BMW Serie 7 (2015) | Equipamiento
BMW estrena en el Serie 7 2015 un sistema de aparcamiento remoto, el cual permite estacionar el vehículo sin que el conductor esté en el habitáculo, manejándolo desde el exterior mediante el mando a distrancia del coche. Esta función permite aparcar en lugares estrechos donde no sería posible abrir la puerta para salir. Para que se pueda realizar la maniobra, primero hay que colocar el coche enfrentado al hueco donde se quiere estacionar (y ha de ser de frente, no marcha atrás). Además, desde fuera hay que controlar la maniobra por si es necesario interrumpirla (vídeo en el que se muestra cómo funciona).
También hay disponible una versión mejorada del sistema de aparcamiento semiautomático con el conductor sentado en el coche. Ahora ya no es necesaria la participación de éste sobre los mandos, ya que el sistema, además de girar el volante, selecciona por sí solo la marcha adecuada en el cambio y acelera y frena. Me ha parecido muy útil puesto que permite aparcar el coche en un tiempo razonable y sin hacer más maniobras que un conductor medianamente hábil. Además, encuentra huecos de aparcamiento con eficacia y no hace falta ir muy despacio para que ello ocurra (hasta unos 30 kilómetros por hora); tampoco es necesario ir marcando con el intermitente hacia qué lado deseamos aparcar (busca sitio a ambos lados), con lo que no perturba la marcha de los conductores que van por detrás.
Otra novedad llamativa es el manejo mediante gestos de algunas funciones del sistema multimedia. Reconoce cinco movimientos de los dedos mediante una cámara colocada junto al plafón de luces delantero. Estos movimientos actúan sobre el volumen del equipo de sonido, permiten aceptar o rechazar una llamada de teléfono o elegir una de las muchas perspectivas que muestran las cámaras exteriores de aparcamiento. Además, es posible escoger una función a elegir por en conductor entre varias disponibles. En este vídeo aparece cómo funciona.
Mi experiencia con el dispositivo de reconocimiento gestual ha mejorado a medida que he practicado los movimientos necesarios y los he asimilado. Después de una semana de utilización, me he sentido familiarizado con el acceso de algunas de sus funciones (por ejemplo, la de subir y bajar el volumen) y no con otras (por ejemplo, con la que cambia la perspectiva que dan las distintas cámaras de aparcamiento que hay alrededor del coche, dado que me encontraba más cómodo haciéndolo desde la ruleta del iDrive ubicada entre los asientos).
El BMW Serie 7 2015 tiene de serie faros de ledes para todas las funciones y, opcionalmente, diodos láser para las luces largas, que duplican la distancia a la que llega el haz de luz: 600 m. Estos faros adicionales apoyan a los de ledes a partir de 70 kilómetros por hora. Cuando se supera esa velocidad se aprecia que la iluminación se incrementa con un haz de luz adicional muy largo y poco abierto (apenas alumbra los laterales de la carretera). Es posible que sean de utilidad si se viaja por carreteras con muchas rectas, en total oscuridad y con poco tráfico, y aún así, no estoy seguro que compense desembolsar los 3491 euros que cuestan.
Los sistemas de ayuda a la conducción han sido ampliados respecto a los que tenía el modelo anterior. El Serie 7 2015 puede actuar sobre la dirección (hasta 210 km/h) para mantener el coche entre las marcas viales (este sistema se denomina Asistente de conducción y guiado) o seguir al vehículo que le precede (Asistente de atascos). Para que ambos sistemas funcionen, el conductor tiene que mantener al menos una mano en el volante y no llevar guantes (el aro del volante lleva un sensor que reconoce el contacto con la piel).
El asistente de conducción y guiado (no confundir con la alerta por cambio involuntario de carril) me ha gustado porque libera al conductor de la tarea de mantener el coche bien centrado entre las líneas que delimitan el carril y ayuda a conducir más relajadamente en vías amplias. Gracias a la intervención de este dispositivo, el coche puede trazar por las curvas por sí solo sin más esfuerzo por parte de conductor que mantener una mano (mejor las dos) sobre el volante (yo me he encontrado muy cómodo poniendo las dos a las 10 y 10 y dejando descansar sobre ellas el peso de los brazos). En carreteras amplias y bien señaladas funciona bien siempre que las marcas que delimitan el carril estén bien visibles. En vías más lentas no es capaz de seguir toda la trayectoria de las curvas sino que únicamente mueve el volante en la parte incial del giro. Este dispositivo funciona en base a la información que recogen una cámara y cinco sensores radar.
El asistente de atascos funciona por debajo de 70 km/h. Básicamente sigue la trayectoria del vehículo que va delante. Interviene tanto si sólo detecta al vehículo que va delante como si también detecta las marcas viales que delimitan el carril. Hay dos razones por las cuales no le he sacado mucho partido. La primera, es que suele reproducir la trayectoria del vehículo precedente; es decir, si éste está circulando muy aproximado a una de las dos marcas viales que delimitan el carril, el Serie 7 también lo hace. Dos, si el vehículo delantero toma un desvío (aunque lleve el intermitente conectado), el sistema hace el amago de seguirlo provocando en el conductor un momento de confusión. Por lo tanto, es un sistema limitado casi en exclusiva a la circulación por atascos en autopistas (el manual recomienda no utilizarlo en poblaciones o en vías en obras) en un mundo ideal (o casi ideal, porque en los mundos ideales no hay atascos) donde los coches precedentes circulen perfectamente centrados y no tomen desviaciones.
Los radares traseros se utilizan para evitar una posible colisión por alcance. Si detectan que ésta puede suceder, advierte al conductor que se aproxima, mediante el uso de las luces traseras, de una situación de riesgo. Estos radares también se emplean para detectar tráfico en la parte trasera del coche cuando se sale marcha atrás de un aparcamiento en batería.
BMW ha mejorado el sistema de cámaras con visión de 360 grados. Ahora puede mostrar una imagen en tres dimensiones o una panorámica de la parte delantera y posterior del coche (vídeo). La calidad de la imagen es muy buena. Estas cámaras sirven para varias cosas. Por ejemplo, ayudan a dejar el coche perfectamente centrado en las líneas de un aparcamiento en batería, en los carriles de un túnel de lavado o a hacerse una idea de la distancia que queda hasta un obstáculo. También sirven para conocer si hay sitio lateral suficiente para abrir las puertas o si una rueda está a punto de golpear con un bordillo. Aunque útiles, no son infalibles. Por ejemplo, es difícil ver a qué distancia quedan las columnas de los flancos de la carrocería cuando se está maniobrando un aparcamiento subterráneo con poca luz.
La llave «inteligente» es un mando que, además de los botones habituales, tiene una pantalla táctil (imagen). Desde esta pantalla se puede comprobar si el coche se dejó con las puertas y las ventanillas abiertas o cerradas y las luces encendidas o apagadas. También permite ver la autonomía disponible, el estado del aceite y otros aspectos básicos relacionados con el mantenimiento. El mando permite programar a distancia la ventilación independiente (o la calefacción independiente si está montada). Funciona en un radio de hasta 350 metros en el mejor de los casos; esta distancia se reduce mucho si el coche está aparcado, por ejemplo en un parking subterráneo. El mando se puede cargar inalámbricamente en un soporte para tal fin que hay en el cajón con tapa situado entre los asientos (imagen). Después de una recarga inalámbrica, alcanza tal temperatura que es incómodo metérselo en el bolsillo. También se puede cargar mediante una toma USB. Es posible utilizar el mando con la pantalla apagada, como un mando a distancia normal, y así reducir el consumo de batería. El mando permite almacenar varios perfiles de conductor habitual (se pueden guardar unos 20 ajustes personalizados), más uno de conductor esporádico (este perfil no se almacena en la memoria del sistema como sí ocurre en el caso de los conductores habituales).