Toyota Auris Híbrido (2010) | Impresiones del interior
El habitáculo del Auris HSD es idéntico al de cualquier otro Auris, excepto por los mandos e indicadores específicos de esta versión híbrida y la capacidad del maletero, que es mucho menor. Éste es poco profundo y por ello no es posible apilar más de una maleta grande, como se puede ver en esta imagen. Tiene un doble fondo, que no es muy aprovechable para guardar objetos grandes porque tiene formas muy irregulares (imagen). Debajo del mismo hay una rueda de repuesto de medidas de emergencia (imagen).
El cuentarrevoluciones ha sido sustituido por un indicador, dividido en tres tramos (imagen). El primero indica cuándo se está recargando la batería. El segundo es lo que Toyota llama «conducción eficiente». La aguja lo señala cuando sólo trabaja el motor eléctrico o lo hacen ambos, si bien el de gasolina trabaja en un punto de rendimiento óptimo y por lo tanto con bajo consumo de combustible. El tercero, llamado «Power», que corresponde a cuando el coche está ganando velocidad con rapidez. Este indicador me parece interesante porque ayuda al conductor a conducir de manera eficiente. En este vídeo mostramos cómo funciona este indicador.
En la consola, la palanca de cambios habitual ha sido sustituida por una pequeña (imagen) que sirve para seleccionar el sentido de avance (hacia delante y hacia detrás) y el punto muerto. Hay una cuarta posibilidad (marcada con una «B») en la que el motor de gasolina ofrece mayor retención, que viene bien para descender pendientes pronunciadas sin necesidad de accionar continuamente los frenos. Bajo la palanca selectora hay tres interruptores (imagen) que activan tres programas posibles de conducción, además del normal.
Otra diferencia del Auris HSD en las plazas traseras es que en los laterales del respaldo hay rejillas de ventilación (imagen).
Desde aquí, el texto es válido para todas las versiones de Auris.
Para mi gusto, la forma y posición de la consola (tipo puente) que hay entre las plazas delanteras perjudica más de lo que favorece.
Lo mejor es que permite que la palanca quede colocada en una posición elevada y cercana al volante, donde resulta muy cómoda de manejar. También quedan muy bien situados —altos y cerca del conductor— los mandos de la climatización o del sistema de sonido.
El aspecto más negativo de la consola es que casi no deja huecos para dejar pequeños objetos y los que tiene no quedan a mano. Por ejemplo, para acceder al receptáculo que va justo debajo del puente que forma la consola (imagen) hay que forzar la posición del brazo y de la mano. Para llegar al cajón que hay entre los asientos delanteros hay que torcer mucho el hombro para dejar cualquier cosa ahí.
El Auris es amplio tanto en las plazas delanteras como en las traseras. A varias personas de km77.com que los hemos conducido nos ha parecido que el puesto de conducción tiene carencias. Los asientos tienen un relleno más bien blando y cede con facilidad con el peso del cuerpo.
Hay personas, entre las que me incluyo, que no han conseguido que el respaldo les dé un apoyo uniforme en la espalda. El problema posiblemente es la regulación de este, por puntos fijos muy separados entre sí; para mi gusto una posición me hacía ir demasiado erguido y la siguiente demasiado tendido.
Con la regulación del volante y el asiento en altura y profundidad es sencillo encontrar una posición cómoda. Hay dos tipos de tapicería, una de serie y otra opcional de cuero y Alcantara (imagen); yo he ido en un coche con esta última y me ha parecido calurosa.
Casi todos los mandos están ubicados en una posición que permite utilizarlos cómodamente. Las únicas excepciones son los que están ubicados en la parte baja del salpicadero, a la izquierda del volante (imagen), que permiten regular los espejos retrovisores exteriores y la altura de las luces y desconectar el control de estabilidad.
Por espacio, el habitáculo del Auris se sitúa ligeramente por encima de la media entre los coches de sus características (mediciones interiores). En las plazas traseras el piso es prácticamente plano (imagen), lo que favorece la movilidad de sus ocupantes y que la plaza central sea más cómoda de lo normal porque quien vaya sentado ahí no tiene que llevar las piernas en una posición forzada.