coste y beneficio es la primera, aunque hay que tener en cuenta que el funcionamiento y tacto de la dirección de serie es muy agradable.

Una diferencia adicional entre las versiones de cuatro cilindros y las de seis es que las primeras no tienen asistencia variable en la dirección y las segundas sí.


Aunque en km77.com no valoramos positivamente las ruedas grandes, las suspensiones duras ni a la tracción total en la mayoría, de los turismos, lo cierto es que el A4 3.2 quattro con ruedas de 19", suspensión y dirección activa da un resultado muy bueno. Esta versión la hemos conducido brevemente, pero nos ha parecido ágil y, en términos absolutos, muy conseguido por estabilidad y confort.

El Diesel de 143 CV con cambio manual es superior a la anterior de 140 CV en casi todos los aspectos y también es muy satisfactorio comparada con otros modelos de características similares.

Con este nuevo motor, el A4 es mucho más suave y silencioso. El A4 2.0 TDI de 143 CV es tan rápido como cabe esperar de su potencia (prestaciones del A4 2.0 TDI) y su consumo es bajo: gastó 6,2 l/100 km en un recorrido de ida y vuelta por autopista, a una media de 124 km/h. Es algo menos de lo que gasta un Mercedes-Benz C220 CDI.

El motor de gasolina de 1,8 l con turbocompresor, en versión de 160 CV, da un resultado en el A4 tan bueno como en los otros modelos en los que lo hemos probado. No es poco motor para este coche ni le falta suavidad; no obstante, la sensación de empuje en un A4 es diferente a la que tiene en coches más ligeros (por ejemplo, un SEAT León).

En los motores de cuatro cilindros, tanto Diesel como gasolina, de 143, 160 y 180 CV y 190 CV, la alternativa al cambio manual de seis velocidades es el cambio automático de variador multitronic. Aunque tiene muy buenas cualidades, no recomendamos a nadie que compre un A4 con estos motores y este cambio sin probarlo antes (mas consideraciones sobre el cambio multitronic).

El motor de gasolina de 3,2 l FSI da un resultado muy bueno también. Con este motor, el A4 acelera con fuerza, uniformemente, es suave y silencioso. Es posible que el rendimiento del motor BMW de 3,0 l sea algo mejor, pero la diferencia no es grande y el motor de Audi A4 tiene una ligera ventaja de respuesta a régimen bajo.


Todos los A4 tienen de serie control de estabilidad (que se puede desconectar hasta 70 km/h), con funciones adicionales como un sistema que puede estabilizar el remolque y un sistema de secado de discos. También hay un sistema de control de la presión de los neumáticos (de serie para algunas versiones).

Puede tener un asistente de alerta por cambio involuntario de carril(«Audi Lane Assist»); funciona mediante una cámara a partir de unos 65 km/h. Indica al conductor si se ha salido de las líneas que delimitan el carril (si no ha conectado el intermitente) mediante vibraciones en el volante (la intensidad de las vibraciones y el momento en el que se producen se pueden configurar en tres niveles).

También puede tener un sistema que controla el ángulo muerto («Audi Side Assist»), compuesto por un sistema de radar (no de cámaras). Este sistema funciona a partir de 60 km/h. Hay previstos dos niveles de intensidad de los diodos que avisan al conductor.

Hay disponible un sistema de programador de velocidad activo.