BMW X3 (2007) | Impresiones de conducción
La versión que hemos probado del X3 tenía la suspensión deportiva opcional. Es importante tenerlo en cuenta porque nuestras impresiones de conducción pueden variar de forma importante frente a un modelo que lleve la de serie.
Con la deportiva, el X3 es el vehículo con carrocería de todo terreno más estable y con mejor tacto entre todos lo que he conducido. Por cómo se mueve y su respuesta, parece estar más cerca de un Serie 3 que del X5 (en parte por la diferencia de peso: comparando las versiones 3.0d, el X5 no tiene el motor 2.0d, el X3 pesa 270 kg menos que un X5 y 170 kg más que un 330xd).
La dirección es excelente tanto por su tacto como por la información que transmite. Permite guiar con precisión al X3 en curvas y, en carreteras bacheadas, no llegan golpeteos a las manos, lo que produce una agradable sensación de solidez. Es una lástima que la dirección activa que pueden llevar el X5 o la Serie 3 no esté disponible para este modelo.
Una de las cosas que distingue a un coche bueno de otro que no lo es tanto es, generalmente, el aislamiento que hay entre la suspensión y resto del chasis. Un buen aislamiento impide que las pequeñas irregularidades sobre las que pasan las ruedas se transmitan al interior. En este aspecto el X3 sobresale de entre todos los todo terreno de sus características
El sistema de tracción total «xDrive», además de proporcionar mayor tracción, actúa anticipándose al control de estabilidad corrigiendo una posible perdida de trayectoria. Me resulta difícil cuantificar su influencia sobre la conducción, pero lo cierto es que el X3 mantiene la trazada y tan sólo si se intenta cerrar mucho la dirección con el coche muy apoyado, aparece el subviraje (salvo que se cometa un error al entrar en la curva).
Por todo lo anterior, el X3 es un coche muy recomendable para quien disfrute conduciendo a un ritmo rápido pero no quiera, por algún motivo, renunciar a la carrocería de todo terreno.
La parte negativa reside en el confort que proporciona la suspensión deportiva. A todos los que lo hemos conducido nos ha parecido suficientemente incómodo como para preferir otro modelo diferente al X3, al margen de sus cualidades dinámicas. En un deportivo sería una suspensión razonablemente confortable; en un todoterreno como éste no tiene ningún sentido que sea así de dura. Tal vez con la suspensión normal, el confort sea bueno y la estabilidad también.
Junto con la estabilidad, otro punto fuerte del X3 2.0d es el consumo del motor de 177 CV. Este motor Diesel destaca por lo poco que gasta, sea cual sea la forma en que se conduzca. Se pueden hacer medias de 150 km/h sin superar 8,5 l/100 km o no alcanzar 7,0 l/100 km si se circula por autovía a la velocidad máxima permitida en España. Durante la prueba, el consumo por ciudad y alrededores no ha llegado a 10 l/100 km.
El motor 2.0d mueve con soltura el X3 pero tampoco hay que esperar unas sensaciones que transmite en un 320d. Según nuestras mediciones es considerablemente más rápido que un Land Rover Freelander 2 TD4 de 160 CV y sólo algo más que un Citroën C-Crosser 2.2 HDi 156 CV.
Dos aspectos mejorables de este motor son la sonoridad y las vibraciones. El característico ruido de motor Diesel llega al habitáculo; no es especialmente molesto, pero hay varios motores de esta potencia que son mejores en este apartado. También es un motor que vibra, algo que no sería destacable si no fuese porque esas vibraciones se transmiten con claridad al volante y, sobre todo, a la palanca del cambio.
El cambio manual de seis relaciones tiene el manejo característico en BMW: ofrece cierta resistencia, lo que lo hace menos agradable que otros cuando se conduce con normalidad, pero en una conducción rápida resulta preciso y con buen tacto. La marcha atrás se selecciona llevando la palanca a la izquierda de todo, tras vencer una pequeña resistencia a la altura de la primera. Es un mecanismo que BMW emplea en todos sus modelos con cambio manual y que en ocasiones puede provocar un error del conductor: meter primera en vez de la marcha atrás. En el caso de un coche que va a ser utilizado en el campo, como es el X3, nos parecería preferible otro sistema que impidiese equivocarse ya que las consecuencias pueden ser más graves (por ejemplo al maniobrar junto a un terraplén).
Fuera del asfalto, el X3 es uno de los todoterreno ligeros con un sistema de tracción total más eficaz. Por tanto, sus principales limitaciones en el campo son la falta de reductora, una suspensión con un recorrido libre algo justo y unos neumáticos orientados al asfalto (Michelin Pilot HX MXM4 235/55 R17, en el coche que hemos probado).
El sistema de tracción «xDrive» no tiene ningún bloqueo mecánico de los diferenciales delantero y trasero. Es el control de tracción y estabilidad («DSC») el encargado de frenar la rueda que patina para permitir que la que tiene tracción mueva el coche. De hecho, hay un programa específico para utilizarlo en campo (se activa manteniendo pulsando el botón del «DTC» durante un rato).
En nuestras pruebas, el X3 ha superado si excesivos problemas los obstáculos que dejaban alguna rueda (incluso dos de distinto eje) en el aire con el terreno horizontal. No hemos podido superar una rampa con mucha pendiente, con el suelo de piedra suelta y una zanja profunda que provoca un cruce de ejes porque las ruedas que quedaban en contacto con el suelo no eran capaces de traccionar (aunque sí les llegaba fuerza del motor). Este ascenso sí lo supero el X5 3.0d que probamos anteriormente.
Tiene un control de velocidad en descensos. Este sistema frena automáticamente el coche y consigue mantener una velocidad mínima de 7 km/h. Como en todos los todoterrenos con este dispositivo es un dispositivo útil salvo en descensos muy complicados, donde 7 km/h es una velocidad demasiado alta.
En pistas rápidas, la suspensión que parecía incómoda en asfalto se transformar en la ideal para circular sin que haga topes en los baches profundos o tras caer de un salto, sin sacrificar excesivamente el confort. Con el «DTC» conectado, se puede jugar con el acelerador para conseguir un ligero sobreviraje en algunas curvas ya que se retrasa la entrada en funcionamiento del control de estabilidad.
Las luces de xenón para cortas y largas con funciones de alumbrado en curva y cruce son totalmente recomendables por el buen resultado que dan.