Audi A6 Avant 2.7 TDI 6 vel (2005) | Con la suspensión deportiva opcional es menos cómodo y no más estable que la berlina
La unidad que hemos probado del Avant tenía neumáticos Michelin Primacy 225/50 17 98 Y Extra Load, que no nos han gustado en ninguno de los coches que hemos probado con ellos. También tenía la suspensión deportiva normal, que rebaja la suspensión 20 mm. Hay otra suspensión deportiva más dura (rebaja la carrocería 20 mm), disponible sólo si se encarga el kit S Line completo (una opción que cuesta 2.360 €), no el Kit S Line exterior.
Encuentro una gran diferencia entre este A6 y otras versiones que hemos probado (el 3.0 TDI y el 3.2 FSI); éste es menos estable que los otros, y menos cómodo que los que hemos probado sin la opción de suspensión deportiva. Las diferencias entre ellos son demasiadas como para poder determinar cual es la causa: éste tiene carrocería familiar y los otros no, las dimensiones de las ruedas son diferentes, la marca y modelo de los neumáticos también lo son, este Avant tenía tracción delantera y los otros eran quattro.
Por las razones que sean, lo que se puede apreciar claramente es que este A6 es un coche más subvirador que los otros que hemos probado. Le cuesta más entrar en la curva y, una vez dentro, tiene más tendencia a abrir la trayectoria aunque no se pise más el acelerador. El control de estabilidad tiene que funcionar más a menudo en éste que en los otros que hemos probado.
Todo esto es apreciable sólo si se conduce a un ritmo rápido por carreteras lentas. En carreteras rápidas tiene una precisión en la trayectoria semejante a la de los otros Audi, alta en términos absolutos. Si no va aún mejor en carreteras rápidas es porque la suspensión es seca, y mueve la carrocería en circunstancias en las que otros coches de este tipo absorben las irregularidades del suelo. Esos movimientos normalmente no apartan al coche de la trayectoria, pero pueden restar confianza (además de ser incómodos).
Lo que sí se nota en carreteras rápidas, siempre que el asfalto no sea perfecto, es que la amortiguación puede ser dura. Los movimientos de balanceo o cabeceo están bien contenidos, pero los baches que mueven rápidamente a las ruedas se sienten demasiado. Salvo para quien aprecie mucho el aspecto que tiene el coche con la carrocería tan baja, o para quien no tenga inconveniente en sentir los baches, no me parece que la suspensión deportiva S Line sea recomendable.
Los frenos aguantan bien cuando se conduce rápido con el coche vacío en condiciones en las que hay que usarlos a menudo. En conducción normal, no habrá ningún problema ni con la distancia de frenada ni con la resistencia al calentamiento aunque el coche vaya cargado.