Audi A6 Avant (2012) | Impresiones de conducción
El A6 Avant tiene una cualidades dinámicas similares a las de la versión de carrocería berlina (más información). De serie tiene una suspensión cómoda que aísla correctamente a los ocupantes del estado de la carretera. No llega a ser tan cómodo como un Mercedes-Benz Clase E Estate, pero casi; sí lo es un poco más que un BMW Serie 5 Touring, que tiene una suspensión más dura. Hay disponible una suspensión neumática opcional que, en otros modelos de Audi que hemos probado, da muy buen resultado, como en el A6 Avant anterior (más información).
Es muy agradable de conducir por la suavidad de respuesta y su buena estabilidad. En carreteras sinuosas, circulando con rapidez, la carrocería no tiene movimientos incómodos para los pasajeros. En autopistas y autovías, la estabilidad lineal es muy buena ya que no pierde la trayectoria cuando se transita por zonas bacheadas o pasa por las juntas de dilatación.
Transmite gran sensación de seguridad a quien lo conduce, incluso a velocidades muy altas. El habitáculo está bien aislado de los ruidos de rodadura y procedentes del motor. Es un coche con el que se puede viajar con gran comodidad en largos espacios de tiempo, tanto por lo comentado anteriormente como por la calidad de sus asientos.
Llama la atención el poco espacio que necesita para girar a pesar de sus dimensiones exteriores. En calles estrechas y garajes se maniobra mejor que, por ejemplo, con un Volvo V60, mucho más pequeño (30 centímetros). Necesita más o menos el mismo espacio para girar que un Clase E Estate.
La visibilidad es buena en todas direcciones, aunque las ventanas posteriores, de pequeñas dimensiones, dificultan ciertos giros e incorporaciones. La luneta y los espejos retrovisores exteriores son grandes. Como desde el puesto de conducción no se ve dónde comienza y termina la carrocería, los sensores de aparcamiento y la cámara de visión trasera son opciones a tener muy en cuenta.
Nuestra unidad de pruebas llevaba los faros de xenón opcionales —«faros de xenon plus con luz de marcha diurna LED»—, que dan una iluminación extraordinaria. Tienen un gran alcance, alumbrando excelentemente tanto el centro como los bordes de la carretera. El sistema de iluminación tiene un modo, denominado «luz para todo tiempo», que ajusta automáticamente la intensidad de los faros en función de la climatología. Audi cita este ejemplo: si hay lluvia, se regulan automáticamente para evitar deslumbrar al conductor.
El A6 Avant puede llevar el «Audi drive select», un sistema que modifica, en función de cinco programas diferentes —«efficiency», «comfort», «auto», «dynamic» e «individual»—, la respuesta del motor, la caja de cambios, la dirección, la tensión del cinturón de seguridad, el climatizador y la suspensión neumática, si la lleva. También afecta a otros sistemas opcionales como el diferencial o la luz de curva. El modo «individual» permite seleccionar una de las tres opciones disponibles —«comfort», «auto» y «dynamic»— para cada uno de los parámetros.
Como la unidad que hemos probado no llevaba la suspensión neumática, la mayor diferencia entre un modo y otro se da en la dirección. Los dos extremos son los programas «dynamic» y «comfort» o «efficiency». En el primero, la dirección está claramente menos asistida. Se nota claramente que es más dura. En cualquier caso, todos los programas del «Audi drive select» hacen que el A6 Avant sea un coche fácil de conducir, seguro y de muy buena respuesta.
El freno de estacionamiento es eléctrico y sólo se desconecta automáticamente al iniciar la marcha si el conductor lleva abrochado el cinturón —es una muy buena medida de seguridad—. Junto al botón del freno hay una tecla para conectar o desconectar el sistema de ayuda al arranque en pendiente, muy útil en un coche del peso del A6 Avant.
2.0 TDI 177 CV (ya no se comercializa)
Hemos probado con detenimiento la versión Diesel de menor potencia (177 CV), que fue sustituida en julio de 2014 por la versión 2.0 TDI «ultra» de 190 CV. Circulando sin carga, tiene fuerza suficiente para realizar una conducción normal y acelera mucho, algo necesario para realizar adelantamientos con seguridad, por ejemplo. Sin embargo, le falta algo de fuerza para mover el coche con soltura si éste va cargado. En ese caso es más recomendable la versión 3.0 TDI de 204 CV, que tiene un precio superior en casi 7.000 € —quizá a muchos potenciales compradores le parezca una diferencia demasiado grande por 27 CV—.
Comparando las dos versiones de carrocería del A6 —Berlina y Avant— que hemos probado con este motor Diesel de 177 CV, hay ciertas diferencias, no tanto en aceleración —prácticamente idéntica— sino en recuperación en las marchas más largas. Siempre es a favor de la variante de carrocería berlina. El peso no debería ser un motivo clave ya que el A6 Avant sólo pesa 65 kg más —1715 frente a 1650 kg—. Así, mientras en cuarta hay sólo medio segundo de diferencia entre ambas, en quinta y sexta hay uno y 1,7 segundos, respectivamente (tabla comparativa).
Frente a un BMW 520d Touring de 184 CV y un Clase E 250 CDI BlueEFFICIENCY Estate de 204 CV, el A6 Avant 2.0 TDI de 177 CV es más rápido que el primero y más lento que el segundo acelerando de 80 a 120 km/h. Sin embargo, recuperando en marchas largas, el Audi es claramente más lento que el BMW (tabla comparativa). El Clase E Estate que probamos en su día tenía cambio automático y no permitía medir las recuperaciones.
El motor 2.0 TDI de 177 CV es el mismo que llevan otros modelos de Audi y del Grupo Volkswagen en dos potencias diferentes —140 y 177 CV—, es suave y produce poco ruido, salvo a bajas vueltas cuando está frío. Aún así, no es molesto, o al menos a mí no me lo parece. Este mismo motor en el A6 Berlina vibraba mucho al ralentí; en el A6 Avant esto no sucedía.
Esta versión del A6 de carrocería familiar tiene un consumo medio homologado bajo (5,0 l/100 km). En nuestro habitual recorrido para medir cuánto gastan los coches que probamos, un recorrido de ida y vuleta por autovía de 143,3 km con varias pendientes pronunciadas, consumió 6,8 l/100 km a 120 km/h de media. En ambos casos son cifras reales, teniendo en cuenta el error del ordenador de viaje en las indicaciones de consumo y distancia. Supone medio litro más que la berlina que probamos con el mismo motor Diesel (6,3 l/100 km).
El BMW 520d Touring de 184 CV gastó en ese mismo trayecto 6,6 l/100 km, mientras que el Clase E 250 CDI BlueEFFICIENCY Estate de 204 CV consumió 7,2 l/100 km. Otros familiares gastaron más: Honda Accord Tourer de 180 CV (7,5 l/100 km) y Opel Insignia Sports Tourer de 160 CV (7,1 l/100 km). Este último tenía tracción total.
Esta variante del A6 Avant lleva una caja de cambios manual de seis velocidades muy agradable de utilizar por su buen tacto y la facilidad con la que entran todas las marchas. Es un cambio suave y tiene un excelente guiado de cada una de las relaciones, aunque me ha dado la sensación de que no tanto como otros modelos de Audi.
Un BMW Serie 5 Touring tiene una transmisión mucho más dura de accionar, tanto en lo que se refiere al pedal como a la palanca del cambio, en la que hay que hacer más fuerza para pasar de una marcha a otro; en un Mercedes-Benz Clase E Estate esto no sucede ya que el tacto es mucho más suave, próximo al de Audi.
Otras versiones
En la presentación de este modelo pude probar las dos versiones de mayor potencia, de 299 CV (gasolina) —desde mayo de 2012 da 310 CV— y de 313 CV (Diesel), además de la menos potente de gasolina (179 CV). Las dos primeras son similares en cuanto a su respuesta al acelerador —muy buena—, aunque me ha dado la sensación de que la de gasolina es ligeramente más rápida —según los datos homologados, aceleran de 0 a 100 km/h de forma muy similar (ficha comparativa)—.
A pesar de la diferencia de potencia, el motor TFSI de 179 CV no resulta escaso de fuerza y mueve bien el A6 Avant, al menos con dos personas y poco equipaje. Tal vez, no lo sé, con el coche cargado sí se eche de menos algo más de potencia. Es posible que suceda como en la variante Diesel 2.0 TDI de 177 CV, que se quede algo escasa de respuesta al acelerador con cuatro adultos y el maletero lleno.