Este Tucson 2024 es una actualización del modelo que Hyundai puso a la venta a finales de 2020 (prueba del Tucson 2021), no una nueva generación. Su carrocería es de tipo SUV, mide 4,51 metros de longitud y está disponible con versiones de gasolina (con y sin hibridación ligera), Diesel, híbrida e híbrida enchufable. Los precios están comprendidos entre 30 425 y 53 775 euros (listado de precios del Tucson 2024).

La híbrida enchufable es la que hemos probado con más detenimiento y, como otros modelos con un sistema propulsor de esta características, solo resulta aconsejable si se dispone de un punto de carga y si los recorridos más habituales son próximos a la autonomía en modo eléctrico, que en este caso es cercana a la homologada (63 kilómetros). Por lo demás, como el modelo al que reemplaza, se trata de un coche especialmente adecuado para familias porque tiene un habitáculo amplio y práctico, es muy cómodo y, al menos en el caso de la versión híbrida enchufable, también tiene buenas prestaciones (más información en las impresiones de conducción y en las de interior).

El Hyundai Tucson de acceso, que tiene motor de gasolina de 160 caballos, cuesta 30 425 euros. Es un precio superior al de alternativas como el KGM Korando o el Omoda 5, dos modelos que, no obstante, no son tan «redondos» como el Tucson y se perciben de una calidad inferior (ficha comparativa). El Kia Sportage (con el que comparte numerosos componentes) y el Citroën C5 Aircross tienen un precio muy parecido (ficha comparativa) y otros muchos SUV de tamaño parecido, como el Opel Grandland o el Volkswagen Tiguan, son algo más costosos, si bien disponen de etiqueta medioambiental ECO, mientras que el Hyundai Tucson básico tiene la C (ficha comparativa). Alternativas como el Alfa Romeo Tonale o el Audi Q3 tienen un precio de partida muy superior al Tucson con un motor de potencia más o menos parecida (ficha comparativa).

¿Qué cambia en el Tucson 2024?

Por fuera es distinta la parte delantera, con una parrilla nueva —en la que ahora van ocho piezas iluminadas en vez de diez— y un paragolpes diferente. El paragolpes trasero también cambia y la escobilla que limpia la luneta es 75 mm más larga. Además, las llantas tienen nuevos diseños. 

En el interior, las diferencias son mayores puesto que Hyundai ha rediseñado todo el salpicadero. Destacan la configuración de dos pantallas contiguas ya vista en el Hyundai Kona 2023 (vídeoprueba) o en el Santa Fe, el nuevo conjunto de mandos para el climatizador, la reubicación de las salidas de ventilación y el nuevo diseño de la consola que hay entre los asientos delanteros. Como comentamos en las impresiones del interior, en general, todos los cambios han supuesto un cambio a mejor: ahora es más sencillo interactuar con el coche, todo está a mano y resulta agradable en el día a día. Además, el diseño es más limpio y moderno y hay más huecos portaobjetos (y más grandes).

Gama de motores

La gama es parecida a la del modelo anterior, pero no igual. Los diesel son los de 116 (etiqueta C) o 136 CV (etiqueta ECO gracias a la hibridación ligera) y en la oferta de gasolina hay un nuevo 1.6 T-GDI de 160 CV que reemplaza al anterior (de 150 o 179 CV). La versión híbrida (HEV) ahora tiene 215 CV, 15 CV menos que antes, aunque el motor eléctrico desarrolla 5 CV más (65 CV); sus prestaciones oficiales son algo peores y el consumo tres décimas mayor (ficha comparativa). El Tucson híbrido enchufable (PHEV) es ahora menos potente (252 CV en vez de 265), su motor eléctrico da 7 CV más (98 CV) y empeoran ligeramente sus prestaciones y consumo oficiales (ficha comparativa), si bien nosotros hemos medido unos datos practicamente idénticos.

Las diferencias en las potencias respecto al Tucson 2021 no se deben a modificaciones en los motores sino a cambios en la forma de homologarlas.

La caja de cambios puede ser una manual de seis relaciones (versiones 1.6 T-GDI de 160 CV, con y sin hibridación ligera, y las dos Diesel), una automática de doble embrague y siete relaciones (1.6 T-GDI 160 CV con hibridación ligera y 1.6 CRDI de 136 CV) o una automática de convertidor de par con seis marchas (HEV de 215 CV y PHEV de 252 CV). Además, hay versiones de tracción delantera y de tracción total. El la tabla que hay a continuación están todas las combinaciones disponibles actualmente en la gama: 

Equipamiento

La gama Tucson tiene cinco niveles de equipamiento: Klass, Maxx, N Line, Tecno y N Line Style. De serie, todos incluyen un navegador que se muestra en una pantalla de 12,3 pulgadas, sensores de proximidad delanteros y traseros, faros de ledes, cámara trasera de ayuda al estacionamiento, sistema de reconocimiento de señales de tráfico, asientos traseros divididos en tres porciones (40:20:40) y respaldos con ajuste en inclinación o las llantas de aleación. En el caso de los acabados N Line, Tecno y N Line Style, además, se incluye una instrumentación mediante pantalla de 12,3 pulgadas o un climatizador independiente para las plazas posteriores, entre otros elementos.

Otros elementos posibles son unos faros matriciales de ledes (para el N Line Style) o un sistema de proyección de información sobre el parabrisas (imagen), dos elementos que no estaban disponibles en ninguna versión del Tucson anterior y que tienen un funcionamiento correcto.

A finales de 2024 el Tucson podrá tener un acceso y arranque sin mandos, mediante un teléfono o un reloj inteligentes. Esta llave digital se podrá compartir con otras tres personas (utilizando Apple Wallet, Google Wallet o Samsung Wallet).