SsangYong Korando e-Motion (2022) | Impresiones de conducción
Uno de los mejores aspectos de este Korando eléctrico es su suavidad y silencio de marcha. Es cierto que prácticamente la totalidad de los coches eléctricos son muy agradables a velocidades medias y bajas, pero el Korando también lo es al ritmo habitual en autopista. Tiene poco ruido de rodadura y aerodinámico a casi cualquier velocidad, al estilo de coches eléctricos más costosos, como puede ser un BMW iX1 o un BYD Atto 3.
En carreteras rápidas da una muy buena impresión de seguridad y de control. Es un coche delicioso de conducir. Además, la suspensión contrarresta bien las irregularidades del piso para que los ocupantes viajen con comodidad.
En curvas cambia el panorama. Como ocurre en otros SUV eléctricos, se nota pesado si se busca ir medianamente deprisa. Tarda en reaccionar un poco a las órdenes que se hacen con el volante y la carrocería tiene movimientos lentos y más bien amplios. Si se circula a un ritmo tranquilo, el conductor no notará apenas nada de lo dicho anteriormente.
Los neumáticos de nuestra unidad de pruebas eran unos Nexen Radian GTX en medidas 215/65 R17 99H (son los mismos para los dos niveles de equipamiento Urban y Limited). Me parecen peores de lo normal desde el punto de vista de la adherencia (no sé nada sobre su duración). Una prueba que lo demuestra es que el Korando empleó 57,4 metros para detenerse desde 120 km/h, que es un dato pobre. Es posible que unos neumáticos de mayor calidad ayuden a conseguir mejores distancias de frenado así como a enmascarar un poco la falta de agilidad del Korando y conferirle mejor tacto en curvas.
El motor de 190 CV permite que la reserva de aceleración sea suficiente en casi todos los casos y me parece poco probable que haga falta más. Según nuestras mediciones, el Korando e-Motion ha empleado 6,2 segundos para pasar de 80 a 120 km/h, que son datos en línea con el tipo de carrocería y peso. Un Škoda Karoq 1.5 TSI 110 kW (150 CV) DSG (2022) empleó el mismo tiempo con menos potencia y un BMW X1 sDrive18d de 150 CV fue algo más lento (6,6 s). El Škoda es 445 kg más ligero que el SsangYong y el BMW 190 kg. Que la tracción sea al eje delantero me parece un dato poco relevante en un uso cotidiano. Sólo cuando se conduce de forma algo agresiva o se acelera mucho en curvas lentas, se nota que las ruedas delanteras patinan un poco.
Hay cuatro modos de conducción que se eligen desde un botón en la consola situado a la izquierda de la palanca selectora (imagen): Sport, Comfort, Eco y Eco+, que limita la velocidad a 90 km/h.
Con el nivel de equipamiento básico, los faros son halógenos para las funciones de corto y largo alcance. Es una solución que ya casi está en desuso; no obstante, el haz de luz es suficientemente potente y largo, aunque algo estrecho. Por ello, los laterales de la carretera no suelen quedar bien iluminados. No he probado los faros de ledes del nivel de equipamiento Limited.