Mercedes-AMG E 53 HYBRID 4MATIC+ (2024) - Más berlina potente que deportivo | Información general
El Mercedes-AMG E 53 Hybrid 4MATIC+ es la versión más potente del Clase E. Su sistema propulsor es híbrido enchufable y desarrolla un total de 585 CV; si se pide el paquete opcional Dynamic Plus, la potencia asciende a 612 CV. Está disponible con carrocería Berlina y Estate, por 114 575 y 116 725 euros respectivamente (todos los precios).
Además de más potencia, tiene cambios en el chasis respecto a otros Clase E, pero no se trata de un coche deportivo. El AMG 53 es un coche rápido sin el tacto ni las reacciones que lo puedan catalogar como tal. El BMW M5 cumple mejor con esas expectativas. El M5 también es mucho más potente (727 CV) y mucho más caro (desde 164 550 €; ficha comparativa), además de menos discreto. Discreción y «ahorro» son las dos bazas principales del modelo de Mercedes frente al BMW. Más información sobre todo esto en las impresiones de conducción.
La deportividad en formato berlina, Mercedes la reserva para el AMG GT 63 S E Performance 4 puertas, que tiene nada menos que 843 CV y que es rival directo del Porsche Panamera Turbo S E-Hybrid de 782 CV. Ficha comparativa.
Híbrido enchufable
El AMG E 53 HYBDRID recorre 101 kilómetros en modo eléctrico (homologación WLTP), por lo que le corresponder el distintivo 0 Emisiones de la DGT. Del Clase E hay otras dos versiones híbridas enchufables —300 e y 300 de—, ambas de 313 CV (listado). En modo eléctrico la velocidad máxima es de 140 km/h.
El motor de combustión es un seis cilindros (en línea), con 3,0 litros de cilindrada y 449 CV. Deriva del que tenía el Mercedes-AMG E 53 4MATIC+ de la gama 2020, aunque la potencia en ese caso se quedaba en 435 CV. Dentro de la caja de cambios (AMG Speedshift TCT 9G) está integrado el motor eléctrico de 163 CV. La potencia se transmite a las cuatro ruedas a través de un sistema de tracción total conectable de forma automática mediante un embrague de accionamiento electromecánico. El E 53 Hybrid 4MATIC+ Berlina acelera de 0 a 100 km/h en 3,8 s y alcanza 280 km/h de velocidad máxima (el Estate es ligeramente más lento; en estas fichas se pueden comprobar todos los datos de prestaciones y otros valores técnicos).
La batería es de 28,6 kWh de capacidad bruta (21,2 kWh netos) y está situada bajo el piso del maletero. Este tiene un volumen de 370 litros en el caso de la carrocería berlina y de 460 en la del familiar. La batería se puede cargar a 11 kW con corriente alterna y a 60 kW con continua (en este caso bastan 20 minutos para del 10 al 80 %). La posibilidad de cargar en continua es una opción; a mí me parece sensato que así lo sea porque puede ser algo innecesario para algunos usuarios.
Como en otros Clase E, hay varios modos de conducción que afectan a la respuesta del motor, caja de cambios, sistema de tracción total, dirección, suspensión o sonido. El programa Battery Hold está pensado para mantener la carga de la batería (por si se tiene pensando circular en modo eléctrico más tarde), pero no es posible aumentar su carga.
Chasis
Mercedes-AMG no se ha limitado a poner un sistema propulsor muy potente en una carrocería ya existente. También ha incrementado la rigidez de la estructura usando barras de refuerzo entre las torretas delanteras y hay unos elementos transversales adicionales bajo el motor. En la parte posterior también hay unos refuerzos nuevos situados «desde los largueros hasta la parte trasera» que «garantizan una mayor estabilidad y precisión de conducción».
Otras diferencias importantes en el chasis son que la anchura de vías del eje delantero es mayor que la de los Clase E de menor potencia (en consecuencia, las aletas son más prominentes) y que los casquillos de los brazos del eje trasero son más rígidos. Para la suspensión, Mercedes-AMG ha optado por usar muelles helicoidales delante y detrás (en los Clase E Estate de menor potencia hay muelles neumáticos en el eje trasero) con amortiguadores de dos válvulas (una para compresión y otra para extensión) y controlados electrónicamente.
También hay cambios en la puesta a punto del control de estabilidad, de la tracción total y la dirección. Al igual que en los Clase E, el eje trasero tiene un sistema de dirección, pero sin alguna de las ventajas que da este componente (más información en las impresiones de conducción).
Los discos de freno son de hierro fundido y ventilados. Los delanteros son de 370 x 36 mm (diámetro y espesor) y los traseros de 360 x 26. Delante hay pinzas fijas de cuatro pistones y detrás sencillas (flotantes) de un solo pistón. La única opción de mejora en este apartado es sustituir los discos de serie por unos compuestos (aro de hierro y soporte de un material más ligero) de mayor tamaño (discos delanteros de 390 x 36 mm) con pinzas de seis pistones pintadas en rojo. No hay discos carbocerámicos, opción que sí está disponible para el BMW M5.
El paquete AMG Dynamic Plus (4193 €) trae el aumento de potencia, los discos de freno compuestos, diferencial trasero autoblocante, soportes dinámicos del motor mediante un sistema de cilindros regulados por un líquido que cambia de viscosidad al aplicar un campo magnético y la función Race Start (que permite salir desde parado con la máxima aceleración). También hay un volante específico con botones para controlar los distintos programas de conducción y otros elementos que afectan a las cualidades dinámicas.
Ese paquete es una de las posibilidades que Mercedes ofrece al confirgurar el coche. El E 53 se puede personalizar con tres paquetes de aspecto —Night, Nght II y fibra de carbono—, tres de equìpamiento —Advanced Plus, Permium Line y Premium Plus— y diversas opciones de equipamiento.