Audi A8 4.0 TDI quattro (2003) | Mucha fuerza, suavidad y buena relación entre prestaciones y consumo
Este A8 empuja con extraordinaria fuerza desde tan sólo 1.600 rpm, y sube con mucha energía hasta 4.200 rpm, cuando el cambio automático inserta una marcha superior.
La respuesta es poderosa a cualquier régimen y en cualquier marcha, pero lo más destacable es su capacidad de aceleración a gran velocidad. Es capaz de mantener cruceros altos (de los de retirada de carné) con tanta facilidad, que obliga a ir muy pendiente del velocímetro. Es técnicamente posible alcanzar su velocidad autolimitada a 250 km/h con gran facilidad.
Con el cambio en modalidad secuencial, hemos podido medir su capacidad de recuperación (algo no siempre posible con un cambio automático). Es similar e incluso mejor en algunas mediciones que la de coches claramente deportivos, como el Ford Focus RS200, Seat León Cupra R o Alfa 147 3.2 GTA, todos ellos con mejor relación entre peso y potencia que el Audi A8 4.0 TDI (7,05 kg/CV).
Salvo al ralentí, cuando el coche está todavía frío, es casi imposible apreciar que se trata de un motor Diesel por su sonido. En cualquier caso, parece algo más ruidoso al acelerar desde bajo régimen que un motor V8 similar de gasolina, y también vibra más al ralentí.
En marcha es un coche silencioso y no se aprecia apenas el sonido del motor. A elevada velocidad, lo que más percibimos es el sonido de rodadura, ya que el motor apenas se escucha y no se generan ruidos aerodinámicos.
Después de la presentación de este coche, mi compañero Juan Manuel Pichardo comentaba que había conducido dos versiones distintas con ruedas opcionales (con neumáticos 245/690 R500 y 255/40 R19) y apuntaba que le había parecido más silenciosa la que tenía los neumáticos más estrechos, lo que hace probable que con los neumáticos de serie (235/55 R17) se obtenga el menor ruido de rodadura.
La unidad de nuestra prueba llevaba la opción de neumáticos antipinchazo PAX en medida 245 (más información sobre los neumáticos PAX). Audi ofrece en toda la gama A8 nada menos que once combinaciones diferentes de llanta y neumático (medidas de ruedas disponibles).
El compromiso que ofrece entre prestaciones y consumo es también muy difícil de igualar por un coche similar con motor de gasolina. Según los datos homologados por el fabricante, el A8 4.0 TDI tiene un consumo medio (9,6 l/100 km) similar al de modelos como el BMW 740d (9,7 l/100 km) o el Mercedes S 400 CDI (9,6 l/100 km).
A lo largo de nuestra prueba, hemos medido un consumo medio de 11,1 l/100 km en conducción de tipo mixto (ciudad/carretera) a un ritmo tranquilo. En las mismas condiciones, pero con un estilo de conducción más ágil, el consumo medio ha sido de 12,8 l/100 km. En condiciones de máxima exigencia, por carreteras de montaña, el consumo ha alcanzado los 18,5 l/100 km.
Aunque estas cifras pueden parecer altas, teniendo en cuenta los bajos valores a los que nos tienen acostumbrados los modernos turbodiésel, lo cierto es que un coche con motor V8 de gasolina de similar tamaño y peso puede llegar a gastar hasta un 50 por ciento más en las mismas condiciones de uso. No hay que olvidar que tiene una elevada cilindrada y pesa casi dos toneladas (1.940 kg).