Es la versión más potente, deportiva y exclusiva de la gama Vantage actual. Aston Martin solo va a fabricar 333 unidades para todo el mundo y, con ellas, pondrá fin a la comercialización de modelos nuevos con motor de doce cilindros (el DBS, que también tiene doce cilindros, seguirá a la venta en algunos países durante un tiempo). Las entregas comenzarán en abril de 2022.
Además de por el motor, el V12 Vantage se distingue del Vantage convencional porque tiene muchas piezas de la carrocería y el habitáculo fabricadas en materiales ligeros, una puesta a punto del chasis distinta y un aspecto diferente.
El motor es el mismo V12 biturbo de 5,2 litros empleado en el DBS, aunque con una serie de ajustes que reducen un poco su rendimiento. En el Vantage desarrolla 700 caballos y 753 Nm de par (25 CV y 147 Nm menos), suficientes para poder acelerar de 0 a 100 km/h en 3,5 segundos y alcanzar los 322 km/h. Sus principales alternativas, que son el Audi R8 V10 performance V10, el Lamborghini Huracan EVO RWD, el Maserati MC20, el McLaren 720S o el Porsche 911 Turbo S, aceleran un poco mejor y alcanzan una velocidad máxima superior (aunque las diferencias no son grandes).
La única caja de cambios con la que está disponible es la misma automática de convertidor de par y ocho velocidades del Vantage con motor V8 (fabricada por ZF), aunque con un ajuste específico. La tracción es en las ruedas traseras y cuenta con un diferencial autoblocante de accionamiento mecánico.
Para mejorar la experiencia de conducción, Aston Martin ha modificado muchos elementos de la suspensión: los amortiguadores (controlados electrónicamente) tienen una puesta a punto diferente, los muelles son un 50 % más firmes en el eje delantero y un 40 % en el trasero y las barras estabilizadoras son más o menos rígidas en función del eje en el que van montadas (la delantera un 5 % más firme y la trasera un 41 % más flexible). Además, también ha incrementado la rigidez estructural añadiendo piezas de refuerzo en la parte delantera y trasera de la carrocería, una barra entre torretas en el eje posterior y un depósito de carburante más resistente. También la dirección ha recibido cambios orientados a mejorar el tacto en conducción deportiva.
El sistema de frenos de serie tiene discos cerámicos de 410 mm de diámetro en el eje delantero y de 360 mm en el trasero (mordidos por pinzas fijas de 6 y 4 pistones, respectivamente). Las llantas son de 21 pulgadas y los neumáticos, unos Michelin Pilot Sport 4S en medidas 275/35 y 315/30 (eje delantero / eje trasero).
El aspecto de la carrocería difiere del que tiene el Vantage V8 porque Aston Martin ha modificado el diseño de los parachoques, los faldones laterales, el capó, la parrilla delantera y el difusor aerodinámico posterior, además de instalar un alerón de grandes dimensiones sobre la tapa del maletero (imagen). Este último genera 204 kilos de carga aerodinámica cuando el coche circula a la máxima velocidad (322 km/h) y si el propietario lo desea, se puede eliminar sin coste adicional (ni descuento).
Para reducir el peso del vehículo, Aston Martin ha utilizado la fibra de carbono para el parachoques delantero, composite (materiales sintéticos mezclados) para el parachoques trasero, los faldones laterales y la tapa del maletero, y acero inoxidable para el sistema de escape (este último supone una reducción de 7,2 kilos con respecto al del Vantage V8). Además, opcionalmente se pueden pedir unos asientos de tipo baquet con estructura de fibra de carbono y ajustes manuales (-7,2 kilos) o unas llantas que, en conjunto, pesan 8 kilos menos.