Jeep Grand Cherokee 2.7 CRD (2001) | Un todo terreno eficaz

13/11/2001 |Víctor M. Fernández

Aunque el Grand Cherokee es un todo terreno de los denominados «de lujo», su capacidad para moverse con agilidad por el campo es excelente. En caminos y zonas bacheadas, las suspensiones absorben las irregularidades con una eficacia ejemplar, lo que hace este modelo enormemente confortable y permite rodar por zonas bacheadas a un ritmo que en otros todo terreno no es posible.

Pero donde más sorprende es en zonas trialeras, ayudado por su eficaz sistema de tracción «Quadra-Drive» y por un recorrido de suspensiones que es largo y permite mantener las ruedas en contacto con el suelo en pronunciados cruces de eje. Destaca especialmente el recorrido de las suspensiones traseras.

Su nuevo sistema de tracción total engranable Quadra-Drive me ha parecido muy eficaz en todo momento. Impecable en carretera y extraordinariamente eficaz en el campo. Selecciona el reparto de tracción de forma completamente automática, con tanta suavidad y rapidez que el conductor no aprecia que está en funcionamiento. A diferencia de otros sistemas de tracción, el Quadra-Drive lo hace todo de forma automática, tanto el reparto de par entre el eje delantero y trasero como el bloqueo de los diferenciales delantero y trasero para ganar motricidad.

Sometiéndolo a una zona trialera, el Grand Cherokee 2.7 CRD ha salido sin problemas de obstáculos en los cuales con otros todo terreno te quedas enganchado, y sin necesidad de accionar ningún mando adicional de bloqueo de diferenciales ni nada, el sistema lo hace todo de forma automática. Cuando dejamos alguna rueda en el aire, podemos apreciar como el sistema bloquea su giro y seguimos teniendo motricidad. Dicho sistema de tracción Quadra-Drive es de serie en las versiones Limited pero se ofrece también en opción en los modelos Laredo (844,42 €). Para aquellos que vayan a transitar habitualmente por el campo creo que es una opción muy recomendable por su eficacia.

El cambio automático y la buena respuesta del motor 2.7 CRD configuran una combinación muy agradable y cómoda para circular no sólo por carretera, sino también por el campo. Accionando la palanca más pequeña que hay situada a la derecha de la palanca de cambios seleccionamos la reductora, acortando así los desarrollos de transmisión para transitar con más facilidad por el campo. Como los desarrollos del cambio automático son ya de por sí algo largos, la reductora del Grand Cherokee tiene una relación de multiplicación alta (2,72 a 1).