Para quien la comodidad en las plazas traseras sea una prioridad y no utilice normalmente las tres, el Škoda Superb es el más recomendable, incluso considerando coches mucho mayores. El confort de suspensión, la ventilación y —sobre todo— el espacio disponible, hace que un viaje en la parte trasera del Superb pueda ser muy agradable.

Para tener ese confort atrás no hay que hacer ninguna concesión en otras variables. Esta versión del Superb, con motor de gasolina turboalimentado de 150 CV, tiene otras cualidades muy positivas y ningún fallo grande.

El rendimiento del motor es muy bueno, y eso se refleja en las prestaciones y en el consumo. También es suave y muy poco ruidoso.

La estabilidad está dentro de lo normal. No es un coche difícil de conducir pero no está al nivel de otras berlinas recientes; no tiene control de estabilidad como equipo de serie (es opcional y cuesta 708 €).

La calidad que se puede percibir en un examen de los materiales y el ajuste está por encima de la media (lo cual no quiere decir que el coche no se vaya a estropear). No creo que esa calidad sea inferior a la de un Volkswagen Passat.

El Superb es básicamente un Passat con más espacio entre los asientos delanteros y traseros; su longitud es similar a la de un A6. Atendiendo a la longitud, la referencia para el Superb serían coches como el mismo A6, el BMW Serie 5 o el Peugeot 607. A igualdad de potencia, un Superb es más barato y espacioso que cualquiera de ellos.

Si lo comparamos, en cambio, con berlinas como el Citroën C5, Ford Mondeo o el Volkswagen Passat, ya no existe esa ventaja de precio, pero sí la de espacio. El precio de un Superb es semejante al de un Passat, si se igualan por equipamiento.

Esta versión puede ser una alternativa muy interesante al Diesel de 1,9 litros y 131 CV. La diferencia de precio entre ellas no es grande (400 €), de manera que en un plazo no superior a unos 20.000 km el Diesel puede empezar a ahorrar. Ahora bien, el 1.8T es un coche económico de consumo, que tiene mejores prestaciones que el Diesel y que es más suave y silencioso. Para quien el ahorro de combustible no sea una prioridad, o bien para quien no use mucho el coche, me parece más recomendable esta versión de gasolina (ficha comparativa del 1.8T y el 1.9 TDI).