El Scénic está ahora disponible con un motor turboalimentado de 163 CV, bien con la carrocería de cinco plazas o bien con la de siete (Grand Scénic). Este motor estará disponible en otras carrocería del Mégane, primero en el Coupé-Cabriolet y posteriormente en las de tres o cinco puertas.

Las prestaciones que he medido de este Scénic no son tan buenas como las que medimos al Laguna con este mismo motor. De hecho, la impresión de aceleración que da el Laguna no la da el Scénic, que pesa 105 kg más y tiene más resistencia aerodinámica.

Con todo, es un monovolumen muy rápido y me parece muy recomendable para quien no necesite el consumo bajo que da un Diesel, y sí aprecie que el motor tenga fuerza bastante para moverlo con mucha soltura, incluso cuando está cargado.

La aceleración que puede dar este Scénic es mucho mayor que la del 1.9 dCi de 120 CV (prueba de ese modelo). Si lo que se busca es capacidad para acelerar en marcha largas desde poca velocidad, el resultado de estas dos versiones del Scénic es muy similar; en sexta, incluso es algo más rápido el Diesel.

Con relación a otros Scénic, el 2.0 T tiene unos muelles y estabilizadoras menos flexibles, y unos amortiguadores más duros; el 2.0 T pesa 25 kg más que el que tiene motor atmosférico de 2 l y 134 CV.

El tacto del coche es semejante al de otros Scénic menos duros de suspensión; puede que se balancee menos, pero creo que es algo que sólo se nota si se prueban los dos en las mismas condiciones y sin mucho tiempo entre cada prueba (no es el caso, hace meses que no conduzco un Scénic que no sea éste).

Lo que sí he podido comprobar es que la motricidad del Scénic es adecuada a lo que requiere este motor, al menos en seco.

No hay en el mercado otros monovolúmenes de tamaño y potencia semejante, sean con motor de gasolina o Diesel. Los más próximos son el Seat Altea y el Volkswagen Touran con motor 2.0 FSI, de inyección directa y 150 CV. No hemos medido prestaciones de ninguno de esos modelos pero, a juzgar por el resultado que nos han dado otros modelos con ese motor, el Scénic debe ser mucho más rápido.

El Scénic menos costoso con el motor de 163 es el Confort Authentique, que no tiene control de estabilidad de serie y cuesta 20.360 (la opción de ESP cuesta 624 €). El Altea 2.0 FSI más barato cuesta 22.436 € y el Touran más barato, 27.560 (con equipamiento Highline).