Las dimensiones del A7 Sportback de segunda generación son casi calcadas a las del anterior. Tiene una longitud de 4,97 metros, una anchura de 1,90 m, una altura de 1,42 m y una distancia entre ejes de 2,93 m. Es, por tanto, igual de largo y alto, y un centímetro más estrecho que el modelo al que sustituye; su batalla crece dos centímetros.
El coeficiente aerodinámico es 0,27, un buen valor pero no mejor que el de sus rivales. Pero el factor de resistencia, que es la cifra importante puesto que indica la resistencia al avance (es el producto del coeficiente anterior por la superficie frontal), es 0,63, es bueno (ficha comparativa). En el portón hay un alerón trasero que aparece automáticamente a partir de 120 km/h y que puede llegar a generar una carga máxima aerodinámica de hasta 50 kg.
El chasis está hecho en su mayoría de acero, de distintos tipos. El aluminio se emplea para todos los paneles de la carrocería (excepto las aletas trasera) y en las siguientes piezas: las copelas de suspensión y el brazo de refuerzo que las une, los refuerzos del bastidor del techo, la traviesa central bajo el piso y las planchas que hay en el interior de los pilares centrales. Es peso es similar al de otros modelos equivalentes (ficha comparativa).
Suspensión
La suspensión es de tipo independiente en las cuatro ruedas mediante un sistema de cinco brazos. Estos van unidos al chasis mediante sendos subchasis (el trasero con soportes hidráulicos). De serie, los muelles son helicoidales y los amortiguadores normales. Esta configuración se puede cambiar con las tres opciones que ofrece Audi: suspensión deportiva (407 €), suspensión con control de la amortiguación (1097 €) y suspensión neumática (1933 €).
La deportiva tiene unos muelles más cortos y amortiguadores más firmes; rebaja 10 mm la altura. La que tiene control de amortiguación lleva unos amortiguadores reglados electrónicamente. La neumática, lleva estos mismos amortiguadores y unos muelles neumáticos que varían la altura de la carrocería (la bajan 10 mm a partir de 120 km/h o la puede subir por encima de su nivel normal a voluntad del conductor para evitar un obstáculo.
Las pinzas de freno delanteras (que son de aluminio) tienen seis pistones.
Dirección dinámica a las cuatro ruedas
Con esta opción (1845 €), las cuatro ruedas del A7 son directrices. Las traseras giran hasta cinco grados en el sentido opuesto a las delanteras cuando se circula a menos de 60 km/h (se reduce el diámetro de giro en hasta 1,1 metros). Si se va a más velocidad, lo hacen en sentido contrario (en un ángulo máximo menor) para mejorar la estabilidad. Combinando el giro de las cuatro ruedas, el valor de la desmultiplicación de la dirección varía entre un mínimo de 9,5 a 1 (muy rápida) y 16,5 a 1 (normal). Para equiparla hay que montar también la suspensión con control de la amortiguación o la neumática.
El tamaño de las llantas ofertadas varía entre 17 y 21 pulgadas de diámetro. El control de estabilidad tiene una función capaz de detectar si alguna está mal colocada.
Sistema eléctrico de 48 voltios
Audi ha desarrollado lo que llaman un sistema híbrido simple de tipo «mild-hybrid» (MHEV). A diferencia de un híbrido normal, este no es capaz de mover el coche empleando únicamente energía eléctrica pero sí hay circunstancias (entre 55 y 160 km/h, cuando el conductor no pisa el acelerador) en las que el A7 Sportback avanza con el motor de combustión apagado. Audi cuantifica un ahorro en el consumo de 0,7 l/100 km.
Consta de una máquina eléctrica, conectada al cigüeñal por una correa, que desempeña la función de generador y de motor de arranque. Con este sistema (su denominación en inglés es BAS, de Belt Alternator Starter) Audi consigue recuperar más energía durante las fases de deceleración (hasta 12 kW) y es capaz de rearrancar el motor de combustión de manera imperceptible. Este sistema no permite prescindir del motor de arranque por piñón de ataque habitual, dado que es necesario para los arranques en frío.
Esta máquina eléctrica es alimentada por una batería de iones de litio de 480 Wh de capacidad, energía que permite que el coche avance por inercia con el motor térmico apagado hasta 40 segundos sin que pueda haber problemas de suministro eléctrico. La tensión nominal de este circuito es 48 V. La batería tiene una vida estimada similar a la del vehículo y va colocada en el maletero, bajo su piso (es más ancha y menos alta que la de 12 V, que va en un lateral).
Este sistema híbrido está presente en las versiones 50 TDI, 45 TDI y 55 TFSI. En el Audi A8 esta la red eléctrica de 48 voltios se usa también para los motores eléctricos de la suspensión Audi AI (que no está disponible en el A7).