Toyota Yaris 5p 1.0 (1999) | Amplio y práctico
Es un coche muy espacioso para su tamaño; los que son más grandes por dentro también lo son por fuera.
Tiene una altura interior grande en las dos filas de asientos. La ventaja de esta altura es doble, al margen de la sensación de desahogo que dé: primero, es apropiada para las personas más altas; segundo, es más fácil permanecer en el interior de cualquier manera que no sea sentado (por ejemplo, al colocar a un niño en su silla). El espacio para las piernas delante es algo justo para las personas más altas y el espacio que hay detrás es variable.
El asiento trasero se puede desplazar 16 cm de una forma sencilla (un tirador en la parte frontal del asiento). Con el asiento en la parte más retrasada, queda un espacio para las piernas muy amplio, mayor que el de la mayoría de utilitarios y comparable al de coches medio metro mayores que el Yaris. En esas condiciones, el maletero sirve para poco porque apenas tiene fondo, aunque su volumen (205 l) no es menor que el de otros coches de su tamaño. Si se desplaza el asiento completamente hacia delante para ganar el máximo de maletero, lo que resulta casi inútil son las plazas traseras, aptas en ese caso para una silla de niño de Grupo 0 ó 1, y poco más. El maletero en esas condiciones tiene 305 l de volumen, que es mucho.
El puesto de conducción tiene tres carencias: que el asiento no se puede ajustar verticalmente, que el volante no se puede ajustar longitudinalmente y que los espejos se ajustan manualmente. Esto último no es un problema, salvo que el coche lo usen asiduamente personas que los colocan de manera distinta.
A la instrumentación le faltan cosas que pueden ser útiles, como un termómetro de agua. En su lugar, hay un testigo que permanece encendido un tiempo mientras el motor está muy frío, pero se apaga antes de que el motor verdaderamente haya llegado a una temperatura adecuada de funcionamiento. La instrumentación está proyectada en un hueco que hay dentro del centro del salpicadero. No me ha gustado el velocímetro, que es digital; ni el tacómetro, que es analógico (una escala de luces) pero menos visible que de aguja. La instrumentación está complementada con un ordenador, que forma parte del equipo de serie.
La ventilación me ha parecido muy buena. Aunque no esté conectado el ventilador ni el coche vaya rápido, puede entrar una gran cantidad de aire exterior. Las salidas de ventilación en el salpicadero permiten que tanto el conductor como el pasajero delantero esquiven la corriente de aire, si quieren. Aunque el coche es voluminoso interiormente, el aire se renueva bien y no es fácil que se empañe, aunque se deje dentro una gabardina mojada, por ejemplo.
Está muy bien provisto de huecos para dejar cosas de diferente tamaño, o bien para llevarlas guardadas. Hay dos guanteras, una útil para cosas pequeñas y la otra más bien voluminosa; dos huecos muy prácticos a cada lado de la consola; y huecos en las puertas (amplios), entre los asientos y bajo el volante.
El interior es algo tosco de presentación, pero da impresión de calidad. Gran parte del revestimiento está hecho con plástico de tacto duro, pero bien terminado. No he encontrado ninguna pieza mal sujeta o con los bordes mal acabados. Después de ir rápido por carreteras muy bacheadas, no ha aparecido ningún ruido. Casi todas las piezas móviles tienen buen tacto y sonido.