Las prestaciones son muy semejantes a las de otras berlinas de este tipo. Un 530d con cambio manual es algo más rápido, un S-Type 2.7D es algo más lento y un E 320 CDI acelera prácticamente igual. Cualquiera de ellos puede sostener fácilmente un ritmo de viaje de retirada de carné, y acelera lo suficiente para adelantar con soltura o incorporarse rápidamente a un carril rápido. La aceleración no me parece determinante a la hora de escoger entre cualquiera de ellos, salvo para quien tenga mucho empeño en manifestar lo mucho que corre su coche.

Al acelerar a fondo, se produce un cambio a una marcha más larga cuando el motor alcanza unas 4.300 rpm. Esto es así en cualquiera de los modos de funcionamiento del cambio: automático normal, con el programa Sport» o manejándolo con los mandos secuenciales.

Curiosamente, apurar el motor hasta ese régimen no siempre proporciona la máxima aceleración. En el adelantamiento desde 100 km/h, hemos obtenido un resultado ligeramente mejor seleccionando manualmente la cuarta velocidad (2.950 rpm a 100 km/h). Si a esa velocidad se pisa a fondo el acelerador o se selecciona manualmente la marcha más corta posible, engrana la tercera (3.920 rpm) y es ligeramente más lento.

El cambio tiptronic que lleva permite acelerar a fondo en marchas largas desde baja velocidad, siempre que no se pise el «kick-down»; por esta razón es posible medir las recuperaciones y compararlas con las de un coche de cambio manual. El resultado está visible en la página de mediciones, es algo más lento que un 530d manual, con una diferencia tanto más apreciable cuanto más larga es la marcha. El Audi tiene unos desarrollos ligeramente más cortos que el BMW, pero pesa 170 kg más. En todo caso, acelerar a fondo desde 80 km/h en sexta, con el motor a 1.425 rpm, puede ser útil para medir prestaciones, pero no equivale a ninguna circunstancia normal de carretera.

El motor es suave y silencioso; en carretera es mucho más evidente el ruido de rodadura y el aerodinámico que el del motor. Por ruido y vibraciones, me parece mejor que el 530d y el E 320 CDI, pero no tanto como el S-Type 2.7D.

El ruido de este V6 no es claramente de Diesel (como sí lo es el de los otros dos motores alemanes, ambos de seis cilindros en línea), pero tiene una vibración al ralentí que no tienen normalmente los motores de gasolina, y que resulta claramente perceptible en el volante y en el asiento. En marcha gana mucho en suavidad y ya es más difícil identificar de qué motor se trata.

El cambio ZF que lleva me parece muy rápido y suave, pero he notado algo que no había notado en otros modelos que lo llevan (varios BMW y Jaguar, siempre de tracción trasera). En algunas ocasiones, cuando el coche se mueve despacio (por ciudad o en un atasco) sin que el conductor pise el acelerador, pega un pequeño tirón en el momento en que vuelve a pisarlo (aunque se haga con mucha suavidad). La impresión que da es que se produce un acople mecánico justo en el momento de acelerar.

Por lo demás, me parece un cambio excelente. En circulación normal, jamás he echado de menos un cambio manual, y ni siquiera me parece que el modo «Sport» sea muy necesario. Si se circula en la posición «D», el cambio da la aceleración requerida con rapidez.

En los casos en que es imprescindible la anticipación del conductor (por ejemplo antes de un adelantamiento), basta un toque con el meñique izquierdo al mando del volante (opcional, 135 €) para reducir las marchas que sean necesarias. El coche queda en la marcha seleccionada, cambia a una superior cuando llega al límite de régimen, y vuelve al programa «D» pasado un tiempo.

En este recorrido de consumo el A6 3.0 TDI ha gastado 8,4 l/100 km; prácticamente lo mismo que un E 320 CDI y que un S-Type 2.7D. Un 530d, con cambio manual ha gastado algo menos. La versión automática del S-Type y el E320 CDI gastan prácticamente lo mismo.

En un recorrido rápido por carreteras lentas, que no equivale al consumo máximo, ha gastado 16,8 l/100 km; en ese mismo recorrido (y el mismo día) un 530d manual gastó 14,9 l/100 km y un S-Type 2.7D, 16,7 l/100 km. En condiciones normales de circulación por carretera y ciudad es normal que el A6 3.0 TDI baje de 10 l/100 km.