Saab 9-5 (2004) | Impresiones de conducción

A pesar de haberlo conducido muy pocos kilómetros y principalmente sobre autopista, el nuevo Saab 9-5 2.3 T de 220 CV me ha parecido un coche que ofrece unas destacables prestaciones y una buena relación entre confort de marcha y estabilidad.
Tiene la capacidad de aceleración que se puede esperar de un coche de su potencia pero —sobre todo— destaca por lo agradable que resulta conducirlo, gracias a la buena respuesta que ofrece el motor desde bajo régimen.
El nuevo motor 2.3 T parece bien escalonado entre el Saab 9-5 2.3 t de 185 CV y el 2.3 TS Aero de 250 CV. Lleva de serie el control de tracción y estabilidad. Las reacciones que tiene son progresivas y bien amortiguadas.
En el interior no hay más cambios destacables que los puramente decorativos en guarnecidos y tapicerías. Me ha gustado la nueva pantalla táctil en color del navegador, por su buen tamaño (7 pulgadas) y facilidad de uso (tocando directamente la pantalla). También me ha parecido agradable el funcionamiento del cambio automático, así como el manejo de los mandos secuenciales situados en el volante.
