Opel Vectra Caravan 3.0 V6 CDTi 24V (2003) | Impresiones del interior

11/01/2004 |Juan Manuel Pichardo

Hay pocos coches en los que sea más fácil acceder a las plazas traseras que el Vectra Caravan. Como en otros Opel, la forma de la puerta —con ángulos casi rectos en la parte superior— facilita mucho el acceso. En este caso, además, las puertas traseras son muy amplias. El escalón que hay que salvar para entrar no es alto y la superficie donde apoyar el pie dentro del coche es muy amplia.

Los asientos traseros son más bien duros de banqueta; lo que conviene en viajes largos y contribuye a que el cuerpo se mueva poco en las curvas. El respaldo tiene una inclinación y un apoyo lumbar que a algunas personas les pueden parecer excesivos.

Están más bien cerca del suelo de manera que — si se apoyan completamente los pies en el suelo— las piernas quedan flexionadas y no descansan completamente sobre la banqueta (salvo si se trata de un niño). Para que los muslos se apoyen completamente sobre la banqueta hay que estirar las piernas; es posible hacerlo porque hay mucho espacio longitudinal y se pueden meter los pies bajo los asientos delanteros. En conjunto, me parecen unos asientos muy confortables.

Los cinturones traseros pueden quedar perfectamente colocados; hay un ajuste de altura por si hiciera falta. Los reposacabezas son tan buenos como los delanteros, lo que no es nada común. Pueden alcanzar una altura suficiente para personas muy altas y tienen un ajuste de inclinación en su parte superior, de manera que se acomodan perfectamente a la cabeza y quedan a la distancia adecuada. El apoyabrazos central es amplio y está a una altura adecuada para personas de distinta talla.

Si viajan dos personas en las plazas traseras, tendrán mucho espacio alrededor.

Salvo una línea de cintura baja, tiene casi todos los elementos necesarios para dar sensación de espacio (por ejemplo, el parabrisas se ve muy lejos). Eso, unido a unos asientos que están relativamente bajos, limita la visión de los niños pequeños hacia delante o hacia los lados. A diferencia de la mayoría de los coches modernos, las ventanillas traseras bajan casi completamente.

En la parte trasera hay dos salidas de ventilación independientes y orientables, dos luces de lectura, cortinillas en las puertas para tapar las ventanillas, una toma de corriente de tipo mechero, dos ganchos para colgar una bolsa o una prenda y, en cada puerta, un altavoz de agudos y uno de medios-graves.

Lo que falta en el equipamiento de las plazas traseras son huecos para dejar cosas. Los únicos disponibles son un soporte para dos botes (donde difícilmente se puede poner otra cosa) que sale de la parte central de la banqueta, y un hueco de poca profundidad dentro del reposabrazos. No hay bolsas tras los asientos delanteros ni en las puertas traseras. Tampoco se pueden dejar cosas sobre la cubierta flexible que tapa el maletero. Opcionalmente hay el llamado «asistente de viaje», que es un cajón con más huecos que anula la plaza central trasera.

El respaldo trasero se abate por sectores de 1/3 y 2/3; el mecanismo para hacerlo es cómodo y no requiere plegar o retirar los reposacabezas traseros. Cuando se abate el respaldo no queda ningún escalón y el suelo del maletero es casi plano.

En la parte central de la banqueta trasera hay un portabotes.
Hay una trampilla que puede comunicar el maletero con el habitáculo, con objeto de llevar objetos largos y estrechos.

Además de amplio, el maletero es fácil de cargar, tiene una forma regular y está bien equipado. Tiene dos guanteras laterales, sin tapizar; en una de ellas caben perfectamente los triángulos y el chaleco. Bajo el maletero, hay otro hueco alargado, donde también cabrían los triángulos, un paraguas plegado u otros objetos de semejante tamaño y proporciones.

Hay cuatro argollas cromadas, más otras dos frente a los asientos traseros que se pueden aprovechar cuando se abate el respaldo. Tienes dos luces, una más de lo corriente. La rueda de repuesto está debajo del suelo del maletero.

El puesto de conducción del Caravan es igual que el de otras versiones del Vectra, por diseño, equipamiento y materiales. Es agradable, tiene buen ajuste, los materiales corrientes en este tipo de coche y buenos mandos en general. He conseguido acostumbrarme al mando secuencial del intermitente, no al del limpiaparabrisas y sigo sin saber cual es la ventaja de este sistema.