Dodge Avenger (2007) | Impresiones del interior
El espacio disponible para las piernas de los pasajeros del asiento posterior es inferior al previsible, habida cuenta de su longitud exterior. La causa de esta mala relación entre tamaño exterior y espacio interior es que el Avenger es un coche largo de forma artificial. Unos paragolpes muy voluminosos y unos voladizos largos no resultan aprovechables para dar más espacio a los pasajeros. El espacio para las piernas es inferior al de un Skoda Octavia o Kia Cerato, que son por lo menos 30 centímetros más cortos que el Avenger.
Por el contrario, sí resulta un coche ancho. Entre los más anchos de su categoría en los asientos posteriores. No es recomendable, por tanto, para personas altas, pero sí una de las berlinas más adecuadas para llevar a tres pasajeros no muy altos en el asiento posterior.
Uno de las características más sobresalientes del Avenger es que puede disponer de un disco duro de 20 GB y de un conector USB para transferir información. Por ejemplo se puede almacenar música, pero también fotos que luego se pueden ver en la pantalla del salpicadero. Por ejemplo, es posible llevar la foto del propio coche en el salpicadero, o la de un ser querido. El clásico “Papá no corras” rodeado de las fotos de toda la familia, que no era tan difícil de ver en algunos coches hace unos años, se sustituye ahora por una versión digital de la foto de familia en la pantalla del coche.
Los plásticos del salpicadero y puertas son duros, de tacto agradable y aspecto resultón, con buenos remates. En el coche que he conducido había una pequeña rebaba en el tirador interior de las puertas, pero la calidad de terminación del conjunto es considerable.
Los asientos me resultan satisfactorios por dureza y sujeción del cuerpo. Los reposacabezas no son regulables en inclinación, pero están bien inclinados (para mí) y me quedan muy cerca de la coronilla al regular correctamente la altura. La zona de apoyo lumbar es regulable. Incluso al mínimo, para mí resulta demasiado abultada y me empuja demasiado en la espalda.
Los espejos interiores situados en los parasoles están cubiertos mediante una tapa articulada con bisagras, como la tapa de una polvera. Es un sistema poco adecuado, porque el borde de la cubierta se acerca mucho al pasajero y además, según como esté situado el retrovisor, tapa ángulo de visión sobre el mismo espejo. La solución habitual, una tapa corredera, resulta más práctica y segura.
Los espejos exteriores se regulan eléctricamente pero no se pliegan. Los dos elevalunas delanteros se abren y cierran completamente con un solo toque al pulsador. Para dejarlo claro, en la misma tecla está serigrafiada la palabra “auto”.
El maletero es profundo, no muy ancho y con forma irregular en la zona del eje posterior. Los respaldos de los asientos traseros se abaten en dos zonas (40% y 60%). La abertura pequeña al abatir queda en el lado derecho, por detrás del asiento del copiloto, cuyo respaldo se puede plegar completamente sobre la banqueta. Por ese lado, la zona de carga es muy larga, desde el fondo del maletero hasta el salpicadero. La abertura que se obtiene al abatir el respaldo posterior queda reducida por un ancho refuerzo situado entre la zona de pasajeros y el maletero. La rueda de repuesto es de emergencia.