Chrysler 300C 3.0 CRD (2004) | Un equipamiento abundante y un acabado mediocre

03/11/2005 |Juan Manuel Pichardo

El equipamiento de serie es mucho más abundante de lo normal en coches de este tamaño y precio. Además de los elementos que tiene de serie mencionados en esta relación, tiene otro buen número de pequeños detalles que pueden ser interesantes.

Hay muchas funciones que se pueden configurar (relación de ellas). Hacerlo es muy fácil con los mandos del volante, es un sistema funcionalmente igual al Comand de Mercedes-Benz. Creo que con buen criterio, la mayor parte de esas funciones sólo se pueden cambiar si el coche está parado y el cambio en la posición de aparcamiento («P»). De esa manera se evita el riesgo de que el conductor se distraiga. Chrysler llama a este sistema «Centro de información electrónica del vehículo» (EVIC).

Los mandos del volante y la pantalla de la instrumentación sirven también para ver los datos del ordenador. Tiene dos contadores independientes de distancia, consumo y tiempo transcurrido. También hay una indicación de la autonomía pero, curiosamente, no tiene de velocidad media. La pantalla de la instrumentación lleva una brújula, algo que aprecian algunos conductores.

En el ordenador también se puede consultar la presión que tienen los nemáticos. El manómetro que llevan las ruedas es muy preciso. Los neumáticos son normales, si se pincha uno se puede sustituir la rueda por una de emergencia.

Las luces de xenón que tiene de serie son muy buenas, por el área que iluminan y la distribución de la luz en ese área. Como el coche cabecea mucho si el suelo es irregular (aunque se circule despacio) y las cortas dan una luz intensa, ocurre a menudo que los otros conductores lo interpretan como ráfagas con las largas. No puede tener ningún sistema de iluminación lateral o en curva, ni como opción.

El mando del reóstato de iluminación del cuadro y mandos del salpicadero es una rueda con dos funciones adicionales en los extremos de su recorrido: en uno sirve para encender la iluminación interior, en el otro sirve para que no se encienda ni al abrir las puertas ni al desbloquear las cerraduras con el mando a distancia. Hay también una posición (después de un tope) para establecer la máxima iluminación, muy conveniente si se circula de día con los faros encendidos.

Las cerraduras se bloquean automáticamente cuando el coche alcanza 25 km/h, siempre que todas las puertas estén cerradas, esté engranada alguna velocidad y el conductor oprima el acelerador. El pasajero delantero también tiene un mando para accionar interiormente el bloqueo y desbloqueo de las cerraduras. Se puede configurar el cierre de las puertas de tal manera que los pasajeros de atrás no puedan abrirlas hasta que el conductor lo haya hecho; esto equivale a la función de cierre de seguridad para niños (que también tiene).

Se pueden utilizar los elevalunas, el techo corredizo, la radio y las tomas de corriente después de quitar el contacto (de serie durante 10 minutos, se puede programar otro periodo).

La calidad de acabado es inferior a la de otros modelos de este tamaño, se ve en el ajuste y en los materiales. Del recubrimiento interior, sólo la parte superior del salpicadero y las puertas tiene un plástico laminado sobre un material blando. Hay plástico duro con un cierto tratamiento superficial para darle tacto de goma en parte de las puertas y en el apoyabrazos delantero central. Todo lo demás es un plástico duro de tacto más bien resbaladizo y que refleja la luz de la forma característica de este material. También son de plástico casi todos los elementos interiores que están cromados o tienen aspecto metálico.

De los distintos huecos que hay en el habitáculo, sólo el portagafas que hay en el techo tiene el fondo tapizado o con algún tipo de recubrimiento. El techo ajusta mal por delante y por detrás.

El manual tiene una edición de calidad escasa, erratas ortográficas y algunas frases que se han olvidado de traducir del inglés (los nombres de los epígrafes). Otras las han traducido y ha sido casi peor: a la tapa del maletero le llaman «compuerta levadiza», a los intermitentes «destelladores», dice que se desconecta el piloto de niebla «si se cicla el interruptor de encendido» o en la sección de mantenimiento habla de los «mazos de vacío y de vapor» (creo que se refiere a manguitos).