Škoda Superb 1.8T 150 CV (2002) | Muy rápido y económico
El 1.8 turbo de Audi, en versión de 150 CV, es un motor que he conducido en otros muchos coches. Lo que me he encontrado en éste es lo que esperaba: un rendimiento excelente. No hay ningún otro motor de gasolina en este margen de potencia (digamos entre 140 y 160 CV) que lo tenga mejor. En el Superb, ese buen rendimiento es patente en las prestaciones y en el consumo.
En la página de mediciones se puede ver que es extremadamente rápido, no hemos tenido ninguna berlina con motor de gasolina de esta potencia que acelere y recupere mejor. De los que hemos medido, el único Diesel claramente más rápido es el Toledo TDI 150 CV.
El Superb puede circular en un margen de velocidad muy alto con una gran reserva de aceleración, incluso en marchas largas. El efecto que tiene eso en carretera es que el coche responde muy bien cuando se circula normalmente y hace falta ganar velocidad, o bien en situaciones donde es necesaria la máxima aceleración.
Tiene la elasticidad que dan los mejores motores sobrealimentados y, además, un margen de régimen útil muy amplio (que no tienen los motores turboalimentados Diesel).
Aunque da la potencia máxima a 5.700 rpm, llega a 7.000 sin perder mucho impulso. Por tanto, puede resultar muy satisfactorio a los conductores que no valoran las prestaciones por la máxima aceleración posible (y van a medio régimen en marchas largas), y a los que sí esperan mucho impulso cuando se acelera a fondo en marchas cortas a régimen alto (curva de potencia de este motor).
He hecho la medición de adelantamiento desde 80 km/h de dos maneras: bien saliendo en segunda velocidad (a 5.550 rpm) y cambiando cerca del límite del motor (a unas 6.900 rpm), o bien saliendo desde tercera (a 3.650 rpm) y cambiando a 6.000 rpm. Ha sido más rápido de la primera manera, pero con una diferencia casi despreciable. También he hecho el adelantamiento desde 100 km/h con cambio a 6.900 o a 6.000 rpm (siempre en tercera desde 4.570 rpm), y también ha sido un poco más rápido de la primera manera.
En todo caso, las diferencia son tales, que condiciones normales de circulación, incluso cuando hace falta acelerar mucho, es posible ahorrarle las últimas 900 rpm al motor. Conduje esta unidad cuando estaba prácticamente nueva y he medido las prestaciones con más de 13.000 km (mucho para un coche de pruebas); el tacto del motor era igual de bueno en ambos casos.
El consumo puede ser muy bajo y no puede ser muy alto. Si se circula con suavidad, aunque el ritmo de viaje sea rápido, es perfectamente posible gastar unos 8 l/100 km, tanto en carretera de sentido único como de doble sentido. A un ritmo normal, en las carreteras donde no hay desniveles y la velocidad puede ser constante, es posible bajar de 8 l/100 km/100 km.
En recorridos por carreteras con curvas lentas y aceleraciones a fondo después de cada curva, no he pasado de 14 l/l100 km. En las mismas condiciones, cualquier otra berlina capaz de acelerar tanto gastaría más (salvo las que llevan este motor y pesan menos).
Un consumo normal para quien alterne carretera, vías de circunvalación y ciudad puede ser inferior a 10 l/100 km. Todos estos consumos a los que me refiero son con el aire acondicionado puesto y no mucho calor.
El motor es, además, suave y muy silencioso. Todos los ruidos que salen del motor (el mecánico, el de admisión y el de escape) son muy bajos. El silbido del compresor se escucha, pese a lo bien aislado que está el vano motor, pero es menos evidente que en otros motores de gasolina turboalimentados.
Cuando se circula por carretera a velocidad constante, aunque sea muy alta, lo que más se escucha es el ruido aerodinámico, principalmente proveniente de los retrovisores. Las ruedas también suenan poco y la transmisión prácticamente nada.