Hyundai i10 (2008) | Impresiones de conducción
El Hyundai i10 es un utilitario que destaca por tener una suspensión que absorbe bien las irregularidades del asfalto, por su buen tacto de dirección y por ser muy maniobrable.
No es especialmente estable a alta velocidad; si se va a ritmo elevado en una carretera rápida es posible tener que hacer correcciones para mantener la línea recta. En curvas, la altura de la carrocería hace que en ocasiones, se produzca un movimiento de balanceo grande. Los neumáticos de nuestra unidad de pruebas (Kumho Solus KH17 165/60 R14) daban un agarre normal.
Como otros coches pequeños, el i10 no está muy bien insonorizado. Eso se nota en que a partir de 100 km/h, el ruido aerodinámico es muy perceptible en el habitáculo, aunque no más que en otros coches urbanos. También se nota que en días de lluvia o en carreteras con algo de grava, el ruido procedente de los pasos de rueda es muy alto.
Las dimensiones del parabrisas y la luneta contribuyen a que la visibilidad sea buena en todas direcciones. Aunque el conductor no ve el final de la carrocería, su pequeño tamaño hace que se pueda manejar sin problemas.
Cuando se conduce durante un largo periodo de tiempo por una carretera de curvas, el tacto rugoso del volante puede generar algunas molestias en las manos.
Hemos probado la versión 1.2 de 78 CV. Con este motor de gasolina, el i10 es agradable de conducir por la buena respuesta que da para su potencia. Según nuestras mediciones, el i10 con este motor ha sido el utilitario que más ha acelerado —no hemos medido todos los coches del mercado de características parecidas—. Así, por ejemplo, para pasar de 80 a 120 km/h necesita menos tiempo que un Renault Twingo 1.2 de 75 CV o un Toyota Yaris 5p 1.3 VVT-i 87 CV M-MT.
En el i10, para conseguir la máxima aceleración en ese intervalo de velocidad, hay que hacer toda la maniobra en tercera marcha.
Este motor va asociado a una caja de cambios manual de cinco velocidades que tiene muy buen tacto. Todas las marchas entran con suma facilidad y el guiado entre ellas es muy bueno. El tacto de los pedales también es excelente. Opcionalmente puede llevar una transmisión automática de cuatro relaciones
El consumo medio homologado del i10 1.2 de 78 CV con cambio manual es 5,0 l/100 km. En conducción real, el gasto de carburante es mayor e, incluso, mucho mayor. Por ejemplo, en un recorrido de 372 km a diferentes ritmos pero sobre todo tranquilo, por autovías y carreteras de doble sentido, además de algo de circulación urbana, gastó 6,0 l/100 km. Por el contrario, a ritmo rápido, en un trayecto de 290 km por carreteras de doble sentido y autovía, gastó 8,8 l/100 km.
El velocímetro de nuestra unidad tenía un error de entre 4 y 5 km/h —marca de más— (más información).
En algunos momentos, me ha dado la sensación de que el i10 no frena todo lo bien que debiera. Sólo he tenido esa percepción en frenadas fuertes después de un uso intensivo de los frenos durante largo rato. Sin embargo, según nuestras mediciones, el i10 no es de los utilitarios que peor frena (más información).