Ya están a la venta los nuevos Volvo S40 y V40; no cambiará su denominación pero si su aspecto, equipamiento y gama. Hay dos nuevos motores turbodiésel de inyección directa con conducto común, de 115 ó 102 CV. El anterior turbodiesel de 95 CV deja de montarse en este coche.

El motor de gasolina del T4 también se ha modificado. Aumenta su cilindrada (93 cm3) pero tiene cifras idénticas de potencia y par máximos. Volvo anuncia un menor consumo de combustible. La gamaqueda compuesta, por tanto, por cinco motores de gasolina (entre 109 y 200 CV) y los dos Diesel (102 ó 115).

Hay disponible un nuevo cambio automático de cinco relaciones, sólo para los motores de gasolina (salvo el 1.8i); este cambio no está disponible para las mecánicas de gasóleo.

La suspensión delantera mantiene la misma estructura que hasta ahora, pero Volvo la ha modificado, con objeto de conseguir un mejor resultado en carreteras en mal estado. Estos cambios han provocado un aumento de la distancia entre ejes y de la anchura del delantero. Volvo no ha aprovechado estos cambios para dotar al S40 y V40 con control de estabilidad; queda, por tanto, en desventaja con relación a otros modelos de su clase que existen ya en el mercado y lo tienen, y también con algunos competidores que aparecerán próximamente (Mondeo, Laguna o Xantia, entre ellos).

El diseño ha cambiado ligeramente tanto en el exterior como en el interior. Se pueden apreciar pequeñas modificaciones en el cuadro de mandos, la consola central del salpicadero y las tapicerías.