Škoda Superb 1.8T 150 CV (2002) | Equipamiento, acabado y detalles de la carrocería
Éstas son las diferencias de equipamiento entre las dos versiones del Superb que hay con este motor (Comfort y Elegance). El equipamiento de serie de la versión más asequible tiene casi todo lo normal en un coche de este tamaño y precio, aunque le falta control de estabilidad (que es opcional). Algunos elementos de equipamiento poco usuales son los asientos traseros con calefacción (serie en Elegance) o lo que Škoda llama «paquete para malas carreteras».
Hay cosas que no puede tener ni como opción: conexión automática de luces, un sistema para desconectar los airbags del pasajero (hay que llevarlo al concesionario para ello), apertura y puesta en marcha sin llave, o airbags laterales traseros.
Si hay alguna diferencia de acabado entre el Superb y el Passat, ninguno en la redacción hemos sido capaces de verla. Los materiales de recubrimiento tienen un aspecto mejor de lo normal. La parte superior del salpicadero tiene tacto blando y en la inferior, junto con la consola, hay un tratamiento superficial que otros fabricantes no ponen. Hay varios elementos metálicos, como los tiradores de las puertas o el borde de carga del maletero; el pomo de la palanca tiene un aspecto cromado pero es de plástico.
Como ocurre normalmente, el plástico peor está en el recubrimiento de la tapa del maletero. Un detalle que me ha parecido curioso es que la parte de la cerradura unida a la tapa del maletero (que es metálica y punzante) está recubierta de plástico, para que no resulte agresiva. También es inusual que tenga dos asideros para cerrarla (vale igual para diestros y zurdos). No he encontrado ningún fallo de ajuste ni han aparecido ruidos después de ir rápido por carreteras muy bacheadas.
Es más cómodo entrar y salir del Superb que de otros coches cuando está oscuro. Entrar, porque bajo cada retrovisor hay un proyector (imagen) que ilumina muy bien el contorno del coche (salvo si los retrovisores están plegados). Salir, porque los tiradores interiores de las puertas están iluminados (no es algo nuevo, pero sí poco frecuente). Hay dos luces de lectura en las plazas traseras, de intensidad suficiente para los que leen y no excesiva para el que conduce.
Lleva las nuevas escobillas limpiaparabrisas de Bosch, que no tienen un bastidor metálico para darles una presión uniforme, sino una estructura flexible (imagen y más información). Hay amortiguadores de silicona para los asideros superiores de las puertas o la tapa de la guantera.
En la puerta trasera izquierda hay un espacio donde cabe un paraguas plegable automático de gran tamaño; no es el mejor paraguas del mundo, pero seguro que en algunas zonas viene muy bien llevarlo. Se puede meter mojado en su espacio, porque hay un desagüe. Creo que hubiera sido preferible ponerlo en la puerta derecha, que es por donde se sale mejor (salvo en donde se circula por la izquierda).
El ordenador contabiliza dos tipos de recorrido: uno total, que sólo pone los datos a cero si el conductor interviene para hacerlo, y otro parcial, que se pone a cero cada vez que el coche para más de dos horas.
Es muy recomendable leer el manual, que tiene información útil para conocer y cuidar el coche. Indica, por ejemplo, la conveniencia de encerar el coche dos veces al año; que después de un uso intenso hay que mantenerlo al ralentí aproximadamente dos minutos; cómo funciona el motor cuando está frío («el motor frío de un vehículo de categoría media consume inmediatamente después del arranque 30 - 40 l/100 km de combustible») o que «para evitar ruidos de cambio de marchas, espere un momento antes de introducir la marcha atrás». En la edición española se les ha escapado algún párrafo en alemán.