El Mercedes-Benz GLS es un todoterreno que mide 5,13 metros de longitud y en cuyo interior hay siete plazas. Por tamaño y gama de motores compite con el Audi Q7, Land Rover Range Rover y Volvo XC90. Se pondrá a la venta a lo largo del noviembre de 2015, aunque las primeras unidades se entregarán en marzo de 2016.
El GLS es, en esencia, el mismo vehículo que el GL de 2012 (prueba del Mercedes-Benz GL 2012) pero, además de cambiar de nombre, cambia ligeramente de aspecto, sus motores reciben modificaciones para hacerlos más eficientes, tiene una nueva caja de cambios automática de 9 velocidades y el equipamiento disponible aumenta.
Los cambios estéticos en el exterior afectan principalmente a los faros, a la parrilla, a los pilotos y a los parachoques de ambos extremos de la carrocería. En el interior, hay un nuevo volante, nuevas salidas centrales de aire y una nueva colocación de la pantalla central (que puede ser de hasta 8,0 pulgadas), la cual deja de estar encastrada en el salpicadero (imagen) a quedar la mayor parte de ella «al aire» (imagen). Para el manejo del sistema multimedia, Mercedes-Benz ha añadido el mando giratorio y el panel táctil visto en otros modelos de la marca (se puede observar en la parte inferior de esta imagen). El espacio interior no cambia y el maletero sigue teniendo un volumen de 680 litros (que llega a 2300 litros si se abaten los asientos de la segunda y tercera fila).
Hay una versión Diesel —GLS 350 d 4MATIC de 258 CV— y tres de gasolina —GLS 400 4MATIC de 333 CV, GLS 500 4MATIC de 455 CV y GLS 63 AMG de 585 CV—, todas ellas siempre con tracción total y sistema Stop&Start. Son las mismas versiones del GL 2012, pero con mejores prestaciones y un consumo medio homologado igual o más bajo. La versión Diesel y la de gasolina GLS 400 tienen la misma potencia que antes, pero aceleran más rápido y consumen menos (ficha comparativa). El GLS 500 y GLS 63 AMG son, respectivamente, 20 y 28 CV más potentes que antes (ficha comparativa).
El cambio automático de convertidor de par y nueve relaciones 9G-TRONIC sustituye al 7G-TRONIC PLUS (información técnica sobre el cambio 9G-TRONIC). Éste es de serie en todas las versiones, excepto en el GLS 63 AMG, que se queda con el AMG Speedshift PLUS 7G-TRONIC que tiene el GL 63 AMG (más información sobre el cambio de GL 63 AMG).
Hay tres modos de conducción, que se diferencian por la respuesta de la transmisión, del motor, de la dirección y de la suspensión neumática AIRMATIC (de serie). Se llaman COMFORT (para una conducción lo más confortable posible), SPORT (conducción deportiva) y SLIPERY (para cuando el firme está resbaladizo).
En la consola hay un mando denominado DYNAMIC SELECT Controller, con el que se puede elegir además un modo INDIVIDUAL (permite configurar individualmente la respuesta del motor, de la transmisión, de la dirección y de la suspensión) y otro OFF-ROAD (pensado para circular fuera de asfalto). Por otra parte, hay un paquete opcional llamado «Off-Road Engineering Package» que incluye una reductora, un diferencial central con posibilidad de bloqueo y un modo adicional llamado OFF-ROAD+. Asimismo, con este paquete la suspensión neumática tiene un ajuste que logra hacer que la distancia libre al suelo llegue a 30,6 cm y la profundidad de vadeo a 60,0 cm.
En el GLS sigue estando disponible también el sistema opcional de barras estabilizadoras activas ACTIVE CURVE SYSTEM. Este sistema mejora la dinámica en curva y la sensación de agilidad del vehículo al disminuir la inclinación que toma la carrocería al abordar los giros.
Entre los sistemas de seguridad que tiene el GLS y que también están disponibles en el GL están el que ayuda a compensar el viento lateral (Crosswind Assist) y otro que actúa sobre la dirección (STEER CONTROL) para ayudar al conductor a corregir la trayectoria en determinados casos, como cuando se produce un sobreviraje.
Como novedad, los faros del GLS pueden ser de ledes para la iluminación de corto y largo alcance y se pueden pedir en opción los limpiaparabrisas MAGIC VISION CONTROL, en los que los eyectores de agua están en las propias escobillas, por delante y por detrás, para que la expulsen según la dirección de barrido (siempre por el lado que va por delante) y no reduzcan la visión del conductor. Estos limpiaparabrisas se vieron por primera vez en el Mercedes-Benz SL.