El Nissan Juke-R empezó siendo un proyecto desarrollado por Nissan Europa sin fines comerciales. Finalmente pasará a ser un modelo de producción del que Nissan fabricará una serie limitada —se estiman unas 20 unidades—. Por ahora no ha dicho su precio.

Inicialmente el Juke-R tenía el motor del deportivo GT-R, un V6 de gasolina con dos turbocompresores, que daba 485 CV (información del Nissan GT-R de 2008). Esté no será el motor definitivo, ya que Nissan ha anunciado que para la versión de producción utilizará el del GT-R de 2012 (más información), con 549 CV. El sistema de tracción total, la caja de cambios y las suspensiones provienen también del GT-R. En Nissan Juke más potente de la gama actual tiene un motor de gasolina de 190 CV (más información del Nissan Juke).

Hay dos prototipos del Juke-R en todo el mundo, uno con el volante a la izquierda y otro con el volante a la derecha. El valor de cada una de estas unidades es de 500 000 euros. Ambas son empleadas por Nissan para mostrarlas en diferentes eventos y espectáculos, motivo por el que algunos plásticos que aparecen en las fotos están en muy mal estado (imagen).

He podido conducir muy brevemente uno de los dos prototipos que existen del Juke-R con el motor de 485 CV. Ha sido un recorrido de menos de cinco kilómetros, por una carretera con buen asfalto transitada por peatones y ciclistas en la que no he podido obtener conclusiones sobre su respuesta en curva o sus prestaciones. Además el estado mecánico de la unidad de pruebas no era el mejor posible.

El sonido del motor es muy fuerte e intenso tanto al ralentí como en movimiento —en este artículo publicado en el blog de Celedonio y Cogolludo se puede escuchar—. No he podido pisar a fondo el acelerador, pero la sensación de fuerza que transmite a medio gas es extraordinaria. Esta es una sensación que se ve acrecentada por la inmediatez con la que el motor responde al pedal del acelerador.

La suspensión es muy dura, pero no me pareció incómoda —como he dicho más arriba el asfalto estaba en buen estado—. La dirección tiene poca asistencia y cuesta moverla en parado. En movimiento se nota muy directa y precisa.

El tacto del pedal de los frenos es bueno porque permite frenar con contundencia, parar con suavidad y controlar bien los movimientos del coche a baja velocidad.

El interior del Juke-R tiene poco que ver con el de un Juke normal: sólo tiene dos asientos, similares a los que se usan en competición y con cinturón de cinco puntos de anclaje, hay numerosos elementos provenientes GT-R —parte inferior de la consola (imagen), volante (imagen), instrumentación (imagen) y palanca de cambios entre otros— y tiene una jaula de seguridad —vídeo en el blog de Celedonio y Cogolludo—.

El puesto de conducción del Juke-R está muy bajo, aunque la visibilidad hacia delante y por los retrovisores es buena. Hacia atrás la visibilidad también es buena, pero el cinturón limita el movimiento del cuerpo y es difícil girarse para mirar a esta zona.

Las regulaciones disponibles para el asiento y el volante son mínimas, casi inexistentes y son más adecuadas para que personas altas se sientan cómodas. El salpicadero está situado unos centímetros más atrás que en un Juke convencional y la unidad de control del aire acondicionado se ha colocado en el maletero para que el motor del GT-R quepa en el vano delantero (imagen).

Los neumáticos son unos Bridgestone Potenza RE070 —calificados como de «rendimiento extremo» por el fabricante de los neumáticos— de medida 255/40 ZFR20 delante y 285/35 ZRF20 detrás.