BMW Serie 8 Coupé (2018) | Impresiones del interior
En el Serie 8 los asientos están colocados a poca altura del suelo del habitáculo. Las piernas se pueden llevar poco flexionadas porque el recorrido en profundidad del volante es largo y el asiento se puede alejar mucho de los pedales. A pesar de esto, la postura de conducción es más cercana a un turismo que la que se tiene en un Porsche 911 (que no es una ventaja ni un inconveniente, dependerá de los gustos de cada uno). A cambio, la visibilidad es mejor, sobre todo hacía la parte trasera, y el acceso algo más cómodo.
Los asientos tienen un relleno firme que a mí no me ha parecido duro. Es posible ampliar la superficie de la banqueta alargándola. Este y el ajuste en profundidad de los apoyacabezas son los únicos manuales; el resto, incluidos la altura de apoyacabezas y el soporte lateral del respaldo, se realizan con mandos eléctricos.
La calefacción de los asientos delanteros es de serie, mientras que la función de ventilación es una opción. También es una opción la calefacción de la superficie de los reposabrazos (de las puertas y el central; se conecta a la vez que la de los asientos) y del aro del volante (imagen del botón que lo activa).
No hay un sistema de acerque el cinturón de seguridad al hombro de los pasajeros delanteros, como sí tienen el Mercedes-Benz Clase S Coupé (imagen) e incluso el BMW Serie 4 Coupé (imagen). A mí, que conduzco con el asiento muy retrasado porque mido más de metro noventa, no me supone un inconveniente muy grande, pero a quien vaya colocado más adelantado le resultará incómodo llegar a él. Un Porsche 911 de la generación 992 es más amplio en esta medición y un Lexus LC, menos.
Delante no falta espacio para conductores de altura similar a la mía. Por encima del metro noventa y cinco de estatura la cabeza rozará con el techo, aunque sigue habiendo espacio suficiente para las piernas.
Detrás, en cambio, hay poco espacio para un adulto. No sólo vertical hasta el techo, sino que también falta para las piernas. Un niño en su sillita podrá ir siempre que el pasajero delantero sea de talla pequeña y lleve su asiento muy adelantado. El hueco para las piernas medido en sentido longitudinal es 10 centímetros inferior al de un Lexus LC y 4 cm menor que el de un BMW Serie 4 Coupé. En un Porsche 911 la situación es todavía peor a este respecto (tabla comparativa de mediciones).
Para acceder a estas plazas hay que ser también pequeño o flexible dado que el hueco que hay entre el pilar central y el respaldo del asiento delantero es pequeño. Para introducirse hay que hacerlo desde la puerta más próxima a cada asiento dado que no hay hueco para pasar las piernas de un lado al otro (imagen), lo que obliga al conductor a salir del coche para permitir el paso a quien vaya sentado tras él.
Los asientos delanteros tienen un mecanismo automático para dejar el mayor hueco posible. Se acciona tirando de una cincha que hay en el respaldo (imagen) que acciona un mecanismo que lo abate hacia delante lentamente para, a continuación, adelantar con la misma lentitud el asiento.
La instrumentación se ve en una pantalla de 12,3 pulgadas. Da impresión de buena calidad por la resolución de los gráficos y por la fluidez con la que los mueve el procesador informático. Muestra de manera permanente el nivel de carburante y la velocidad a la derecha y la temperatura del refrigerante y las revoluciones del motor a la derecha (imagen). Los modos de conducción cambian muy ligeramente la estética de los gráficos (modo SPORT y modo COMFORT; todas las variables). Con el modo ECO PRO el cuentarrevoluciones se sustituye por un medidor de consumo instantáneo (imagen).
Es posible configurarla para que no muestre una parte de la información y así obtener una vista más despejada de los indicadores principales. Por ejemplo, se puede hacer que en la parte central, donde aquí se ve un mapa, no haya nada. No obstante, el diseño me parece abigarrado y todo lo que pueda tener de vistoso lo pierde en facilidad de lectura (empezado por un cuentarrevoluciones que avanza en sentido contrario al velocímetro; imagen).
El sistema de proyección de información en el parabrisas, o head-up display, también muestra información abundante (imagen). Esta se ve muy bien, gracias en parte a que el área de proyección es amplia (un 16 % superior al que BMW utiliza en los modelos sin el sistema operativo «BMW 7.0»). Como la instrumentación, tiene gráficos de buena calidad y es posible determinar qué información se quiere ver dentro de un listado cerrado de opciones (imagen).
Hay cuatro formas de utilizar el sistema multimedia: con los manos del volante y de la consola, directamente desde la pantalla (es táctil), con instrucciones habladas o con gestos para algunas funciones, como las de variar el volumen (girando el dedo en el aire) o seleccionar una llamada (pulsando un botón imaginario). No tengo claro si el sistema de gestos es útil o no; yo lo he usado alguna vez para el volumen, pero al mismo tiempo me daba cuenta de que habría sido más rápido hacerlo con los mandos del volante. Y alguna vez ha interpretado un movimiento de la mano sin intención con una orden. No es compatible con Android Auto, sí con Apple Carplay.
Esta pantalla, situada en la parte superior del salpicadero, donde apenas hay que desviar la vista de la carretera, no siempre se ve bien por culpa de los reflejos, algo que no recuerdo que me haya pasado en otros modelos de BMW.
La disposición de los mandos tiene cambios respecto a lo que ha sido habitual durante muchos años en BMW y no han sido a mejor bajo mi criterio. Ahora, hay muchos botones en el lado izquierdo del volante para las luces (en vez de un mando giratorio) y, junto a ellos y muy difícil de localizar mientras se conduce, el de la visión nocturna (imagen). En la consola, los pulsadores que se utilizaban para cambiar los modos de conducción (uno hacia la selección ascendente y el otro descendente) han sido reemplazados por un botón para cada uno (hay cuatro: Sport, Comfort, Eco Pro y Adaptative; imagen) y es casi imposible manejarlos si mirarlos, algo que antes sí era posible. Sí se conservan los programables de la consola (imagen; sirven para memorizar las emisoras de radio o un destino del navegador, por ejemplo).
Un punto fuerte del Serie 8 es la impresión de calidad que transmite su habitáculo. Está hecho con materiales buenos al tacto y la vista, y ajustes firmes y precisos entre piezas que no producen ruidos al pasar por baches. Techo y pilares estaban recubiertos en nuestra unidad con piel vuelta, el cuero se utiliza en todo el salpicadero, los asientos, el volante y en los dos tercios superiores de las puertas. Por tanto, sólo hay plástico en las partes menos visibles.
Hay poco plástico negro brillante, pero el que hay está en zonas muy proclives a ser tocadas, como en los botones numéricos de memoria del sistema multimedia (imagen) y en todos los mandos que quedan alrededor de la palanca del cambio y el mando giratorio (imagen). El pomo y el botón de arranque están decorados con un plástico, como si fuese una piedra preciosa tallada (imagen); lo de que sea bonito queda al gusto de cada uno, pero a todos les molestarán los brillos que producen cuando reflejan la luz del sol.
El volumen del maletero es 420 litros, un valor superior a lo máximo que puede ofrecer un Porsche 911 (396 litros, que resultan de sumar los 132 litros del maletero delantero a los 264 del trasero con los asientos posteriores abatidos). También es más grande que el del Clase S Coupé (400 litros) y el Lexus LC (197 litros). Con unas palancas ubicadas en la parte superior del maletero, se puede abatir cada una de las dos plazas traseras (imagen). La apertura y el cierre del portón son eléctricos y se pueden activar con un movimiento del pie, sistema que funciona muy bien en este BMW y que resulta muy cómodo.
Alrededor de las plazas delanteras hay suficientes lugares para vaciarse los bolsillos: en las puertas (imagen), bajo el apoyabrazos central (imagen) y en los dos portabebidas que hay delante de la palanca del cambio. Por delante de los portabebidas hay otro hueco que está pensando para recargar sin cables un teléfono móvil o el mando a distancia opcional (imagen). Para estas plazas hay dos tomas USB y dos de 12 V (una de cada a la vista y la otra en el cajón central; imagen), en cambio los pasajeros traseros no disponen de ninguna.