Chevrolet Captiva (2008) | Impresiones del interior
El Chevrolet Captiva puede tener cinco o siete asientos. Hay muchas configuraciones para los asientos, desde siete plazas a una sola. Todos los asientos, incluido el del acompañante, se pueden abatir, quedando una superficie de carga prácticamente plana.
Los asientos tienen un relleno duro y resultan cómodos; los delanteros presentan un inconveniente: no tienen apenas sujeción lateral (al menos con la tapicería de cuero que tenían todos los que hemos conducido). Es un todo terreno espacioso teniendo en cuenta su tamaño. Delante hay sitio suficiente para conductores de cualquier talla. La anchura disponible (entre hombros) es menor que en otros todoterrenos de su clase, ya que los hombros quedan a la altura del montante central de la carrocería.
En la segunda fila se ha sacrificado algo de espacio para las piernas a favor de los ocupantes de la tercera fila. No obstante, permite viajar con suficiente comodidad a tres ocupantes adultos, aunque sean altos, siempre que no sean muy voluminosos.
Las dos plazas de la tercera fila pueden ser ocupadas por adultos de hasta casi 1,80 m de altura, con una comodidad aceptable en trayectos cortos. La anchura disponible para los ocupantes de esta fila está limitada por el paso de rueda (imagen).
Para acceder a estas plazas hay que abatir hacia delante la parte derecha del asiento de la segunda fila. El espacio para llegar hasta la tercera fila no es muy grande, por lo que resulta incómodo acceder a ella; por ello, los mejores ocupantes para estos dos asientos son los niños.
Hay detalles funcionales interesantes: los asientos de la segunda fila tienen un muelle neumático que hace muy fácil tanto plegar el respaldo como abatir todo el conjunto (para acceder a los asientos de la tercera fila). Además, los reposacabezas de la tercera fila se abaten automáticamente para no estorbar, cuando plegamos los asientos de esta fila.
Un inconveniente de ir sentado en esta fila es que no hay ninguna salida de ventilación (tampoco en la segunda), ni ventanillas que poder abrir. Esto, unido a que se va sentado en una posición muy baja y con las piernas algo arqueadas, puede provocar que algunos ocupantes puedan tener sensación de agobio en viajes largos. Además, la tercera fila inutiliza el maletero (imagen). Ni los asientos de la segunda fila ni los de la tercera tienen regulación longitudinal.
El interior tiene buen aspecto. El Captiva mejora la calidad de los materiales y, sobre todo, de los ajustes de las diferentes piezas, respecto a otros modelos Chevrolet anteriores (incluido el Chevrolet Epica). En nuestra unidad se escuchaban algunos grillos al pasar por zonas con baches. El Captiva no tiene ningún elemento de equipamiento novedoso y sí tiene los que podemos considerar normales en un coche de su precio: faros antiniebla, climatizador, retrovisores plegables eléctricamente, radio con ocho altavoces o un ordenador. Éste incluye una brújula digital.
En el día a día es un coche funcional porque hay muchos huecos para depositar objetos, entre ellos: bolsas en las puertas, bolsas en los respaldos de los asientos delanteros, portagafas en el techo, varios posavasos, apoyabrazos central delantero y trasero con compartimento en su interior, dos cajones con tapa en la consola central y un cajón pequeño bajo el mando de las luces. Según versiones, puede llevar un cajón bajo el asiento del acompañante. Todos estos huecos, excepto los de las puertas, están recubiertos de un material textil para evitar ruidos.
El maletero tiene 85 l de capacidad en la versión de siete plazas, a los que hay que añadir los que ofrece el pequeño doble fondo con espacio para el gato, los triángulos y algún objeto más. Hay un posavasos (para que lo usen los ocupantes de la tercera fila), una toma de 12 V en el lateral izquierdo y un cajón estrecho y profundo en el derecho. Está iluminado mediante un plafón que hay en el techo. En la parte más próxima al portón hay un par de ganchos para colgar bolsas y cuatro argollas metálicas en el piso.
Las versiones con cinco plazas tienen un compartimento más grande (de 140 litros) bajo el suelo del maletero y una cortinilla extensible para ocultar el equipaje. Si se deja algo sobre esa cortinilla se puede acceder fácilmente a ello a través de la luneta trasera. Ésta tiene apertura independiente desde el mando a distancia o un interruptor en la puerta del conductor.
Es un elemento muy práctico si aparcamos el coche con su parte trasera próxima a una pared. En esta situación el portón no puede abrirse, pero sí el cristal.