Ford EcoSport (2018) | Impresiones del interior
El habitáculo del EcoSport es más agradable que antes, principalmente porque los mandos del salpicadero (imagen) están mucho más lógicamente dispuestos y los materiales con los que está fabricado tienen un aspecto mejor (aunque sigue distando de los mejores en este sentido). Nos ha gustado mucho el funcionamiento del sistema multimedia SYNC3 y también su pantalla, por la buena resolución y el lugar donde va colocada. Hemos detallado estas virtudes en el apartado Información general, ya que son una gran novedad con respecto al anterior modelo. Por línea general, el interior parece sólidamente ensamblado, aunque nuestra unidad de prueba parecía tener un problema en la zona de la guantera, de la que provenían crujidos.
En la parte delantera del vehículo hay espacio suficiente para que dos ocupantes corpulentos viajen con desahogo. La consola central no deja un espacio muy grande para las piernas, pero yo, que mido 1,83 metros de altura, no me he sentido agobiado. El principal problema es que en la fila trasera (imagen) es difícil que personas de más de 1,70 metros de estatura se sientan cómodas porque el espacio para las piernas es insuficiente (si, por ejemplo, una persona de mi estatura viaja en las plazas delanteras). Creemos que cometimos un error al tomar nuestras mediciones de esta cota en el EcoSport, ya que está en una posición intermedia respecto a sus alternativas. Por ejemplo, mientras que en el EcoSport hemos medido 66 cm entre los respaldos traseros y los delanteros, el Peugeot 2008 y el Citroën C3 Aircross tienen menos espacio (64 y 65 cm, respectivamente) pero, curiosamente, en ellos una persona de 1,80 metros de estatura no tocaba con las rodillas en el asiento delantero y en el EcoSport lo hacía de forma evidente.
A esta sensación se añade el hecho de que el acceso a las plazas traseras no es sencilla, principalmente porque el vano que deja la puerta al abrirse no es grande. Algo bueno es que, una vez se está sentado, sí hay hueco para introducir los pies por debajo del asiento delantero. Varias personas que se han subido atrás en este coche durante mi prueba han advertido que no es amplio y me lo han comentado.
En muchos modelos de Ford el asiento del conductor va algo más alto de lo que es habitual, pero creo que en general proporcionan una postura de conducción muy buena, con reglajes amplios y bien concebidos, que permiten que personas de estaturas dispares se encuentren cómodas al volante. En el EcoSport no me he sentido incómodo, pero me ha costado encontrar la postura óptima porque el asiento estaba demasiado alto y los pedales me quedaban cerca si quería tener los hombros a la distancia deseada del volante. Esto es algo que me sucede en mayor o menor medida en muchos vehículos altos.
Los asientos (imagen) me han parecido algo duros, con poco soporte lumbar y, en el caso de la unidad probada, asociada al nivel de equipamiento Titanium, tienen un cuero de recubrimiento que es muy poco transpirable. Creo que es mejor optar por los asientos de tela. La palanca de cambios (imagen) queda en una posición cómoda, cerca del volante, ideal para realizar los cambios de marcha rápido, con movimientos cortos de brazo. En las puertas delanteras hay un apoyabrazos acolchado bien resuelto.
El habitáculo está bien surtido de huecos portaobjetos. En las plazas delanteras hay varias zonas entre los asientos (imagen) que resultan útiles para depositar objetos pequeños como llaves o un teléfono móvil. En las plazas traseras, aparte de unos huecos en las puertas ideados para depositar una botella pequeña (imagen), hay unos bolsillos muy prácticos en los laterales de las banquetas porque permiten tener a mano objetos pequeños (imagen). La guantera (imagen) tiene una separación pensada específicamente para alojar el manual de usuario.
Creemos que Ford hubiera acertado quitando el portón del maletero de apertura lateral, que ya llevaban los anteriores EcoSport. Es incómodo, principalmente porque es necesario dejar mucho espacio por detrás del coche para poder abrirlo, algo que en numerosas ocasiones, sobre todo en ciudad al aparcar en cordón, no es posible hacer. El portón tiene un amortiguador que Ford ha regulado para que solo se pueda dejar fijo en dos posiciones: una intermedia (a unos 45º) y otra en la que se abre hasta los 90º. No creo que este portón aporte ninguna ventaja; uno tradicional que se abre de abajo a arriba cumple con la misma función y no molesta a la hora de llenar o vaciar el maletero. Con este sistema, por ejemplo, si se aparca en la parte izquierda de una calle y se quiere introducir o sacar objetos desde o hacia la acera, el portón bloquea el espacio libre y la operación se complica mucho.
El maletero es aprovechable porque está bien iluminado, tiene formas regulares, el borde de carga queda bajo y hay una bandeja en el piso que se puede colocar a dos alturas distintas. En la más elevada, al abatir los respaldos de los asientos traseros, se crea una superficie plana que permite introducir con facilidad objetos largos. No obstante, para realizar esta operación, es necesario abatir las banquetas de los asientos traseros previamente. En un lateral del maletero hay un hueco diseñado para los triángulos de emergencia y bajo el piso no hay una rueda de repuesto, sino una moldura tras la que va alojado el kit de reparación de pinchazos (imagen).