Opel Vectra GTS (2002) | Impresiones de conducción
Durante la presentación internacional de este modelo, he tenido ocasión de conducir el GTS 3.2 V6 con cambio manual y automático «ActiveSelect», y también el GTS 2.2 DTi.
Sin necesidad de llegar al límite de sus posibilidades, en ambos modelos se aprecian los cambios en el bastidor con relación al cuatro puertas. La suspensión es claramente más dura y tiene más estabilidad. Lo que más se nota es cómo se ha contenido el cabeceo y el balanceo de la carrocería. Las reacciones son más ágiles y directas, pero creo que no llegan a ser bruscas; el Vectra GTS me parecen predecibles y fáciles de conducir.
Tienen ciertas facetas deportivas, pero no son verdaderos «deportivos», en sentido estricto. Aunque ha perdido comodidad de suspensiones, siguen manteniendo un compromiso de confort adecuado. Lo que sí me parece claro es que aquellos que quieran un Vectra que les transmita reacciones deportivas, tendrán que enfocar su compra hacia el GTS, más próximos en reacciones a coches como el Ford Mondeo o el Alfa 156.
La dirección permite trazar las curvas con más precisión y transmite mejores sensaciones, en parte también porque las suspensiones menos flexibles han permitido reducir el subviraje. El control de estabilidad (ESP Plus) tiene que actuar en menos ocasiones. En Opel aseguran que han calibrado el ESP para que entre en acción más tarde. Lo cierto es que permite un ligero deslizamiento de las ruedas antes de empezar a trabajar. Es muy eficaz en sobreviraje, pero me sigue pareciendo poco efectivo en subviraje (precisamente una de las cosas en las cuales se decía que se había progresado en el ESP Plus). En el Vectra GTS se puede desconectar el control de estabilidad mediante un botón situado en el salpicadero, algo que no es posible en el cuatro puertas.
El motor V6 tiene un sonido muy bonito y buen empuje, aunque tampoco sorprende. Destaca en aceleración en las tres primeras marchas, pero creo que el desarrollo de la 4ª y 5ª velocidad es demasiado largo para el funcionamiento de este motor. Su potencia específica es baja (66,4 CV/litro); otras marcas sacan un mayor partido a motores similares: Alfa 156 GTA 3.2 V6 de 250 CV (78,6 CV/litro), Audi A4 3.0 de 220 CV (73,9 CV/litro), BMW 330i de 231 CV (77,5 CV/litro) o Ford Mondeo ST 220 de 226 CV (76,1 CV/litro).
En unas mediciones que he realizado al GTS 3.2 V6 con el crono en mano (por tanto sólo orientativas) he medido 7,8 s y 12,8 s, respectivamente, en una recuperación de 80 a 120 km/h en 4ª y 5ª. Estos datos serían similares a los del Vectra 2.2 DTi de 125 CV y más lentos que en coches menos potentes como el VW Lupo GTi (125 CV) o el Seat León 4 20 VT (180 CV).
Con el cambio automático «ActiveSelect», las recuperaciones son todavía peores, al tener un cambio todavía más largo de desarrollos que no está compensado por el convertidor de par. He realizado también una medición «a mano» con dicho cambio y la recuperación de 80 a 120 km/h ha sido de 11,9 s y 19,3 s respectivamente en 4ª y 5ª velocidad. Este cambio automático me ha parecido agradable de utilizar y suficientemente rápido en su manejo con el mando secuencial (excepto en reducción) para disfrutar en una conducción de estilo deportivo.
En la posición «manual» permite engranar cada una de las marchas (hacia delante para cambiar y hacia atrás para reducir) como si se tratara de un cambio manual, pudiendo llegar hasta el corte de inyección. Sólo cambia automáticamente a la marcha superior si pisamos el acelerador a fondo y pulsamos el «kick-down». Tampoco reduce automáticamente si no pulsamos el «kick-down» mientras circulamos a bajo régimen.
El Vectra GTS 2.2 DTi (125 CV) me ha parecido un coche agradable de conducir. A pesar de su motor Diesel, aunque hay otros Diesel de similar potencia que son más rápidos.