El pro_cee'd mide 1,43 metros de altura, o lo que es lo mismo, cuatro centímetros menos que el cee´d de cinco puertas. Justo es la diferencia que hay en espacio libre al techo en las plazas traseras. No es una pérdida demasiado importante, porque hay altura suficiente para personas que sobrepasen 1,80 metros de estatura. Esa buena cota de altura en las plazas traseras no es normal encontrar en los coches de la competencia que tienen una carrocería cuya silueta es más o menos afilada.

El espacio para las piernas es muy grande (idéntico al del KIA cee´d de cinco puertas) y la anchura interior es más que holgada para dos ocupantes. Por lo tanto, las plazas traseras del KIA pro_cee´d son plenamente útiles para transportar ocupantes con comodidad y mayores que las de la mayor parte de sus rivales (tabla comparativa). Eso sí, las ventanillas son de dimensiones reducidas, con lo cual, los ocupantes no tienen una visión muy amplia de exterior y tampoco entra mucha luz.

Los pasajeros de las plazas posteriores tienen a su disposición dos huecos dobles en los laterales (imagen), con capacidad para unas botellas pequeñas o latas de bebidas y algún objeto pequeño . También pueden dejar cosas en las bolsas de los respaldos delanteros. En las versiones más equipadas («Emotion», no disponible con el motor Diesel de 110 CV) hay una doble salida de climatización en la parte trasera de la consola, destinada a esos pasajeros, y unos altavoces junto a los asientos laterales posteriores.

El acceso a las plazas posteriores no sobresale por bueno ni malo. Debido a la relativa poca altura de la carrocería, es necesario doblar sensiblemente el tronco para acceder las plazas traseras. El hueco que queda libre entre el asiento abatido y la carrocería es de buen tamaño (imagen) debido, en parte, a que las puertas son muy largas.

También debido al tamaño de las puertas, el punto de anclaje del cinturón de seguridad queda alejado del conductor. Para que sea más sencillo alcanzarlo, hay un brazo que lo acerca al hombro de conductor y acompañante (imagen). Este brazo está articulado para que se pueda retirar y no moleste cuando se quiere acceder a las plazas posteriores.

El maletero tiene una capacidad de 380 litros, la misma que el del cee'd (ficha comparativa). Frente a sus alternativas, es igual que el del Volkswagen Golf y el SEAT León SC, parecido al del Opel Astra GTC y mayor al del Renault Mégane Coupé (listado comparativo).

En el pro_cee'd es posible ampliar el volumen de carga abatiendo los respaldos de los asientos traseros, en una proporción 60/40. Al realizar esta operación queda un piso de carga sin escalón entre el maletero y los respaldos, aunque estos quedan en ligera pendiente (imagen).

Para reclinar los respaldos traseros hay dos mandos en la parte alta, uno en cada extremo, en la zona más próxima a los laterales de la carrocería. Se pueden accionar desde el maletero, quitando primero la bandeja cubrequipaje, o desde el habitáculo. Como los respaldos pesan poco, es sencillo volver a colocarlos en posición de uso.

El maletero del pro_cee'd tiene formas regulares, lo que facilita la colocación del equipaje. El borde de carga no queda alto. En su parte inferior hay un cajón que permite guardar objetos medianos bajo el piso (imagen). También hay dos huecos pequeños a los lados, entre los pasos de rueda y el final de la carrocería. Por encima del que hay a la derecha, dos cinchas con velcro permiten sujetar los triángulos de emergencia o algo alargado, como por ejemplo un extintor (imagen).

Para poder sujetar la carga correctamente es posible colocar una red o unas cinchas elásticas en las cuatro argollas que hay en las esquinas del maletero. Éste también tiene dos perchas para bolsas o mochilas y una toma de 12V para aparatos electrónicos.

Bajo el doble fondo hay una rueda de repuesto de menor medida que las otras cuatro (imagen). Es de serie en todas las versiones. El portón del maletero se abre y se cierra sin dificultad. Una vez abierto, deja espacio para que personas de unos 1,80 metros puedan acceder al maletero sin tener que agacharse.