El puesto de conducción del A8 puede llegar a ofrecer tantos reglajes que se encuentra cerca de la perfección por ergonomía, comodidad y facilidad de manejo de todos los mandos.
El volante tiene reglaje eléctrico en altura y distancia, siendo tan amplia su posibilidad de regulación que permite dejarlo milimétricamente al gusto del conductor.
Nuestra unidad de pruebas llevaba delante la opción de los «Asientos Confort» (1.530 €) que, además de cómodos y de ofrecer una buena sujeción lateral, tienen los siguientes ajustes eléctricos: longitudinal de la banqueta, inclinación del todo el respaldo, inclinación de la parte superior del respaldo, longitud de la banqueta (puede variar entre 52 y 57 cm), altura e inclinación de la banqueta, la altura del reposacabezas, y cantidad de apoyo lumbar y su altura.
También se puede regular desde el asiento la altura del cinturón de seguridad y, a través del mando del sistema MMI, cuatro memorias para la posición del asiento del conductor y los espejos retrovisores.
Todos los mandos se encuentran muy a mano, están iluminados y se accionan con facilidad. En la instrumentación se puede echar en falta un indicador del estado del aceite. Sí lleva una pantalla en color para ver información sobre el equipo de audio, navegador, ordenador de viaje, puertas abiertas, marcha engranada, teléfono, check control o avisos sobre el estado de la mecánica.
En la parte frontal del volante del A8 hay unos mandos multifunción para manejar el equipo de audio, teléfono y el comando de órdenes mediante voz (elemento opcional muy cómodo de utilizar). Dichos mandos incrementan la facilidad de manejo de los numerosos sistemas desplegados en este Audi, pero no me han parecido tan cómodos de manejar como los mandos del volante que lleva el Mercedes Clase S.
En la consola central está localizado el mando de accionamiento del MMI (sistema multimedia). Requiere un cierto período de utilización para conocer las numerosas funciones que tiene, pero su manejo me ha parecido muy intuitivo y sencillo. Dichas funciones se visualizan en una pantalla en color (16:9) que se despliega en la parte central del salpicadero o se camufla automáticamente cuando dejamos de utilizarlo, quedando así protegida de posibles golpes (más información).
Entre los asientos delanteros hay un reposabrazos doble que es regulable en altura, está mullido, tiene en el interior una guantera con tapa y resulta muy cómodo en general. Todo el habitáculo está muy bien dotado de guanteras con tapa y numerosos huecos donde dejar todo tipo de elementos, todos ellos iluminados en su interior.
También me ha gustado el equipo de faros del A8 con el denominado Audi Adaptive Light opcional. Está compuesto por doble faro de xenón y unos faros halógenos auxiliares que actúan a modo de cuneteros al girar o tomar curvas cerradas (más información). La iluminación es potente y la visibilidad en conducción nocturna es muy buena, aunque el mecanismo de Audi no me ha parecido tan eficaz como el sistema de iluminación en curva que utiliza BMW en su Serie 5.
Algo que me ha llamado la atención es que la tercera luz de freno se refleja en la luna trasera en conducción nocturna y se aprecia por el retrovisor central. Aunque no resulta molesto, me parece un detalle mejorable en un coche de la calidad y categoría del Audi A8.