Renault Scénic (2009) | Impresiones del interior
El Renault Scénic solamente está disponible con cinco plazas. Un Renault Grand Scénic, cuya carrocería es de mayor longitud que la del Scénic, está disponible con cinco o siete plazas. En el último caso, los asientos adicionales van dispuestos en una tercera fila y son escamoteables, quedando completamente ocultos bajo el piso cuando están recogidos.
Al tratarse de un vehículo destinado principalmente a un uso familiar, se agradece que todas las plazas, exceptuando la del conductor, tengan anclajes Isofix para poder colocar con seguridad asientos infantiles. Como tiene una carrocería alta y ser más bien grande el hueco de la puerta, es posible colocarlos con mayor facilidad que en un turismo convencional. El acceso al interior es cómodo porque no es necesario mucho esfuerzo para subir ni bajar puesto que la banqueta de los asientos queda a una altura media.
Los materiales de recubrimiento empleados en el habitáculo dan buena sensación, sobre todo los acolchados que se encuentran en la zona superior del salpicadero y de las puertas delanteras. La parte baja del salpicadero, de la consola y de las puertas es de plástico duro. Esto reduce la sensación de calidad al tacto. Hay algún plástico mal terminado ya que alguno de sus bordes es afilado. En general los ajustes son buenos.
Según el nivel de equipamiento, el Scénic puede tener cortinillas enrollables en las ventanas traseras. En nuestra unidad de pruebas, al circular por carreteras con el firme roto vibran y, como están terminadas en plástico duro, producen ruidos. Esto no sucede en el caso de, por ejemplo, el Renault Fluence porque los materiales de las cortinillas están terminados en goma, lo que enmudece dicho efecto.
El puesto de conducción es característico de un monovolumen: con las piernas poco estiradas debido a la altura de la banqueta y a la colocación de los pedales. La sujeción lateral que ofrece, al igual que los de las demás plazas, es algo escasa en carreteras reviradas pero son cómodos para el día a día y también lo son para viajar largas distancias.
La visibilidad es buena en todas las direcciones, salvo en tres cuartos traseros debido al grueso montante trasero. Un Volkswagen Touran, por ejemplo, no tiene este problema porque el montante trasero es más delgado.
El cuadro de instrumentos, situado en posición centrada en la parte alta del salpicadero, está formado por una pantalla «TFT» que se ve perfectamente independientemente de las condiciones lumínicas. Mediante un mando situado a desmano, pueden seleccionarse tres tipos de cuadro. Cada uno de ellos con la posibilidad de invertir los colores claros por unos oscuros y viceversa. Esto puede parecer algo prescindible en un primer momento pero se agradece según sea la iluminación ambiental (vídeo).
El sistema de navegación «Carminat TomTom» consta de una pantalla que está situada al lado del cuadro de instrumentos y se maneja desde unos mandos situados entre los asientos, en el módulo que contiene el reposabrazos. Hay uno principal, que es giratorio, se puede desplazar longitudinal o transversalmente y pulsar. Alrededor de él hay botones cuyo manejo obliga a retirar la vista de la carretera porque no se reconocen con facilidad al tacto.
Se echa de menos que algunos mandos, como los del volante o los de la regulación de los retrovisores, no estén iluminados. Junto al retrovisor interior, hay un pequeño espejo para poder «controlar» a los niños de las plazas posteriores sin tener que girar la cabeza. Me ha parecido que quedaba muy cerca de mí. Quizá a un conductor de mayor estatura no le suceda porque su posición de conducción se encuentre más alejada del volante.
Segunda fila de asientos
El Scénic no es particularmente espacioso en la segunda fila de asientos. Tres personas adultas irán un poco justas. Cada uno de los asientos es independiente y todos tienen el mismo tamaño. Un Mazda 5 o un Opel Zafira tienen más espacio en las plazas traseras, pero en ambos casos sus plazas centrales son mucho más estrechas e incómodas que las del Renault.
Un Volkswagen Touran tiene prácticamente el mismo espacio en las plazas traseras que un Scénic (mediciones interiores) y también tiene tres asientos individuales. Un Citroën C4 Picasso es superior al Scénic por espacio —tiene más anchura y más espacio longitudinal— y también tiene tres asientos traseros individuales. El Ford C-MAX es más pequeño por dentro que el Scénic y tiene una plaza central estrecha e incómoda.
En el Scénic cada uno de los asientos traseros tiene una regulación longitudinal de 13 cm, para ganar maletero o espacio para las piernas, según convenga en cada caso. Además, estos asientos se pueden plegar o sacar del habitáculo por separado —maniobra que requiere práctica y fuerza porque son muy pesados (aunque no tanto como los de por ejemplo un KIA Carnival) y el mecanismo no funciona todo lo bien que cabe esperar— (vídeo). Aunque los asientos traseros vayan colocados en su posición más retrasada, el espacio longitudinal que queda para las piernas no es grande, aunque sí suficiente para viajar con comodidad.
Todos los pasajeros podrán colocar los pies correctamente ya que el suelo es plano. Respecto a la anchura disponible, no destaca con respecto a los monovolúmenes de su mismo tamaño, aunque es suficiente. Tres adultos quizá vayan un poco justos.
Para los ocupantes de las plazas posteriores hay salidas de ventilación en el suelo y en los montantes, una mesita abatible con portabebidas en los respaldos, una toma de corriente de 12 V situada bajo la banqueta del asiento central y luces de lectura.
Huecos donde depositar objetos y espacio de carga
Bajo los pies de las plazas de la primera y segunda fila —excepto en el asiento central— hay cuatro receptáculos tapizados donde ocultar objetos. Los de las plazas delanteras son algo más pequeños. Además dichas plazas, bajo sus banquetas, tienen cajones deslizantes con el fondo tapizado.
Entre los dos asientos delanteros hay un apoyabrazos. Bajo él hay un pequeño hueco tapizado y, debajo de éste, un cajón profundo tapizado e iluminado (que además puede tener una bandeja en su interior). Todo este conjunto tiene desplazamiento longitudinal de unos 20 cm. Delante de él, en el piso, hay dos portabebidas —o un cenicero— que quedan muy bajos y obligan a separar la espalda del respaldo si se quiere tener acceso a ellos.
La guantera del salpicadero es de grandes dimensiones y puede estar refrigerada. En las puertas delanteras hay espacio suficiente para dejar una botella de 1,5 litros tumbada.
El maletero tiene una capacidad de 437 litros. No es un dato bueno comparado con vehículos de características similares, pero hay sitio suficiente como para guardar un carrito infantil y unas cuantas maletas de generosas dimensiones. Con los asientos traseros en su posición más retrasada, la superficie de carga del maletero tiene 85 centímetros de largo y 111 de ancho, con una altura —hasta la bandeja que lo cubre— de 55 centímetros. La altura mínima a la que hay que levantar un objeto para introducirlo en el interior del maletero es de 58 cm, que es muy poco.
Es posible abatir el respaldo del asiento del acompañante delantero, además del de las plazas traseras, lo que permite transportar objetos de gran longitud.
Hay puntos de fijación —uno justo detrás de los asientos traseros y otro detrás de los asientos delanteros— previstos para colocar una red que separa a los ocupantes del maletero. Colocar esta red es indispensable para transportar objetos de cierto volumen y peso con el objetivo de evitar que invadan el espacio destinado a los ocupantes en el caso, por ejemplo, de una frenada fuerte.
Cargar o descargar el maletero es cómodo, en cierto modo, porque que el borde de carga no queda alto. Pero el voladizo trasero dificulta dicha maniobra ya que sobresale bastante. El portón es muy largo, lo que conlleva un inconveniente: para abrirlo hay que tener el coche muy separado de una pared trasera. Un sistema de apertura independiente de la luneta, como en el anterior Scénic, o un portón de doble hoja, como el de un Mitsubishi Outlander, serían muy útiles. Además, si mientras un día lluvioso se mantiene el portón del maletero abierto porque se está descargando la compra, por ejemplo, éste retiene el agua en el hueco del portamatrículas —con la posterior cascada de agua que se precipita sobre la persona que cierra el portón—.
El maletero tiene un piso plano y bajo él se encuentra la rueda de repuesto de igual tamaño que las otras cuatro (las versiones con llanta de 17 pulgadas llevan un kit de reparación de pinchazos). En el lado izquierdo hay un pequeño hueco con tapa y una toma de corriente de 12 V. Es completamente recomendable contar con una red o algún sistema similar para amarrar las bolsas puesto que van dando tumbos por el maletero. Hay cuatro perchas, igual número de argollas y un plafón de iluminación —que no da la oportunidad de ser apagado o encendido mediante un interruptor independiente—.
Para ocultar el equipaje hay cortinilla enrollable. Si los asientos de la segunda fila están adelantados, no hay nada que cubra el espacio desde los respaldos hasta la cortinilla.