El Audi TTS 2.0 TFSI quattro tiene un motor turboalimentado de 2,0 l de 272 CV y un sistema de tracción total.
Se puede elegir con cambio manual o automático («S-Tronic») y con carrocería Coupé o Roadster (descapotable).
El precio del TTS Coupé 2.0 TFSI 272 CV quattro es 51.910 € y el del TTS Roadster, 55.860 € (todos los precios). El cambio automático tiene un sobrecoste de 2.470 € y a mi juicio, es la opción más interesante que puede tener.
Con unas características similares al TTS, hay coches mucho más baratos (como el Nissan 350 Z de 313 CV), algunos tienen una faceta deportiva más patente (Porsche Cayman S de 295 CV), pero ninguno tiene un motor tan bueno y la posibilidad de combinarlo con una caja de cambios de funcionamiento sobresaliente.
Con el cambio «S Tronic», el TTS es extraordinariamente agradable de conducir a un ritmo normal por carretera o en ciudad y también es muy eficaz a cualquier ritmo por carreteras de curvas. Sea bajo la utilización que sea, no se echa en falta una caja manual. El único coche que conozco que tiene un cambio automático superior al del Audi TT S es el Porsche 911 PDK (posiblemente el Cayman también lleve este cambio en un futuro).
El motor también tiene un funcionamiento sorprendente, por lo contundente de su respuesta en cualquier circunstancia y por su rendimiento. El único vehículo más o menos equivalente al TTS por el funcionamiento de su motor es el BMW 135i. El resto de los rivales dan prestaciones más lentas, o gastan más combustible, o las dos cosas a la vez.
El TTS tiene unos ajustes de suspensión menos flexibles que el resto de la gama y eso se nota en la comodidad de los ocupantes. Si el objeto es viajar en un coche con carrocería llamativa sintiendo poco el paso de los kilómetros, es preferible cualquier otra versión de la gama TT (o mejor un Mercedes-Benz CLC 350 o un Alfa Romeo Brera).
Para quien dé más importancia a un cierto tacto deportivo, el TTS sí es el más recomendable de la gama TT. Con todo, hay otros rivales a los que considero aún más interesantes para disfrutar de la conducción. Por ejemplo, tengo muy buen recuerdo del Audi S3, que es más ágil que el TTS. (El criterio que utilizamos en km77.com para decir si un coche es «deportivo» o no, no tiene absolutamente nada que ver con lo espectacular de su carrocería).
Detalles distintivos de esta versión
Los faros son de xenón para cortas y largas. Una serie de diodos hacen la función de luz de marcha diurna (imagen), en lugar de una bombilla halógena como en otros TT.
Otros detalles distintivos de la carrocería están en la parrilla (con detalles cromados), en los paragolpes y los estribos. Los retrovisores van pintados en color plata.
Los asientos vienen de serie tapizados con cuero y Alcantara, y llevan calefacción. Opcionalmente pueden estar tapizados de napa, en varias tonalidades. También están disponibles unos asientos con mayor sujección lateral (de tipo «baquet»), que no he probado.
La instrumentación (el velocímetro está ajustado hasta 300 km/h) tiene el fondo en gris con las agujas en blanco. El volante lleva costuras en blanco y el aro está achatado por su parte inferior.
Las pantallas de cristal líquido que hay en la instrumentación tienen los números y letras también en color blanco (en lugar de rojo) y la pantalla central tiene una función de cronómetro, que no pueden tener otros TT.
Como otros TT, el TTS tiene un alerón que se despliega a partir de 120 km/h y se recoge al bajar de 80 km/h. El Roadster tiene una capota de lona que tarda en recogerse o en desplegarse sólo 12 segundos, y un deflector, ambos con accionamiento eléctrico.
Opcionalmente puede llevar un equipo de sonido Bose, preinstalación para fuentes de sonido externas, un paquete de iluminación para el interior con diodos, asientos eléctricos y sistema de iluminación adaptativo.
En cierto modo, Audi ha fabricado en TTS para celebrar el décimo aniversario del lanzamiento del primer TT. El primer prototipo fue mostrado en el salón de Francfort en 1995.