BMW Serie 5 530d (2004) | Un puesto de conducción peculiar y con muchas cosas que aprender a manejar
No he tenido la ocasión de probar ningún elemento de equipamiento nuevo que no hubiera visto en la prueba del 530i, ni he apreciado de manera distinta los que tenía esa versión, así que reproduzco lo que dije en esa prueba.
Una de las cosas que está cambiado BMW de sus coches es el puesto de conducción. Hasta ahora era característica la parte central del salpicadero orientada al conductor y un asiento que se podía colocar cerca del nivel de los pedales.
Ya con el Serie 7, y ahora con el Serie 5, la parte central del salpicadero parece hecha para «compartirla» con el acompañante y el asiento queda lejos del suelo incluso en su posición más baja.
Quienes prefieran una posición elevada se encontrarán cómodos en este asiento, porque es posible ir de esa forma y —además— con una buena altura libre hasta el techo. Los que preferimos ir lo más cerca posible del suelo no vamos tan cómodos como antes.
El asiento que hemos probado es el menos costoso de los opcionales. Se distingue del asiento de serie porque tiene todos los ajustes eléctricos (también en el del pasajero), tres memorias en el del conductor, ajuste lumbar y reposacabezas activo.
En un buen asiento, aunque algo menos firme que el de anteriores BMW. Como el cuerpo va más bien alto, se nota mucho el movimiento de la carrocería en la parte superior de la espalda, que es lo que está menos sujeto.
En todo caso, es un coche donde es fácil sujetarse, bien contra el amplio apoyo del pie izquierdo, o bien apoyando lateralmente la pierna derecha. El reposacabezas (eléctrico con este asiento opcional) tiene el ajuste de inclinación en la parte superior, pero queda lejos de la cabeza en cualquier caso.
El BMW Serie 5 no tiene ajuste de altura del cinturón y eso es un fallo. A mí me quedaba casi correctamente ajustado, pero yo conduzco en una postura un poco rara (llevo la banqueta relativamente retrasada y el respaldo casi vertical). A otros compañeros la parte superior del cinturón les quedaba demasiado cerca del hombro. El manual de coche no explica cómo hay que colocar el asiento para que el cinturón quede correctamente ajustado en altura (más comentarios sobre esto).
BMW ha modificado el sistema que en el Serie 7 llamaba «i-Drive» (más información de este sistema en el Serie 7). Concentrar muchas funciones en un solo mando, con un sistema de menús, es una de las dos soluciones posibles a un problema que no tiene ninguna solución buena. La otra es multiplicar el número de mandos, lo que tiene sus ventajas y sus inconvenientes.
En este caso, me parece que hay una acertada distribución de funciones entre las que requieren el mando central y las que no. En conducción normal por ciudad y carretera no he necesitado el mando central; ya no es necesario para las funciones normales del sistema de ventilación, para poner o quitar el control de tracción y estabilidad o para manejar el ordenador, por ejemplo (más comentarios sobre este sistema).
El único mando independiente que podría echar de menos es un botón para elegir el CD o la radio, y esa función se le puede asignar a la tecla «MFSL» que hay en el volante (más información sobre esta tecla y sobre el manual de instrucciones). El mando de intermitentes es de tipo secuencial (más información).
La unidad que hemos probado tenía los faros de xenón opcionales y el sistema de iluminación en curva. Las dos cosas, junto con la opción de lavafaros (que es obligatoria al poner faros de xenón), cuestan 1.820 €, y me parece que merece la pena pagar por ellas, si se va a viajar de noche por carreteras no iluminadas. No sé cómo serán las luces normales, pero las de xenón y sin el sistema de iluminación en curva ya alumbran muy bien en cortas y en largas. Con el sistema de iluminación en curva, las luces dan una gran seguridad, principalmente en carreteras medias y lentas (más comentarios sobre estas luces).
El sistema de ventilación que hemos probado era el de serie en España y me parece que funciona muy bien por capacidad para ventilar sin hacer ruido, por cómo compensa las condiciones exteriores y por las posibilidades de configuración que tiene (que se manejan con el mando central y requieren estudiarlas y probarlas).
La unidad que probamos del 530i tenía los «cristales de confort climático laminados» que, según BMW: «Pueden interferir en el funcionamiento de los sistemas de pago de peaje automático». La unidad que hemos probado del 530d tenía una persiana eléctrica para la luneta y dos persianas manuales en cada puerta traseras. Aunque estos accesorios no son incompatibles, me parecen más interesantes las persinas que los cristales oscuros.