Renault Mégane 1.5 dCi 100 CV (2003) | Información general

09/11/2003 |Javier Moltó

Renault pone a la venta en España, desde principio de noviembre, el Mégane 1.5 dCi de 101 CV de potencia (ellos lo denominan 100 CV) en carrocería de tres y de cinco puertas. Con este motor se cubre un hueco en la oferta de motores turbodiésel de Renault para el Mégane.

Está a la venta desde 14.565 €, como ocurre en otros modelos de la gama Mégane, el 1.5 dCi de 100 CV tiene una buena relación entre precio y equipamiento (más información).

Este motor lo llevará el Clio en los primeros meses del próximo año y posteriormente en el Scénic, Mégane Sedan y Mégane Grand Tour.

Para esta potencia, es el motor de más baja cilindrada que hay en el mercado. Según Renault, la baja cilindrada tiene algunas ventajas, principalmente el menor peso y el bajo consumo. No discuto estas ventajas (que analizo a continuación), pero sí destaco el principal inconveniente: a medio régimen es un motor con poca fuerza en comparación con motores de igual potencia y mayor cilindrada (fichas técnicas de coches con motor Diesel de potencia similar).

En esta tabla, se puede ver que los datos de aceleración y velocidad máxima homologados por Renault no son grandes comparados con los de modelos de la competencia. Sin embargo, es el que menos consume.

Con este motor dCi de 100 Cv sorprende la suavidad de giro al ralentí y la poca sonoridad en todo momento. Es un motor que gira con suavidad y transmite sensación de girar con facilidad, a diferencia de otros motores Diesel, que transmiten sensación de aspereza aunque suban más de régimen y sean más potentes). Este es un motor suave y que suena muy poco.

Esta diferencia de fuerza a medio régimen es claramente apreciable, porque la pretendida ventaja de la diferencia de peso resulta inapreciable en un coche como el Mégane, donde la influencia del peso del motor en el peso total del coche no es muy grande. Este Mégane es 90 kg más pesado que el Focus con el motor 1.8 TDCi de idéntica potencia, y sólo 20 kg más ligero que el nuevo Volkswagen Golf (por compararlo con un modelo de reciente aparición y no con otros que llevan más tiempo en el mercado). La diferencia de peso con el Golf es de un 1% a favor del Mégane; la diferencia de potencia a 1.900 rpm es de más de un 20% a favor del Golf.

Al igual que la ventaja del peso se vuelve en contra del Mégane, creo que la del consumo tampoco resulta determinante. Durante los kilómetros que hice y a baja velocidad sí se consiguen consumos bajos, pero en cuanto se fuerza la marcha, especialmente en carretera, como el motor no es muy potente a medio régimen, hay que recurrir al cambio más de lo habitual que en otros modelos Diesel y el consumo sube de forma considerable.