Es el nombre bajo el que BMW agrupa algunas medidas para reducir el consumo. Entre ellas están un alternador que resta energía al motor principalmente en las fases de retención, una bomba de agua eléctrica, un sistema automático de parada y arranque del motor, un compresor para el aire acondicionado con una función de desconexión automática, una dirección asistida eléctrica (en lugar de hidráulica), unos neumáticos con baja resistencia a la rodadura y un sistema que permite mejorar la aerodinámica en ciertas condiciones de circulación. No todas las versiones llevan todos estos elementos.
En la parrilla y el paragolpes hay unas compuertas que se cierran automáticamente para mejorar la aerodinámica cuando el motor no requiere un flujo de aire grande.
Un alternador normal gira sincrónicamente con el motor. El alternador genera energía eléctrica y ofrece cierta resistencia al giro, tanto mayor cuanta más electricidad genere.
Con el sistema «Intelligent Alternator Control» («IAC») que lleva el Serie 1, si el motor está impulsando al coche, el alternador no ofrece resistencia al giro porque no genera energía eléctrica. El alternador sólo genera energía en retención o en frenada, cuando el motor no impulsa al coche.
De esta forma se consiguen dos efectos beneficiosos: no se resta fuerza en las fases de aceleración y se aprovecha parte de la energía que se perdería en la deceleración. BMW se refiere a este efecto como «Brake Energy Regeneration» («iGR»): una parte de la energía empleada en frenar el coche se usa para cargar la batería. En las fases de aceleración, la energía eléctrica necesaria para los distintos servicios sale de la batería y ésta se carga sólo durante las fases de retención. Este sistema utiliza unas baterías especiales llamadas «Absorbent Glass Mat» («AGM»).