Renault Clio 1.9 dTi 5 puertas (2000) | Al motor dTi de 80 CV le falta elasticidad
El motor turbodiésel de inyección directa y 1.870 centímetros cúbicos del Renault Clio es similar al utilizado por otros modelos de la gama Renault: Mégane, Scénic y Laguna. Sin embargo en el Clio se ha eliminado el intercooler y se ha recurrido a un nuevo calculador de inyección que limita el aporte de combustible. Estos cambios han reducido la potencia de 98 a 80 CV y el par máximo de 200 a 160 Nm en el Clio 1.9 dTi.
A pesar de ofrecer unas cifras de prestaciones y consumo destacables, a este motor dTi le falta algo más de empuje y elasticidad. Otros rivales, con motores de la misma cilindrada, tienen más potencia y par (hasta 101 CV y 240 Nm el Skoda Fabia 1.9 TDi), aunque también recurren a otras tecnologías como el sistema bomba-inyector (Skoda Fabia), el conducto común (Fiat Punto JTD y Peugeot 206 HDi) o el turbocompresor de geometría variable (Skoda Fabia), elementos que el Clio dTi no tiene.
El motor Renault comienza a empujar con más fuerza entre 2.000 y 2.250 rpm, por debajo, apenas tiene respuesta. Como sus desarrollos de la transmisión son largos (41 km/h en 5ª a 1.000 rpm), cuando circulamos en quinta a 80 km/h rodamos a 2.000 rpm y apenas tenemos potencia. Esto nos obliga a reducir una marcha si queremos recuperar velocidad o adelantar con mayor rapidez.
El motor dTi de Renault tiene también el característico sonido "petroleta" de los Diesel con inyección directa y es ruidoso, sobre todo al ralentí, aunque no suena realmente más que otros como el 1.9 JTD de Fiat, el 1.8 TDdi de Ford o el 1.9 TDi de Volkswagen/Seat/Skoda.
Una de sus principales virtudes es el bajo consumo, a pesar de no ser el turbodiésel de pequeño tamaño que menos gasta. Otros como el Fiat Punto 1.9 JTD (80 CV) o el Seat Ibiza 1.9 TDi (90 CV) tienen unos consumos homologados más bajos. En nuestra prueba, al Renault Clio 1.9 dTi Alizé 5p le hemos medido un consumo medio de 7 litros/100 km en un uso mixto por carretera y ciudad, circulando a un ritmo más bien ligero y con el aire acondicionado funcionando en algunas ocasiones. Esto nos hace pensar en un consumo medio en torno a los 6 l/100 km en condiciones normales (el consumo medio homologado es de 5,2 l/100 km).