Audi A4 (2016) | Información técnica
La carrocería del A4 2016 mide 4,73 metros de longitud, 1,84 metros de anchura y 1,43 metros de altura, por lo que las dimensiones no cambian mucho respecto al modelo anterior (es 3 cm más largo, 1 cm más ancho e igual de alto). Tiene una plataforma distinta a la del anterior A4, que Audi denomina MLB evo.
Hay dos aspectos técnicos que sobresalen en el Audi A4 2016. Uno es su bajo coeficiente aerodinámico (Cx). El otro es que el peso es moderado.
El Cx es, en el mejor de los casos, 0,23. Es un dato muy bueno; los del BMW Serie 3 2015 y el Mercedes-Benz Clase C 2014 son 0,27. Ahora bien, este valor corresponde únicamente a la versión 2.0 TDI 150 CV ultra; en el resto de modelos es mayor. Así el del A4 2.0 TDI «no ultra» es 0,26 y los A4 con motor de seis cilindros (siempre Diesel) tienen un Cx de 0,28 (ficha comparativa).
Las versiones 2.0 TDI ultra consiguen los mejores valores de aerodinámica, en parte, porque presentan, en la rejilla frontal, un par de lamas que se cierran o abren (imagen) para mejorar la aerodinámica o incrementar la refrigeración del motor respectivamente, según las necesidades del momento. Otra medida presente es que la parte inferior de la carrocería está carenada en su mayor parte, incluidos los brazos de la suspensión posterior (imagen).
El peso es bajo en términos relativos. El Audi A4 2016 más ligero (versón 1.4 TFSI de 150 CV) pesa 1395 kg, que es menos que la mayor parte de las berlina de su tamaño, a excepción del Volkswagen Passat 2015 con el mismo motor, que es ligeramente más liviano. Un Mercedes-Benz C 200 (156 CV) pesa lo mismo con una carrocería de menor longitud (ficha comparativa).
Audi ha bajado el peso de esta generación del Audi A4 2016 haciendo cambios en muchos puntos. Las mayores reducciones de peso se han conseguido porque el motor 1.4 TFSI tiene ahora el bloque de aluminio, la caja de cambios manual tiene ejes huecos y su carcasa presenta piezas de magnesio. También hay reducciones importantes de masa debido a la nueva combinación de distintos tipos de acero en la estructura de la carrocería, porque hay más piezas de aluminio en la suspensión, porque la estructura de los asientos está optimizada (los respaldos de los traseros son de acero de alta resistencia y magnesio), porque hay mayor cantidad de cableado de aluminio o porque la batería es del tipo AGM (Absorbed Glass Mat). Otra medida para homologar poco peso es que los motores Diesel de 2,0 litros de cilindrada llevan asociado un depósito de solo 40 litros, poco para lo habitual en una berlina de este tamaño, si bien quizá no sea escaso dado el bajo consumo que tiene.
La versión con el motor de gasolina de menor potencia —1.4 TFSI— tiene 150 CV y un par máximo de 250 Nm que mantiene constantes entre 1500 y 3500 rpm. El bloque está fabricado en aluminio, tiene el colector de escape integrado en la culata y cuenta con un circuito de refrigeración propio. El sistema de inyección por conducto común puede trabajar con presiones de hasta 200 bar.
En el siguiente escalón de los motores de gasolina está el 2.0 TFSI, que se puede elegir con dos niveles de potencia: 190 CV y 320 Nm de par o 252 CV y 370 Nm de par. Como el 1.4 TFSI, cuenta con un colector de escape integrado en la culata, pero además tiene distribución variable en las válvulas de escape y un sistema de inyección doble —directa e indirecta—. En este artículo hay abundante información sobre este motor. La variante de 190 CV viene asociada a la denominación «ultra», con la que Audi se refiere a las variantes de menor consumo de la gama.
La gama de motores Diesel está compuesta por dos de cuatro cilindros y 2,0 litros de cilindrada —2.0 TDI de 150 o 190 CV— y dos de seis cilindros y 3,0 litros de cilindrada —3.0 TDI de 218 CV o 272 CV—. Los dos de menor potencia tienen dos ejes de equilibrado en el bloque para disminuir las vibraciones y un sistema de inyección por conducto común que puede trabajar a una presión máxima de 2000 bar.
Las versiones Diesel 3.0 TDI tienen unas nuevas culatas y modificaciones en la distribución por cadena. La variante de menor potencia —3.0 TDI 218 CV— va siempre asociada al cambio automático de doble embrague S tronic.
A finales de 2016 se añadirá a la gama una variante, denominada «g-tron», que podrá funcionar indistintamente con gasolina o con gas natural. También admitirá el «Audi e-gas», un carburante parecido al gas natural desarrollado por Audi de manera sostenible (más información). Los depósitos de gas del A4 «g-tron» están situados bajo el piso del maletero y pueden contener 19 kg de gas a una presión de 200 bar. Según Audi, la cara interior de estos depósitos está fabricada de una poliamida impermeable al gas, la capa intermedia de plástico reforzada con fibra de carbono y la exterior de plástico reforzado con fibra de vidrio. El motor es un 2.0 TFSI con 170 CV de potencia y 270 Nm de par máximo. El consumo medio de gas es inferior a 4 kg por cada 100 km, lo que permite recorrer unos 500 km sin utilizar gasolina.
La suspensión mantiene los mismos esquemas que el A4 2012 (paralelogramo deformable en los dos ejes), pero Audi ha realizado modificaciones enfocadas a ofrecer un mejor confort a los ocupantes y una mayor precisión en la conducción. El eje delantero tiene cinco brazos que, al igual que el buje y los soportes de los amortiguadores, están fabricados en aluminio forjado (imagen). También son nuevos los casquillos, los amortiguadores (monotubo) y la barra estabilizadora (ahora es hueca).
El sistema de encendido y apagado automático del motor en las detenciones (Start&Stop) también ha sido mejorado frente al del modelo anterior. Ahora puede actuar antes de que el vehículo llegue a detenerse (funciona por debajo de 7 km/h en todas las versiones, excepto en la 3.0 TDI 272 CV tiptronic, que lo hace por debajo de 3 km/h).
Audi sigue ofreciendo en esta generación del A4 dos tipos de tracción —delantera o total— y tres cajas de cambios —una manual y dos automáticas: «S tronic» de siete relaciones y «Tiptronic» de ocho—. Una novedad es que ambos cambios automáticos incorporan la función de desacoplamiento automático del embrague cuando el conductor no pisa el acelerador, para dejar al coche avanzar con menor resistencia (avance por inercia). Con el motor Diesel de 272 CV se ofrecerá, a partir de 2016, un diferencial trasero activo (imagen).