Nissan Qashqai (2014) | Impresiones del interior
El Qashqai de segunda generación es más largo (48 mm), ancho (26 mm) y bajo (25 mm) que el anterior. La batalla aumenta 16 mm (ficha técnica comparativa). Son variaciones pequeñas que, según nuestras mediciones, no afectan mucho a la habitabilidad.
En km77.com medimos la anchura interior a la altura de los hombros. Delante, esta cota ha mejorado un centímetro, que no es mucho, pero nos ha dado la impresión de estar en un coche más amplio que el anterior. Por la altura disponible, es adecuado para conductores de estatura elevada. Creemos que en las versiones sin techo de cristal (donde es posible que la cabeza roce antes con el marco del techo que contra el cristal), un conductor de 2 metros de estatura, incluso un poco más, puede ir sin doblar el cuello ni reclinar mucho el respaldo. Este techo de cristal, que abarca las dos filas de asientos, no se puede abrir. Una cortinilla, deslizable mediante un botón, sirve para disminuir la luz que entra al habitáculo.
Acceder al habitáculo nos ha parecido cómodo porque no hay que dejar caer el cuerpo, como ocurre en los turismos (como puede ser un Volkswagen Golf). Salir de él tampoco requiere una agilidad especial, ni darse un pequeño impulso para salvar la distancia entre el asiento y el exterior. Colocar a un niño en su sillita también será una operación más cómoda porque no hay que agacharse para atarlo, ni para enganchar la hebilla del cinturón en el anclaje.
Los asientos de las plazas traseras son fijos, no pueden moverse en sentido longitudinal, ni tampoco se puede variar la inclinación del respaldo. El espacio es suficiente para que adultos de talla media viajen sin que sus rodillas toquen con los respaldos delanteros (ocupados por un pasajero de talla también más o menos próxima a la media). La cota más crítica es la altura libre al techo ya que es una de las más pequeñas entre sus alternativas, al menos con el techo solar panorámico. Esto impide que una persona de 1,85 metros de estatura pueda sentarse erguida y con la espalda bien pegada al respaldo. Modelos como el Honda CR-V, el Hyundai ix35 y el Subaru XV son más amplios en esta medición (tengan o no techo solar) y, por tanto, más recomendables para transportar a gente alta detrás.
El maletero tiene 430 litros de capacidad. Es un volumen menor que el de un Dacia Duster (475 l), un Volkswagen Tiguan (470 l), un Kia Sportage o un Hyundai ix35 (ambos, 465 l). Tiene un sistema que permite configurar el espacio de varias formas. Consta de dos piezas que, juntas, forman el piso del maletero. Pueden ir colocadas abajo del todo (queda una altura de 55 cm hasta la bandeja cubreequipaje) o en una posición 16 cm más alta, creando entonces un doble fondo de esa altura. Una de esas piezas, la que va colocada más lejos de los asientos traseros puede colocarse verticalmente, separando el maletero en dos partes; de este modo, se puede llevar las bolsas de la compra u otros objetos sin que se vayan desplazando por todo el maletero en las aceleraciones y frenadas (imagen). Estas piezas están recubiertas de moqueta por una cara y de plástico, fácil de limpiar, por la otra; así, si se va a llevar algo que está sucio, basta con ponerlas al revés para, luego, poder lavarlas.
El espacio de carga se puede ampliar abatiendo los respaldos de los asientos traseros, en dos secciones de 1/3 y 2/3. Con ellos abatidos, la superficie que resulta es prácticamente horizontal (siempre que el piso del maletero esté es su posición más elevada) y el volumen de carga es 1513 litros si se aprovecha todo el espacio hasta el techo (imagen). Debajo del piso hay un kit de reparación de pinchazos (imagen).
La postura al volante no ha sido del agrado de todos los que hemos conducido el Qashqai. El volante puede regularse en altura y profundidad; la amplitud de este último ajuste no es grande. Algunas personas que han probado el Qashqai han echado en falta una columna de la dirección que se pudiera colocar más cerca de la vertical y a menor distancia del torso, ya que regulando la distancia de la banqueta adecuadamente, la parte superior del volante queda alejada. Los asientos con regulación manual tienen una palanca para modificar la inclinación del respaldo. Al levantarla, el mecanismo que lo mantiene fijo deja de actuar y hay que tener cuidado para no irse hacia atrás. Este sistema nos parece más incómodo que una ruleta que permite ajustar el respaldo de manera más precisa y controlada. La versión Tekna, que es la más equipada, tiene regulaciones eléctricas para el asiento del conductor (no para el acompañante), pero la regulación de apoyo lumbar es igualmente manual.
Por materiales, el habitáculo del Qashqai causa buena impresión. Hay plásticos blandos para recubrir el salpicadero e incluso una superficie mullida en la zona de la consola donde apoya la pierna interior del conductor y pasajero. Pero hay detalles que lo diferencian de otros que tienen un precio mayor, como el desigual ajuste de las dos rejillas que hay en la parte superior del salpicadero o el funcionamiento poco suave de los tiradores de las puertas o del mando de los intermitentes. El techo solar panorámico no se abre, aunque es amplio y deja pasar mucha luz (pero apenas calor) cuando está abierta la cortinilla. Esta cortinilla no parece tener sistema antiatrapamiento o, para activarlo, hay que hacer mucha fuerza.
Son de agradecer los numerosos huecos disponibles que hay para depositar objetos como llaves, teléfonos móviles o botellas. En la guantera cabe con holgura la documentación y dos chalecos reflectantes. No tiene iluminación ni salida de ventilación.
Ambos parasoles tienen espejo con tapa y luz. Hay un plafón de luces en la parte delantera (con tres puntos de luz) idéntico al que se encuentra en un Renault Clio de 2006 (imagen). Hay dos tomas de corriente de 12 voltios, una a la derecha del mando que activa el freno de estacionamiento (imagen) y otra debajo del reposabrazos (imagen).
El cuadro de instrumentos es fácil de leer. Entre los dos indicadores principales hay una pantalla en color de 5,0 pulgadas que tiene muchas funciones. En ella se pueden consultar los datos del ordenador de viaje, el funcionamiento de los sistemas de ayuda al conductor, las indicaciones (por flechas) del navegador o la fuente de sonido seleccionada (y datos de ella, como la emisora). Y también sirve para configurar diversos dispositivos del coche, como el cierre centralizado, la iluminación ambiental, la exterior y otras muchas más. En esta imagen pueden verse algunas de ellas. La navegación por los menús se hace a través de los botones que hay en el lado izquierdo del volante (imagen). Su manejo nos ha parecido muy sencillo. Un problema de esta pantalla es que, cuando el sol incide directamente sobre ella, no se puede leer nada (más información en la sección Sistema Multimedia).
Los mismo sucede con la pantalla que hay en la consola, que es imposible de leer cuando la luz solar le llega directamente. Además, nos hubiera gustado que estuviera un poco más elevada para disminuir el tiempo que se retira la mirada de la carretera. Las principales funciones de la pantalla son la visualización y el manejo del sistema multimedia y el navegador.