Mercedes-Benz S 560 e L (2018-2020) | Información general
El Mercedes-Benz S 560 e L es la versión híbrida enchufable del Clase S. Tiene dos motores —uno de gasolina y otro eléctrico— que dan una potencia máxima conjunta de 476 CV. Su precio de venta es 118 200 euros, por tanto, inferior al del S 500 L (motor de gasolina de 435 CV) y el Porsche Panamera 4 E-Hybrid Executive (462 CV), el único híbrido enchufable actualmente disponible con unas características similares (ficha comparativa). Solo está disponible con la carrocería de batalla larga, de ahí la «L» en su denominación.
La autonomía eléctrica es de hasta 50 km bajo la fórmula de homologación NEDC 2.0 o NEDC correlacionado (el vehículo se somete al ciclo WLTP y el resultado se convierte, mediante una expresión matemática, en otro que permite compararlo con los obtenidos con los modelos homologados bajo el ciclo NEDC). El S 560 e L cumple los requisitos para tener la etiqueta ambiental 0 emisiones de la Dirección General de Tráfico.
El motor de combustión es un V6 con 2996 cm³ de cilindrada y 367 CV de potencia máxima (imagen). Su código de identificación es M 276 y es el mismo que tiene, por ejemplo, el Mercedes-Benz SL 400. El Mercedes-Benz S 450 tiene un motor de la misma potencia, pero es diferente, ya que sus seis cilindros están colocados en línea y la cilindrada es 2987 cm³ (código de motor M 256, información técnica).
El motor eléctrico tiene 122 CV de potencia (90 kW) y con él, el S 560 e L puede alcanzar «más 130 km/h» sin necesidad del motor de combustión. Se alimenta de la energía acumulada en una batería de 13,5 kWh y 37 Ah ubicada bajo el piso del maletero (el volumen del espacio de carga es 410 litros, imagen, frente a los 530 litros del Clase S 500 L). La batería es de tipo iones de litio y la composición química de sus celdas es litio, níquel, magnesio y óxido de cobalto. La empresa que fabrica la batería es Deutsche ACCUmotive, una filial que pertenece en su totalidad a Daimler AG.
La toma de carga está localizada debajo del piloto trasero derecho (imagen). Según Mercedes-Benz, el tiempo de recarga del 10 al 100 % es de 1,5 horas a una potencia de 7,4 kW. En un enchufe doméstico (230 V, 10 A y 2,3 kW) hacen falta unas cinco horas.
El Mercedes-Benz S 560 e L tiene tracción trasera y un cambio automático de convertidor de par de nueve velocidades llamado 9G-TRONIC. Esta versión del Clase S puede acelerar de 0 a 100 km/h en 5,0 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 250 km/h. El S 500 L, que tiene un motor de seis cilindros en línea y 435 CV, es un poco más rápido acelerando, tarda 4,8 segundos en pasar de 0 a 100 km/h, pero la velocidad máxima es la misma porque en ambos casos está limitada electrónicamente.
El sistema de propulsión del Porsche Panamera 4 E-Hybrid Executive (Executive es la denominación que utiliza Porsche para el Panamera de batalla larga) da una potencia máxima de 462 CV (el motor de gasolina tiene 330 CV y el eléctrico, 136). Su batería de iones de litio es de mayor capacidad (14,1 kWh) y la autonomía eléctrica es idéntica (50 km). El Porsche es más rápido acelerando (de 0 a 100 km/h en 4,7 segundos) y su velocidad máxima es 278 km/h. Más información e impresiones de conducción del Porsche Panamera 4 E-Hybrid Executive.
BMW también tiene una versión enchufable del Serie 7, el 740e iPerformance (con batalla corta tiene tracción trasera y con la larga, tracción total). Es menos potente (326 CV), más lento acelerando de 0 a 100 km/h (5,4 s con tracción trasera y 5,2 s con total) y tiene una batería más pequeña (9,2 kWh). La autonomía eléctrica es ligeramente inferior (48 km con tracción trasera y 41 km con total) y su precio de venta es notablemente más bajo (ficha técnica comparativa).
En relación al modelo que reemplaza —el S 500 e L de la gama Clase S 2013, versión que hasta mediados de 2015 se llamó S 500 PLUG-IN HYBRID— el motor de combustión del S 560 e L es el mismo, pero 34 CV más potente. El motor eléctrico es también más potente, 6 CV más. El S 500 e L tiene una batería de 8,7 kWh y 22 Ah (de litio-ferrofosfato), una autonomía eléctrica de 33 km (en ciclo NEDC) y una velocidad máxima en modo eléctrico de 140 km/h. El cambio automático de esta versión es automático de siete relaciones (7G-TRONIC). El volumen del maletero del S 500 e L es 395 litros, 15 menos que el del S 560 e L. Ficha técnica comparativa.
Como es común en los vehículos híbridos enchufables, el conductor puede seleccionar una serie de modos de funcionamiento del sistema de propulsión para gestionar cómo se consume la energía. En el Clase S 560 e L hay disponible cuatro: modo híbrido, modo eléctrico, modo «Save» y modo «Charge». Por otra parte hay cinco modos de conducción que modifican otras partes del vehículo, como la respuesta de la dirección, del motor y del cambio.
En el interior del Clase S 560 e L, la diferencia más evidente con respecto a cualquier otro Clase S con motor de combustión está en la posibilidad de sustituir en el cuadro de instrumentos (es una pantalla de 12,3 pulgadas) el cuentarrevoluciones por un potenciómetro. Este indicador permite saber qué porcentaje de energía eléctrica estamos demandando y resulta útil para modular la presión sobre el acelerador y así evitar que el motor de combustión arranque. Otra medida para ayudar a que el conductor sepa controlar mejor la demanda eléctrica es una especie de «kick-down virtual». Consiste en un punto de resistencia que hay mitad de recorrido del pedal del acelerador, que advierte del momento a partir del cual encenderá el motor de combustión. Esta solución Mercedes-Benz la emplea, por ejemplo, en el GLC 350 e 4MATIC Coupé.