Jeep Renegade 4xe (2019) | Impresiones del interior

27/07/2021 |Enrique Calle (@QuiqueCalle)
El Jeep Renegade tampoco es un SUV al uso por dentro. Las formas cuadradas exteriores se repiten en el interior, con un parabrisas que queda muy alejado de los ocupantes. Las puertas, incluidas las ventanillas, apenas se cierran hacia dentro en su parte superior, a diferencia de lo que ocurre en otros vehículos modernos. 
 
La postura de conducción del Jeep Renegade es muy elevada para su tamaño y la visibilidad alrededor es buena. Como el parabrisas está alejado y casi en la vertical, no molesta tanto en los giros cerrados como otros que están más tumbados. Los espejos retrovisores son grandes y cuadrados (imagen) y permiten ver bien lo que hay detrás y a los lados del vehículo.

 
Los asientos delanteros (imagen) me han parecido suficientemente cómodos, aunque no sujetan mucho el cuerpo lateralmente.

Los huecos para depositar objetos son los habituales (hay en las puertas, entre los asientos y en la guantera delante del conductor, que no tiene luz y está sin tapizar; imagen) aunque ninguno de ellos es especialmente grande.
 
Las puertas posteriores del Jeep Renegade tienen el tamaño normal en un SUV de su tamaño; es decir, no son muy amplias (imagen) y habrá personas que las encuentren algo pequeñas para acceder al interior cómodamente. El techo está muy alejado de los ocupantes; precisamente, la altura libre es la mejor cota del interior del Renegade y superior a la de prácticamente todas sus alternativas. La anchura entre puertas y la distancia para las piernas en las plazas posteriores es normal para el tamaño exterior.

Según nuestras mediciones, en las plazas posteriores hay una cantidad de espacio entre puertas y en sentido longitudinal muy parecida a la de un Nissan Juke, Mazda CX-30 o un Škoda Karoq. Un Ford Puma, un KIA Stonic o un SEAT Arona son menos espaciosos en todas las mediciones. En la prolongación de la consola central no hay salidas de aire, pero sí una toma de corriente USB (imagen). Si la plaza central no se usa, los ocupantes de los laterales pueden disponer de reposabrazos (imagen).
 
La instrumentación da muchos datos: al principio parece abigarrada de información pero poco a poco uno se acostumbra. Entre otros muchos datos, da la distancia recorrida con gasolina y con electricidad; y hay dos indicadores laterales, uno que señala la cantidad de gasolina disponible y otro la autonomía, diferenciando tanto la que depende del combustible fósil como de la energía eléctrica (imágenes de ejemplo de la instrumentación).


Otro punto singular del interior del Jeep Renegade es que en la consola hay muchos botones físicos de buen tamaño (imagen). Además de los básicos que hay en algunos coches (sistema de climatización y algunos del sistema de sonido), en el Jeep Renegade también hay otros como el que activa el asistente de cambio de carril, el asistente de aparcamiento, el que apaga la pantalla o el que silencia el sistema de sonido (Mute). En otros coches, para llegar a controlar estas funciones hay que navegar por los menús de las pantallas táctiles, lo que a veces no es sencillo. Lo único que me parece mejorable del grupo de botones de la consola es que están en una posición baja respecto a los ocupantes delanteros y un poco fuera de su campo de visión.

Aún más por debajo de los botones citados hay una fila con otros tres para cambiar el modo de conducción (Electric, Hybrid y E-Save; imagen), otros para elegir los distintos programas de tracción total (4WD, 4WD Lock y control de descenso de pendientes) y una ruleta selectora de los programas para circular por distintas superficies (Auto, Sport, Sand/Mud y Rock; este último es exclusivo para el Renegade Trailhawk). Imagen de la ruleta selectora y los distintos modos de tracción.
 
Jeep no ha prescindido de una pantalla táctil, que está por encima de toda la botonería de la consola (imagen). No es de gran calidad, pero cumple razonablemente bien su cometido. Desde ella, además de las funciones habituales, es posible gestionar la carga de la batería a diferentes velocidades, programarla o acceder a un historial completo de consumo (imagen).



La batería está colocada debajo de los asientos traseros y el módulo de carga en la zona del maletero, cuya capacidad reduce en 21 litros respecto al de otro Renegade que no sea híbrido enchufable (tiene 330 litros). Es un dato que es más bien reducido para un SUV de 4,2 metros de longitud, si bien es mayor que el de un Renault Captur E-Tech Hibrido enchufable (265 litros) y mucho menor que el de un MINI Countryman Cooper SE ALL4 (405 litros). El portón libera un hueco de superficie prácticamente rectangular que tiene aproximadamente 90 centímetros de anchura y 75 de altura; es decir, no es muy grande.
 
Hay cuatro argollas de apariencia robusta para fijar mejor la carga y ganchos en los laterales (estos no parecen muy robustos) para colgar bolsas (imagen). En el piso hay un doble fondo que se puede colocar a dos alturas. Debajo de él hay varios huecos de pequeño tamaño donde depositar objetos medianos (imagen); uno de ellos está ocupado por el kit de reparación de pinchazos (imagen). Cuando se abaten los respaldos de los asientos posteriores, la superficie de carga resultante no es plana sino que queda en pendiente (imagen).