La carrocería del BYD Dolphin no es grande (4,29 metros de longitud), pero su habitáculo está muy bien aprovechado y es práctico. Las puertas delanteras y traseras abren en un ángulo amplio y dejan un buen hueco para acceder al interior, en el que además hay más espacio longitudinal que en sus alternativas (mediciones propias del interior). Una de las cosas que más nos han gustado de las plazas delanteras son los asientos, porque dan un apoyo muy uniforme al cuerpo y sujetan correctamente en las curvas (es algo que nos ha ocurrido en varios modelos de la marca).
El aspecto del salpicadero es bueno en términos generales, si bien la calidad de los materiales utilizados y los remates entre las distintas piezas están un escalón por debajo de los que ofrece el Atto3, que es un coche de precio superior. La mayor parte de los plásticos que recubren el interior son duros, salvo una banda que recorre el salpicadero de lado a lado y otra que hay en las puertas, que es de un material suave y ligeramente blando. No obstante, la sensación de calidad general es más que correcta (más aún teniendo en cuenta el precio) y está claramente por encima de la que se percibe en el MG4 Electric, uno de sus principales competidores.
En la consola central hay muchos huecos para depositar objetos de distintos tamaños (imagen e imagen), entre ellos uno que está cubierto con una cortinilla retráctil. La consola tiene forma de puente y bajo ella hay más huecos portaobjetos (menos accesibles que los que están por encima; imagen), y un accesorio muy interesante: un pequeño cilindro que, por un extremo, tiene una especie de punzón (para romper las ventanillas del coche en caso de emergencia) y por el otro una pequeña cuchilla pensada para cortar los cinturones de seguridad (por el mismo motivo, situaciones de emergencia). Las tomas de corriente USB-C y de 12 V también están ligeramente escondidas y tampoco se encuentran a la primera (imagen).
Las pantallas del salpicadero, tanto la de la instrumentación (imagen) como la giraroria del sistema multimedia (imagen), son similares a las del Atto 3. Esta última nos ha parecido de buena calidad por su contraste y la rapidez con la que reacciona a las órdenes que se hacen con los dedos. La información se puede dividir en dos zonas al mismo tiempo, pero las posibilidades son muy limitadas. Por ejemplo, no puede mostrar a la vez la ruta del navegador y los valores de consumo del ordenador de viaje. Además, al igual que en el Atto3 y en otros modelos de la marca, hay pequeños errores de traducción de algunos menús e informaciones.
La de la instrumentación es muy pequeña (para los estándares actuales; 5 pulgadas) y apenas permite personalizar la información mostrada o su diseño (hay dos opciones para ello), pero lo cierto es que cumple bien con su cometido: se ve bien ante todo tipo de condiciones de luz, su resolución es correcta y permite consultar los datos básicos (velocidad, autonomía o nivel de carga de la batería) de un vistazo rápido. No hay opción de pedir un sistema de información proyectada en el parabrisas.
Una solución curiosa es la hilera de mandos circulares que hay en la consola, justo por debajo de la pantalla del sistema multimedia (imagen). Sirven para controlar la posición de marcha, el modo de conducción, activar los cuatro intermitentes o modificar el nivel de retención eléctrica, y lo hace mediante pequeños movimientos giratorios. Están un poco juntos entre sí y hay que retirar la vista de la carretera para encontrarlos. Con el paso del tiempo y tras un periodo de adaptación más o menos corto resulta más sencillo acceder a ellos sin necesidad de prestarles mucha atención. Con todo, especialmente para controlar la posición de la marcha, preferimos otro tipo de mandos más grandes y accesibles (por ejemplo, los del Volkswagen ID.3, más a mano).
Espacio para los pasajeros y maletero
Según nuestras mediciones, en las plazas traseras del Dophin hay 74 centímetros de espacio para las piernas, un dato sobresaliente teniendo en cuenta el tamaño de la carrocería y superior al de modelos de características similares e incluso más grandes. La anchura entre puertas y la altura libre al techo, en cambio, son discretas y se encuentran en un término medio frente a sus rivales (no caben bien tres personas, salvo que sean niños).
El piso de esta fila de asientos es completamente plano (imagen), algo que viene muy bien aunque sólo vayan a viajar dos personas y la banqueta va a una altura suficiente para que la mayor parte de los ocupantes vayan sentados en una posición natural; las rodillas no quedan muy elevadas con respecto al pecho, como ocurre en otros coches eléctricos. No obstante, quienes estén por encima de aproximadamente 1,85 m de estatura, pueden notar que sus muslos no apoyan por completo en la banqueta. Los asientos traseros son fijos y no tienen posibilidad de regulación. En la prolongación de la consola central hay dos tomas USB y un hueco portaobjetos —no salidas de ventilación— y en la parte posterior de los respaldos delanteros, revisteros y huecos de diverso tamaño destinados a guardar móviles, tabletas u objetos similares (imagen).
El maletero tiene una capacidad normal para el tamaño de la carrocería, 345 litros. Otros modelos de características similares como el Renault Megane E-TECH (389 l), el Volkswagen ID.3 (385 l) o el MG4 Electric (363 l) tienen más, y otros como el Renault ZOE (338 l), el Peugeot E-208 (265 l) o el Citroën ë-C3 (310 l), tienen menos. Listado de turismos eléctricos de entre 4,0 y 4,3 metros de longitud, ordenados por volumen del maletero. Cifras al margen, el espacio de carga del Dolphin es más o menos homogéneo y tiene un piso que se puede colocar a dos alturas distintas (imagen). El borde de carga, eso sí, está situado más bien alto (a 79 cm del suelo según nuestros datos), hecho que puede dificultar la colocación de objetos grandes y/o pesados.
La iluminación del habitáculo corre a cargo de dos plafones de ledes, uno para la zona delantera y otra para la trasera. Su rendimiento no es bueno porque la potencia de los diodos es muy baja y porque, además, focaliza mucho el haz en puntos concretos.