Audi A7 Sportback (2018) | Impresiones del interior
El A7 Sportback tiene dos plazas delanteras muy amplias y tres traseras en opción. La central sirve para poco más que un uso puntual. Esta configuración de cinco plazas es opcional (365 €), ya que de serie detrás solo hay dos. El habitáculo parece fabricado con esmero tanto por cómo ajustan las distintas piezas entre sí (no se ven las diferencias que se encuentran por ejemplo en un Jaguar) como por los materiales empleados (cuero, Alcantara, metal y plásticos con muy buen aspecto).
Sobre estos últimos volvemos a quejarnos de la utilización del plástico «negro piano». Audi lo ha colocado a lo largo del salpicadero y lo habitual es que se llene de huellas y polvo. Esto, unido a las manchas que se dejan en las pantallas durante su uso, hace imprescindible llevar un trapo para no ver estas piezas siempre sucias. Otro punto mejorable es el empleo de superficies metálicas en la consola por los reflejos que, en ocasiones, producen, especialmente los que hay en la zona del botón de arranque y el volumen de la radio (esta superficie tiene una forma cóncava; imagen).
Salir de un coche bajo, especialmente cuando se aparca junto a un bordillo, puede ser un problema para aquellas personas que no sean ágiles o para las que, simplemente, les suponga una molestia. Este Audi es uno de ellos, así que,al menos a estas personas, les recomendamos que prueben a entrar y salir de coche varias veces en el concesionario para asegurarse que esto no les supondrá un problema durante su uso.
El acceso a las plazas traseras es menos incómodo de lo que quizás pudiera parecer por la caída del techo. Una vez en ellas, hay espacio suficiente hasta el techo para personas de aproximadamente metro ochenta y cinco. La plaza central es incómoda y, de sentarse en ella, hay que colocar los pies donde van los de los pasajeros de las plazas laterales puesto que el túnel de la transmisión es muy voluminoso.
Los pasajeros de las plazas laterales pueden colocar sus pies por debajo de los asientos delanteros, dado que hay espacio suficiente para ellos. Además, estos pasajeros traseros disponen de salidas de aire orientables en los pilares centrales y el final de la consola. En esta también hay mandos para la climatización (con el clima de cuatro zonas), dos tomas de corriente USB y una de 12 V (imagen). El respaldo de la plaza central se puede abatir y usarse como apoyabrazos. En él hay un par de portabebidas y un cajón, tapizado, con espacio para algo plano como un par de móviles o una tableta pequeña (imagen). También hay ganchos para ropa junto al asidero del techo y en el pilar central.
En el A7 Sportback pueden encontrarse hasta tres pantallas. Una es opcional (la del cuadro de instrumentos, que mide 12,3 pulgadas de diagonal; imágenes de ejemplo) y va asociada al sistema de navegación más costoso (MMI Navigation Plus; 1767 €). Si se adquiere, la pantalla que va colocada en la zona superior del salpicadero es más grande (10,1 pulgadas) que la de serie (8,8).
La tercera pantalla (de 8,6 pulgadas; de serie) va colocada debajo de la anterior. Desde ella se manejan muchas funciones, supliendo a los habituales mandos físicos, como la climatización del coche, algunas funciones de los asientos o también sirve para introducir textos, bien como un teclado o escribiendo directamente sobre ellas (imágenes de ejemplo). El reconocimiento de texto es muchísimo mejor que en cualquier otro coche: distingue mayúsculas, minúsculas e incluso caligrafía continua (la de un niño de 9 años). Esta pantalla sustituye al mando rotatorio MMI que, por ahora, sigue presente en algunos modelos de Audi de menor coste. Su funcionamiento es algo distinto al de otras pantallas: una primera presión sobre ella activa la zona seleccionada y es necesario hacer una presión más fuerte para que ejecute la orden. En general su uso no produce insatisfacción aunque para algunas funciones seguimos pensando que es preferible un botón o una ruleta tradicional.
Todas las pantallas se ven bien y nos parece especialmente recomendable la del cuadro de instrumentos porque en ella se puede visualizar también el navegador. Es más cómodo hacerlo ahí que en la de su derecha porque hay que desviar menos la mirada.
Salvo por las pantallas, Audi no ha utilizado ningún artificio para llamar la atención. El pomo del cambio no emerge de ningún lado y las rejillas de ventilación son tradicionales y se accionan directamente con la mano (en el Porsche Panamera, se hace desde la pantalla y es muy incómodo).
Es posible elegir entre tres diseños de volante (uno de cuatro brazos y dos de tres, uno de estos achatado en la parte inferior) y su aro puede estar calefactado. También es posible elegir dos tipos de asientos distintos a los de serie. A quien valore el confort por encima de tener un poco más de sujeción en las curvas (o un aspecto más llamativo) le recomendamos, sin duda, los confort en vez de los deportivos porque son los únicos que pueden tener ventilación y masaje, una función muy de agradecer en los días calurosos porque evita tener la espalda húmeda. Eso sí, tienen un precio elevadísimo (3055 €) y no incluye las funciones de climatización y masaje (1895 € más). El masaje lo producen 10 cámaras neumáticas y hay siete programas con tres niveles de intensidad.
El maletero tiene 535 litros de capacidad, la misma que en la generación anterior. Son 40 litros más que el de un Porsche Panamera, 15 litros más que el Mercedes-Benz CLS Coupe y 75 menos que un BMW Serie 6 Gran Coupe (ficha comparativa). Es muy profundo y no muy alto. El portón —de apertura eléctrica— deja un vano de acceso muy amplio y el borde de carga está a 67 cm del suelo, que es un valor medio.
Para evitar algo las corrientes de aire al abrir el portón o bien que el sol moleste menos a los pasajeros de atrás, la bandeja cubreequipaje tiene una pieza de tela perforada opcional (imagen) que se puede colocar vertical (imagen), ajustada entre el techo y la bandeja.
El sistema de acceso sin llave al coche es opcional (796 €), como también lo es el mecanismo que completa el cierre de las puerta de manera automática (621 €). El portón se puede accionar con un gesto del pie (una pequeña patada) para accionarlo cuando se llevan las manos cargadas. Durante los días que hemos tenido el A7 Sportback nos ha ocurrido que se ha accionado varias veces involuntariamente; es la primera vez que nos ocurre en un coche, al menos en tantas ocasiones.
También es opcional el techo solar, que en este caso es de dimensiones normales, no panorámico. Se puede llevar abierto a la velocidad máxima en autovía sin que se produzcan en el interior corrientes de aire; lo que sí puede molestar es el ruido.