El puesto de conducción me parece bueno en general, salvo por la falta de ajustes para la altura para el cinturón y para el apoyo lumbar. La teoría de BMW es que el conductor tiene que condicionar su postura para que el cinturón le quede a la altura adecuada; yo creo que debería ser el cinturón lo que debería cambiar. Aunque a mí me quedaba en la posición correcta (lo más cerca posible del cuello, sin llegar a rozarlo), pero no es fácil que le ocurra a muchas personas porque yo conduzco con el respaldo menos inclinado de lo normal.
Para el pasajero también es un inconveniente que el cinturón no tenga ajuste de altura, porque eso determina la posición longitudinal del asiento. Si retrasa el asiento al máximo (que es lo ideal desde el punto de vista de la seguridad), la parte superior del cinturón queda muy mal colocada, casi despegada del cuerpo. No ocurriría así si se pudiera bajar el cinturón.
Si este asiento tiene apoyo lumbar, no he sido capaz de encontrarlo ni en el coche, ni en el manual, ni en las listas de equipamiento (de serie y opcional). El apoyo lumbar que hay, al margen de que resulte más o menos cómodo (cosa que depende de cada persona), es algo mayor de lo normal.
Las otras cualidades del asiento son buenas: recoge el cuerpo satisfactoriamente, y tiene las dimensiones y los ajustes necesarios para que se puedan acomodar personas de muy distinta complexión. El asiento del conductor tiene de serie ajuste eléctrico y tres memorias de posición (por si lo usan distintos conductores).
Los pedales están bien colocados y hay un apoyo muy bueno para el pie izquierdo; con ese apoyo y la consola central (contra la que se puede hacer presión lateralmente con la pierna derecha) es fácil sujetarse con las piernas para que los brazos queden libres para mover el volante, porque no hace falta agarrarse a él. Como todos los BMW, tiene un pedal del acelerador articulado en el suelo; además de muy cómodo, permite hacer puntal tacón bien con el lateral del pie, o bien con el mismo tacón.
La visibilidad alrededor del coche es mala, como suele suceder en casi todos los cupés actuales; el ángulo muerto en tres cuartos trasero es grande. Las luces que tiene de serie son de xenón para cortas y largas, con el sistema de iluminación en curva; creo que es el mejor sistema de iluminación que hay en el mercado ahora, y me parece un acierto ponerlo de serie (en lugar de otros accesorios que también podían haberlo sido).
De acuerdo con la tendencia actual, la instrumentación es más bien escasa. No lleva termómetro de agua, lo cual me parece un error; un testigo no hace la función de un termómetro (si es de los que verdaderamente indica la temperatura, los hay que no). El Serie 6 tampoco tiene el sistema de iluminación del cuentarrevoluciones, que varía el régimen donde empieza la zona roja según la temperatura del motor.
Lo que sí tiene es un termómetro de aceite, que ocupa el lugar del indicador analógico de consumo instantáneo. Este termómetro de aceite tenía aspecto de ser preciso (no con unas cuantas posiciones prefijadas); nunca ha marcado más de unos 125°C, pero durante todos los recorridos de prueba ha hecho mucho frío. El cuentakilómetros es prácticamente exacto.
La versión que hemos probado tenía la opción «Sistema de navegación Professional» (2.959 €) que, además del navegador en sí, tiene lector de DVD, pantalla TFT 8,8" con formato 8:3 y función de división de pantalla, guiado mediante flechas y mapa de vista aérea, panel central de control ampliado y el llamado «ordenador de a bordo ampliado».
El ordenador ampliado se divide en «ordenador de a bordo» y «ordenador de viaje». Se distinguen en que el de viaje muestra la distancia y el tiempo transcurrido desde que se pone a cero, con indicaciones de velocidad y consumo medios. En el de a bordo, en cambio, hay que programar la distancia prevista del viaje y, con esa información va calculando la autonomía (según los últimos 30 km recorridos) y la hora prevista de llegada, además de la velocidad y el consumo medios.
Con la función de pantalla dividida, es posible ver la información de los dos ordenadores, si se reemplaza la información del navegador por la del ordenador de a bordo. Me parece un sistema demasiado complicado, sobre todo comparado con los que tienen todas esas funciones en un solo ordenador, y la posibilidad de dar datos de dos recorridos distintos.
Aprender a manejar cosas así mediante el «iDrive» requiere estudiar el manual y practicar un poco. Las instrucciones preliminares del iDrive son lo primero que aparece en el manual, antes incluso del cortes agradecimiento de BMW por haber elegido ese coche y un buen número de advertencias de seguridad (que es lo primero que suele aparecer). Después de esas instrucciones preliminares hay otras más extensas.
El coche se puede conducir perfectamente sin usar el iDrive, siempre que se confíe en automatismos como el de la ventilación. Es decir, creo que sería un error dejar de comprarlo (si es que se aprecian otras cualidades) porque el iDrive intimida. Ahora bien, también creo que BMW lo podría haber hecho mejor. Desde que probé un Serie 7 sostengo que es imposible manejar tantas cosas de una manera sencilla, y que el iDrive puede ser un buen instrumento, pero tiene algunos defectos (ejemplo).
Hay otros aparatos con muchas posibilidades de configuración que resultan menos complicados de manejar mediante una estructura de menús principales y secundarios (por ejemplo, algunas cámaras fotográficas o algunos teléfonos móviles). El sistema del iDrive es algo parecido, pero no es exactamente así; en la medida en que se aparta de esa estructura, me parece confuso.