El sistema de propulsión está compuesto por un motor de gasolina, dos eléctricos y una batería de iones de litio. El motor térmico de 1,3 litros de cilindrada desarrolla 130 CV —versión Limited— o 179 CV —versiones S y Trailhawk— y el eléctrico, 60 CV.

El motor de gasolina pertenece a una familia que Jeep introdujo en el Renegade 2019, de la que damos información técnica en este artículo. El Renegade 4xe de 239 CV puede acelerar de 0 a 100 km/h en 7,1 segundos. No hay ningún Renegade que acelere tan rápido, si bien tampoco hay ninguno tan potente. En modo eléctrico la velocidad máxima es 130 km/h y la autonomía WLTP es 43 Km en el Renegade 4xe de 190 CV y 44 en el de 239.

La batería está colocada debajo de los asientos traseros y el módulo de carga en la zona del maletero, cuya capacidad reduce en 21 litros.

El motor térmico mueve las ruedas delanteras y el eléctrico que hay en el eje posterior, las traseras. De este modo, el Renegade 4xe tiene tracción total sin un elemento mecánico que conecte los dos ejes. Jeep asegura que este sistema mejora las capacidades todoterreno y que es más preciso y eficiente en la gestión de la tracción que el método tradicional que une el eje delantero y trasero mediante un árbol de transmisión. Para asegurar la tracción en el eje trasero, Jeep utiliza un segundo motor eléctrico (unido al motor térmico a través de una correa) para generar la electricidad necesaria para suministrar energía si la de la batería no es suficiente. Ese pequeño motor eléctrico también sirve para arrancar el motor de combustión y para mejorar su respuesta cuando el conductor pisa el acelerador.