A partir del 1 de septiembre está a la venta un BMW Serie 5 con nuevos motores y ligeras modificaciones en la carrocería, que no alteran el diseño general del vehículo.
Tres nuevos motores de gasolina se incorporarán a la gama, todos ellos de seis cilindros en línea: 2,2 litros de cilindrada; 2,5 y 3,0: los dos primeros son novedad en la marca, el último ya se había visto en el X5 y en la serie 3. Las denominaciones comerciales para estas versiones serán 520i, 525i (en lugar del anterior 523i) y 530i; sustituirán a los anteriores 2,0 de 150 caballos, 2,3 de 170 y 2,8 de 193. El objeto de estos cambios es aumentar las prestaciones pero no el consumo; el 2,2 tiene una potencia de 170 CV a 6.250 rpm y un par máximo de 210 Nm a 3.500. En el siguiente peldaño encontramos el 2,5, que llega a 192 CV a 6.000 rpm y 245 Nm de par a 3.500 vueltas. Si en todos los casos la mejora es tan grande como en el 330i, el Serie 5 va a tener una de las mejores gamas de motores de su clase. Entre los Diesel, se revisa el 530d, que aumenta desde 184 hasta 193 CV de potencia, mientras que el par pasa de 397 a 418 Nm; esta ganancia se ha obtenido modificando el turbo y mejorando el sistema de inyección.
Exteriormente, los cambios se centran en el frontal del coche. En los faros, BMW ha sustituido la cubierta de cristal tallado por una de plástico transparente y los intermitentes cambian su forma, ahora son redondos. El paragolpes presenta un nuevo diseño, con unos faros antiniebla también redondos, a juego con los intermitentes. El aro que rodea la parrilla delantera será cromado en todos los modelos no sólo en el M5, como hasta ahora y, además, en las versiones V8 también lo serán las láminas verticales. Asimismo, las molduras de protección laterales cambian y vendrán pintadas del color de la carrocería.
En el interior, BMW añade airbags de cabeza para las plazas traseras, aumentando de este modo el número total de bolsas de aire repartidas por todo el habitáculo a 10. Se podrá accionar mediante la voz diversos sistemas electrónicos y la pantalla de televisión en aquellos modelos que la equipen aumentará su tamaño hasta 6.5 pulgadas.